Suiza, Septiembre 14 de 2025
Con la fuerza de la solidaridad internacional y gracias a la perseverancia y el compromiso de las personas exiliadas y perseguidas por el establecimiento colombiano, así como de migrantes y asociaciones colombianas en el exterior, se llevó a cabo el Encuentro Internacional por la Libertad de Simón Trinidad y la Paz de Colombia en las ciudades de Ginebra y Lausana, Suiza, los días 12 y 13 de septiembre de 2025.
El evento contó con una amplia participación de organizaciones de derechos humanos, colectivos de migrantes y refugiados, procesos de solidaridad con prisioneros políticos, académicos, partidos de izquierda y reconocidas personalidades democráticas de diversos países europeos.
Luego de escuchar de primera mano los argumentos de Mark Burton, su abogado defensor en los EE. UU., y los análisis de expertos en Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos, el encuentro concluyó que la detención de Simón Trinidad en los EE. UU. es injusta, violatoria de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, y constituye un obstáculo para el avance de la implementación del Acuerdo Final de Paz firmado entre las extintas FARC-EP y el Estado colombiano, así como para la búsqueda de una solución política al conflicto interno.
La detención de Simón Trinidad constituye un juicio político injusto, dado que los delitos por los que fue extraditado y posteriormente condenado corresponden a acusaciones fraudulentas elaboradas para castigar su rebelión política en Colombia. Además, su extradición y condena no se ajustan a las normas del derecho internacional ni a las normas colombianas o estadounidenses, que impiden la extradición y juicio de extranjeros por razones políticas.
Al someter a Simón Trinidad a periodos de encierro de hasta 23 horas diarias y a un aislamiento prolongado durante más de dos décadas, se han violado sistemáticamente sus derechos humanos. Estas “medidas especiales administrativas”, como las denomina eufemísticamente la administración carcelaria de los EE. UU., constituyen tratos crueles, inhumanos y degradantes que ni la comunidad internacional ni la sociedad estadounidense deberían tolerar.
Simón Trinidad fue acreditado como miembro de la Comisión de Paz de las FARC-EP para los diálogos de La Habana y firmó los acuerdos alcanzados. Asimismo, se acogió a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), quedando amparado por la amnistía otorgada por el Estado colombiano. En noviembre de 2024, el gobierno de Gustavo Petro solicitó formalmente a las autoridades estadounidenses un indulto humanitario para permitir su participación en la justicia transicional; no obstante, hasta la fecha no ha habido respuesta. La negativa de Estados Unidos a facilitar su comparecencia ante la JEP desconoce el Acuerdo Final de Paz de 2016, respaldado por la comunidad internacional y la ONU, y dificulta el pleno ejercicio de los derechos de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición para la sociedad colombiana.
Se reconoce que Simón Trinidad es un verdadero Embajador de la paz, y que la paz en Colombia no podrá ser plena mientras él continúe injustamente detenido en los EE. UU. Por ello, la causa de su libertad debe ser asumida por toda la sociedad colombiana y respaldada por los pueblos democráticos del mundo que promueven y respetan los derechos humanos, acompañando así el anhelo colectivo de una Colombia en paz con justicia social.En este sentido, se hace un llamado a redoblar los esfuerzos nacionales e internacionales por la libertad de Simón Trinidad, promoviendo acciones articuladas que integren su defensa jurídica, el respaldo de las organizaciones sociales y la solidaridad internacional. Se alienta a impulsar iniciativas humanitarias, diplomáticas, jurídicas y de comunicación que visibilicen su caso, fortalezcan la exigencia de su repatriación y contribuyan de manera efectiva al cumplimiento del Acuerdo de Paz y a la construcción de una Colombia en paz con justicia social.
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