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Entrevista a Ulrik S. Kohl, de la organización dansesa Fighters+Lovers, acusada de colaborar económicamente con las FARC

«Debilitar al movimiento insurgente exige resolver las injusticias sociales»

Fuentes: Rebelión

Fighters+Lovers es una compañía danesa que fabrica ropa, libros, accesorios, encendedores…, y realiza actividades de solidaridad inscritas en la moda, la cultura y la política. Sus productos son modernos y urbanos, su casa disquera promueve el talento marginal y no tiene afiliados porque considera que son parte de ella quienes apoyan sus principios. Sus eventos […]

Fighters+Lovers es una compañía danesa que fabrica ropa, libros, accesorios, encendedores…, y realiza actividades de solidaridad inscritas en la moda, la cultura y la política. Sus productos son modernos y urbanos, su casa disquera promueve el talento marginal y no tiene afiliados porque considera que son parte de ella quienes apoyan sus principios. Sus eventos logran congregar hasta 500 personas y su existencia la hizo pública el 18 de enero de 2006 en el bar Stengade 30, lanzando una colección de camisetas donde se leía «L uce bien y levántate por la libertad». Ese día hubo música, danzas y toda la atención de los medios internacionales.

Hasta acá no hay objeciones ni razones para un escándalo. Pero F+L va más allá de ser una marca: no cree que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ni el Frente  Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) sean organizaciones terroristas y tiene la convicción de que «luchan por la justicia social y una distribución equitativa de la tierra» … Por eso ha decidido apoyarlas de diferentes, aunque pacifistas maneras.

Una de ellas ha sido destinar parte de las ganancias por ventas de la colección, a las FARC y el FPLP para que puedan montar una emisora de radio y un taller de impresión, respectivamente. Tal decisión fue expresa el día de su lanzamiento.

Las reacciones y el escándalo fueron inmediatos.  

En Colombia el gobierno exigió a su homólogo danés hacer algo al respecto, envió una carta de protesta y demandó una explicación afirmando que la financiación de grupos terroristas era «inaceptable y violaba las normas internacionales». Por su parte, el Partido Popular danés pidió al Ministro de Justicia Lene Espersen prohibir la venta de las camisetas (en ellas se lee: «FARC»), y la organización Venstres Ungdom denunció a F+L ante la policía, que inició una investigación.

Un mes después siete miembros de F+L fueron acusados de patrocinar el terrorismo. Les arrestaron, interrogaron, fotografiaron, les tomaron muestras de ADN, cerraron su página de Internet y les multaron con 24.000 coronas danesas. Paradójicamente, se incrementó el interés por las camisetas y aumentaron las ventas.

El 15 de marzo de 2007 Lene Espersen decidió que serían procesados por el Tribunal Distrital de Copenhague, iniciando así lo que hoy se conoce como «El juicio de las camisetas» y que empezara en forma el 20 de septiembre de 2007.

En el transcurso los miembros de F+L invitaron, fallidamente, a Espersen a un asado y una copa de lambrusco, realizaron una recepción en la plaza de la ciudad, celebraron una fiesta por los acusados, lanzaron su colección de mini libros y encendedores con el texto «Una luz para los amantes» y «Luce bien y levántate por la libertad» y el album Cumbia Clash: «De la selva a la calle». La fiesta de lanzamiento la hicieron frente a la oficina del Ministro de Justicia.

Y, para sorpresa de todos, el 16 de noviembre recibió un premio cultural por su lucha por el derecho a practicar la solidaridad internacional.

Mientras tanto, en el juicio se daban las primeras deliberaciones sobre si las FARC y el FPLP eran movimientos de liberación u organizaciones terroristas. El abogado defensor Thorkil Hoyer y el abogado de la policía, Lone Damgaard coincidieron en que las listas del terror no podían por sí solas ser prueba de que las personas eran terroristas, y que los beneficios de venta a estas organizaciones no tenían nada que ver con terrorismo. Además, se demostró que la fiscalía había utilizado evidencia surgida bajo la tortura y Espersen dejó claro que no legitimaría el uso de tal evidencia.

El 13 de diciembre se declaró inocentes a los siete acusados y Dinamarca casi se convierte en el primer país europeo en rechazar la lista de terroristas.

No ocurrió así porque el fiscal Lise-Lotte Nilas apeló el caso ante el Tribunal Superior Oriental en Copenhague, al considerar «que la evidencias sobre el accionar y objetivos del FPLP y las FARC debían ser evaluados por la alta corte».

Entonces comenzaron los interrogatorios preliminares y el 3 de septiembre el juicio en sí.

