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La Sala V de lo militar del Tribunal Supremo confirma la expulsión del Ejército del Teniente Segura

Delenda est Monarchia

Fuentes: Rebelión

Comunicado nº 32 del Colectivo de militares Anemoi

La Sala V de lo militar del Tribunal Supremo ha confirmado este viernes 16 de diciembre de 2016 la expulsión del Ejército de nuestro compañero el Teniente Segura.

El fallo del alto tribunal es coherente con la Ley de Amnistía. En efecto, refresquemos un poco la memoria.

Veamos.

La citada ley pre-constitucional, aún en vigor, no solo auto-amnistiaba los crímenes del holocausto franquista, sino que -manteniendo expulsados del Ejército a los militares de la UMD- blindaba a las Fuerzas Armadas frente a las ansias de democracia y libertad que bullían por doquier. Su reingreso muchos años después -como apestados, por la puerta trasera- ya no inquietaba al Régimen.

En los años 70 del siglo pasado brotaba pueblo en las calles. Esta marea humana asustaba no solo al rey sino también a los que -emboscados tras una tramoya pseudodemocrática- sustentaban su poder. De este modo, decretando una «Ley de punto final» al grito de ¡Santiago y cierra, España! -disfrazada de ley de Amnistía- se allanaba legalmente el camino para la consolidación de una democracia semi-franquista, diseñada en orillas lejanas, al otro lado del Atlántico.

La nueva monarquía quedaba así restaurada por la voluntad de un dictador genocida, la complicidad del amigo americanoes decir, una potencia extranjera- y la traición de unos políticos oportunistas.

Por si esto no bastase, el rey forzó la dimisión del presidente constitucional Adolfo Suarez mediante un golpe palaciego que derivó en la toma del Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981. Una banda armada al mando de Tejero -pertrechada de tricornios, pistolas y fusiles de asalto- rubricó a tiro limpio la nueva etapa democrático-franquista.

Esta orgía golpista se saldó con penas irrisorias en una farsa de consejo de guerra. Muchos de los implicados en la conspiración borbónica siguieron en los escalafones y escalaron hasta los más altos puestos de mando en las Fuerzas Armadas.

De esta forma el imperio USA consolidó en el sur de Europa un recinto neoliberal corrompido hasta sus raíces. Una España -ni grande, ni libre- que quedó así servilmente uncida a la OTAN, implicada en guerras que ni nos van ni nos vienen, que nos ponen en el ojo del huracán de potencias extranjeras.

Sin embargo, para el régimen del 78 no todo el monte es orégano. La magnífica y reciente propuesta de ley de Memoria, presentada por el Grupo Parlamentario Esquerra Republicana, es una prueba más de la crisis de la monarquía y de la pugna entre ruptura democrática -liderada por Cataluña- y la reacción del régimen del 78 -liderada por la «gran coalición» PPSOE- que patrocina la transición.2, meramente cosmética.

La abdicación del rey Juan Carlos I y la imposición del nuevo rey Borbón Felipe VI inician la cuenta atrás.

Denunciar la corrupción sale muy caro, ese es el mensaje. El nuestro es otro, a más Memoria más República.

A tus ordenes mi Teniente, no podrán callarnos.

Ni olvido ni perdón.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.