La segunda instancia también fue controvertida. Por un lado, la alta Corte danesa no quería utilizar el material del sistema legal colombiano porque, como dijo la defensa, «la tortura y la violencia son parte integral del sistema jurídico colombiano». Por otro, se respaldó internacionalmente a F+L y ésta lanzó otra colección: «Edad de la Liberación», con camisetas, accesorios y las fragancias «Selva» y «Noches de Ramallah». Pero en esta ocasión – explicó F+L – las ganancias serían para los abogados que trabajan de manera gratuita por la liberación de los presos políticos.

Los acusados jamás han empuñado un arma ni aprueban el terrorismo, pero el 18 de septiembre seis de ellos fueron condenados por apoyarlo. Ulrik S Kohl es uno de ellos. Su condena y la de Michael Schølardt, de seis meses de cárcel (así como la de entre 60 y 90 días, en libertad condicional, para los cuatro restantes) no se aplicará hasta que la Corte decida en tercera instancia si serán absueltos o condenados. La defensa acaba de apelar, habrá juicio el próximo año y Ulrik rompió su silencio.

¿Qué dijeron los jueces en este segundo fallo?  

Una minoría quería que nos absolvieran porque las FARC no es un grupo terrorista. Una mayoría dijo que éramos culpables de financiar grupos terroristas, porque así consideran a las FARC y al FPLP.

¿Qué significó el primer fallo?  

Fue una absolución muy clara. Según los jueces no se puede calificar a las FARC como terroristas porque sus acciones están fundamentadas en que están enfrentadas a un Estado que no es democrático y están basadas en los principios de los derechos humanos y las libertades políticas. confirma lo que muchos tienen como principio: u n pueblo oprimido tiene el derecho de resistir contra regímenes que no respetan los derechos de los ciudadanos.

¿Por qué ese cambio entre ambas instancias?  

Los jueces de la primera instancia tenían un carácter independiente y objetivo. En la segunda había una presión política muy fuerte y los jueces no tuvieron el valor necesario para resistirla.

¿Cómo se manifestó esa presión política?  

En el veredicto estos jueces dijeron que había que dejar fuera de consideración si Colombia era una democracia o no, y sólo mirar las acciones de las FARC. Y con esa lógica, obviamente también serian terroristas los movimientos de resistencia en Europa contra el régimen nazi de Hitler.

¿Cómo recibió la prensa el segundo fallo?  

Con gran sorpresa, pues no lo esperaba. Por eso, no solamente G+A, sino también hasta sectores que no están de acuerdo con nosotros esperan, que este se mire en el Tribunal Supremo, que es la Tercera instancia.

¿Piensa que en la tercera instancia tendrán un veredicto favorable?

Sí, porque el caso es claro. El segundo veredicto está lleno de errores y contradicciones. Por eso estamos convencidos de que una instancia superior ratificará el veredicto original.

¿Qué argumentos encontró la corte para afirmar que las FARC son terroristas?

El argumento general es que existen fatalidades civiles debido a las acciones armadas de las FARC.

¿Opinan ustedes lo mismo?

Esto no lo negamos, es más: precisamente por eso vemos la importancia de que se acabe la guerra. Por eso es necesario el reconocimiento político de la insurgencia, para que haya diálogos y cese la guerra, porque en todas las guerras hay victimas civiles. Pero nosotros vemos una gran diferencia entre la población civil que es tenida como un objetivo estratégico (como hace el gobierno colombiano cuando utiliza a los grupos paramilitares para desplazar masivamente a la población campesina para que sus tierras queden en manos de la mafia y de los grandes terratenientes. Eso es, a nuestro modo de ver, terrorismo) y la población civil que sufre o pone muertos, pero sin que tal sea el objetivo de un grupo insurgente que actúa contra un régimen opresor.

¿Continuará la solidaridad con las FARC pese al fallo desfavorable?  

Claro, y no solamente de parte de nuestra iniciativa. Otros sectores como la organización de las victimas de fascismo de la segunda guerra o los sobrevivientes de los campos de concentración de los nazis, entre otros están apoyando a la insurgencia colombiana. También están otros movimientos de solidaridad, sindicatos daneses muy preocupados porque ven que en Colombia es el país donde más se asesinan sindicalistas. Nosotros seguiremos haciendo música, fragancias, gorras… ringtones. Además, la situación en Colombia no ha mejorado. Este año han asesinado a 40 sindicalistas, la práctica – por parte de las fuerzas militares – de asesinar a civiles y después presentarles como guerrilleros muertos en combate, continúa con una cifra que supera los mil asesinatos durante el gobierno de Álvaro Uribe, las injusticias sociales siguen… Entonces va a seguir la solidaridad con los movimientos populares en Colombia.

La presión internacional y de Colombia, para que se considere a las FARC como terroristas es muy fuerte. Si Dinamarca no lo hace, podría dañar las relaciones diplomáticas entre ambos países.  

Nuestra meta no es que no haya relaciones ni diálogo a nivel de estado ni dialogo con el Estado colombiano. Al contrario, estamos buscando que, precisamente, exista negociación y diálogo. Pero obviamente el primer paso sería entre la insurgencia y el gobierno colombiano, pues lo vemos como un prerrequisito indispensable para que pueda haber una verdadera paz en Colombia, un fin de la guerra.

¿Por qué F+L seleccionó a las FARC para apoyarlas?

Las FARC son uno de los instrumentos creados por el pueblo colombiano para defenderse contra un régimen mafioso. Es la organización sobre la que más se conoce en Escandinavia.

Las escogimos como un ejemplo del porqué hay un movimiento insurgente en Colombia y de que es totalmente injusto tildar a ese movimiento legítimo de terrorista.

¿Pero creen en ellas?

Estamos convencidos de que sus ideales no se han perdido y de que son una parte integral de los esfuerzos heroicos de los pobres de Colombia de cambiar una realidad de miseria y de injusticia en un futuro, con posibilidades de tener una vida digna. Las FARC nacieron hace muchos años para ser una herramienta que lograra ese objetivo. Ha tenido sus altas y sus bajas, pero lo han mantenido; están construyendo comunidad y una sociedad más justa.

¿A nivel europeo apoyan a las FARC?  

Diariamente recibimos un montón de correos electrónicos de apoyo, de crítica, de todo. Pero de apoyo, fundamentalmente de America latina y de los países europeos que han contado con la experiencia tan trágica del fascismo.

¿El ciudadano común de Dinamarca y Europa piensa igual que el Gobierno?

El gobierno Danés es un aliado muy cercano a la Casa Blanca y sabe lo que quiere que se haga en temas de política exterior y a los enemigos de la Casa Blanca hay que llamarles terroristas. Pero los ciudadanos de Dinamarca no piensan así, porque esa alianza le está costando a nuestro pueblo muertos, soldados daneses que mueren en las guerras de Irak y Afganistán. Durante generaciones el pueblo danés ha manifestado su solidaridad con pueblos de otras partes del mundo que sufren de injusticias, como es el caso de Colombia.

  ¿Justifica la lucha armada?

Si el gobierno colombiano estuviera dispuesto a una apertura democrática y dejara de asesinar opositores, la lucha armada perdería su sentido. Es precisamente porque en Colombia la democracia es solamente formal y no real, que la lucha armada se puede justificar.

¿Entonces consideran que actos como empleo de bombas o de cilindros de gas no son terroristas?  

Todas las partes tienen la obligación de minimizar el sufrimiento de la población civil y el gobierno no tiene la mínima intención de hacerlo. No se justifica si la otra parte no asume esa responsabilidad. Es un tema que se toma con muchísima seriedad en la dirección de los movimientos insurgentes. Pero también en las guerras más justas se cometen errores.

¿Han tenido comunicación directa e indirecta con las FARC?  

Antes de 2002 sí. Los representantes de las FARC siempre llegaban al Parlamento danés a discutir con los partidos políticos, de centro, izquierda y derecha, sobre el conflicto colombiano. En este momento no hay esa posibilidad.

¿Cómo enfrentar la gran propaganda oficial y la campaña internacional «antiterrorista» que ha descalificado a los movimientos insurgentes?  

Hay que confiar en que la gente es capaz de pensar por sí misma. Si le están diciendo en la televisión que todo es magnifico, pero al mismo tiempo desaparecen a sus hijos y los matan y después aparecen muertos, vestidos de guerrilleros, los falsos positivos, entonces sabe que la cosa no va tan bien. No creo que la campaña mediática haya logrado tapar la realidad de que hoy día la mafia gobierna a Colombia. Eso ya no es un secreto.

 

¿Cómo ve los medios y verdades mediáticas en Colombia?

A la gente del exterior que ve las noticias de la televisión colombiana le parece increíble que a una tremenda máquina de estupidización se le quiera llamar noticieros. Es que se están burlando de las normas más fundamentales de la ética periodística, la objetividad, el deseo de presentar las diferentes caras de la moneda, de tratar temas reales y no temas inventados.

 

¿Cómo combatir ese tipo de información?  

Es un desafío muy grade para todos los que pensamos que Colombia merece algo más digno que un gobierno de Uribe y de Santos. El desafío es ponernos de acuerdo para trabajar unidos, creando conciencia, insistiendo en un acuerdo humanitario, en una solución política a fondo, mostrando que las causas de la guerra son estructurales y tienen que ver con la injusticia social y que hay que resolver eso. Es lo fundamental para que no haya más disparos.

¿Qué grupos considera que sí son terroristas?  

  Una organización como la CIA es una especie de grupo terrorista, porque su objetivo es crear pánico en la población civil, a través del uso de la violencia, y así lograr sus fines políticos. Sin embargo, también es terrorismo volar un avión de pasajeros contra unas torres. No importa quién hizo el atentado contra las Torres Gemelas o en el Metro de Londres, pero para mí eso es terrorismo.

¿Cómo se percibe la imagen y posición del presidente Uribe a nivel internacional?  

Uribe está bastante comprometido con el narcotráfico, con el paramilitarismo, y por eso tiene un gran anhelo de ganarse (aunque sea mínimo) el reconocimiento de su legitimidad en el exterior. Lo necesita desesperadamente. Por eso es que hay una pelea muy importante fuera de las fronteras colombianas. El hecho de que Uribe antes fuera calificado por narcoterrorista por los servicios de inteligencia de Estados Unidos y ahora se haya convertido en un presidente demócrata para el mismo gobierno estadounidense, es absurdo. Lamentablemente, mucha gente en Colombia y en Europa no sabe que esa es la realidad. La ignorancia en ese aspecto es muy grande a nivel de población común. Los gobiernos europeos sí saben que Uribe es un bandido, pero allí lo que pesa es que ese Gobierno es un aliado estratégico de los Estados Unidos, en un continente donde se están fortaleciendo otras opciones políticas.

Aparte de defender a las FARC, ¿ha F+L adelantado alguna campaña para denunciar la guerra sucia y la violación de derechos humanos en Colombia?  

No son dos cosas separadas. Por un lado, las FARC son una de las respuestas del pueblo colombiano a la guerra sucia y a la violación de los derechos humanos. Por otro, en el sistema penal de Dinamarca, como consecuencia del proceso jurídico contra nosotros, ya no se acepta ningún tipo de prueba que venga de veredictos judiciales colombianos, porque el tema en el proceso fue la tortura en Colombia, que se practica de manera sistemática cuando tiene que ver con presos políticos. Así lo han definido Naciones Unidas, así quedo demostrado en el proceso. Y, por tanto, el estado danés que ha firmado el tratado contra la tortura ha decidido que no se puede permitir que se utilice veredictos de Colombia, porque sería justificar la tortura.

 

¿Qué opina de la forma en que fue asesinado Raúl Reyes?  

Lo fundamental es que en ninguna guerra se puede matar al facilitador del diálogo. Este asesinato no fue sólo un crimen de guerra y una grave violación a la soberanía de Ecuador. Fue una macabra manera de decir NO a la paz

 

¿Piensa que el computador de Reyes existe?  

El gobierno colombiano esta tan acostumbrado a falsificar información, que tiene muy poca credibilidad.

 

¿Se están debilitando las FARC?

El día que no haya hambre ni miseria en el campo colombiano, ya nadie querrá estar en la insurgencia. Pero mientras existan decenas de miles de jóvenes colombianos sin la expectativa de un futuro digno, habrá decenas de miles de reclutas para las guerrillas. Para verdaderamente debilitar al movimiento insurgente hay que resolver las injusticias sociales. Y no hay que olvidar que hay una Colombia, que se vive en los sectores bien acomodados de las grandes ciudades. Pero hay otra Colombia, la del campo, donde se sufre a diario la violencia estatal y paramilitar y es allí, en ese sector de la población donde se encuentra el apoyo natural a la insurgencia.

¿Estamos viviendo tiempos de derechización en Europa?

Es un tiempo de confrontación, entre ideas democráticas e ideas autoritarias. El limitar las libertades políticas, algo que promueve la actual Comisión Europea, es una muestra de eso. Me viene a la mente una frase de un autor danés, que escribió en los años 30 que cuando se establece la censura se argumenta de que es porque hay gente que abusa de sus libertades. Pero la libertad tiene que ser abusadora porque la libertad que no contradice al poder, no es libertad sino adiestramiento canino.

  *Mónica del Pilar Uribe Marín: Periodista, freelance internacional especializada en Derechos Humanos, Medio Ambiente y Política. [email protected].