La protesta en Cañete centró sus reclamos en la militarización de la zona de Lleu -Lleu, la encarcelación de dirigentes Mapuche y la eventual extracción minera en la zona. En Temuko, universitarios demandaron la libertad de los presos recluidos en Temuko, Lautaro y Angol. – Marcha por calles céntricas de Temuko. […]
La protesta en Cañete centró sus reclamos en la militarización de la zona de Lleu -Lleu, la encarcelación de dirigentes Mapuche y la eventual extracción minera en la zona. En Temuko, universitarios demandaron la libertad de los presos recluidos en Temuko, Lautaro y Angol.
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«Exigimos el retiro de las fuerzas policiales y de las forestales de nuestros territorios», reclamó con fuerza el werken de la zona de Lleu-Lleu, Avelino Meñaco, miembro de la comunidad Pascual Coña Lleu-Lleu. Asimismo este destacado dirigente, principal impulsor de la recuperación del Fundo Hacienda Lleu-Lleu, exigió al gobierno liberar a los presos políticos mapuche. «Nuestros hermanos están presos por reclamar nuestras tierras. Eso es injusto, pero así nos tratan las autoridades de este gobierno que dice ser democrático. Nos persiguen, nos detienen y nos reprimen, esa es la forma que tiene para acallarnos», enfatizó.
Al igual que este dirigente mapuche, otros comuneros venidos de las comunas de Los Álamos, Arauco, Tirúa y Cañete, protestaron con la misma fuerza contra las injusticias que -argumentan- pesan sobre las comunidades de la provincia. «Nos tiene cercados, no nos podemos mover con libertad, nos siguen, y más encima nos aplican leyes injustas, del tiempo de la dictadura, y sólo por el hecho de reclamar derechos ancestrales sobre territorios que nos pertenecen», indicó Fernando Fren, dirigente de la comunidad Paulo Quintriqueo de Los Álamos.
Pasadas las 09.30 horas, y bajo una intensa lluvia (que cesaba a ratos), comuneros llegaban hasta la Plaza Caupolicán, punto de partida de la marcha. En aquel sitio, dirigentes motivaron al resto de los manifestantes y dieron a conocer sus reclamos, centrados específicamente, «en la serie de atropellos que vive el pueblo Mapuche». Acto seguido iniciaron su periplo por la ciudad. La primera detención se produjo frente al edificio del Tribunal de Garantía de esta comuna, lugar que representa la persecución y encarcelación de sus líderes. «Aquí es dónde nos aplican leyes injustas, aún así, seguiremos luchando aunque tengamos que ir a la cárcel», declaró uno de los voceros de la manifestación. Luego, los pasos se encaminaron hacia la Plaza de Armas.
La marcha, a su vez era custodiada por efectivos policiales, los que sólo intervinieron para habilitar el acceso de los manifestantes, pese a que la mayoría de las consignas se las llevaron los funcionarios policiales, considerado como el organismo persecutor del estado. Sin embargo, aquello no pasó de las palabras, ya que al final de la jornada no se registraron ni desórdenes ni tampoco hubo registro de personas detenidas. «Esto es una marcha pacífica que sólo busca dar a conocer las injusticias de nuestro pueblo», recalcaban los comuneros mapuche.
En Temuko, en tanto, a la misma hora y bajo similares condiciones climáticas, alrededor de unas 100 personas participaron de una marcha autorizada y que partió desde las distintas universidades en dirección a la intendencia y que culminó en la cárcel de Temuko. La actividad se realizó por el centro de la ciudad con motivo de solicitar el traslado a la cárcel de Angol y denunciar que Héctor Laitul Carillanca se encuentra prisionero sin ninguna prueba salvo una propia declaración obtenida bajo tortura.
Héctor Llaitul se encuentra en huelga de hambre y se indicó que se encuentra siendo atendido todos los días por un médico, enfermera y paramédico de Gendarmería las 24 horas del día. La medida de presión fue iniciada por el dirigente ante la respuesta negativa de la Jueza de Garantía de Nueva Imperial de otorgar su traslado al Centro de Cumplimiento Penitenciario de Angol. «No sólo me tienen privado de libertad sino que además me mantienen alejado de mi familia y segregado frente a mis otros hermanos presos políticos mapuche», indicó Llaitul desde la cárcel.
«Me encuentro privado de libertad acusado de un atentado incendiario en la comuna de Chol-Chol, situación de la cual la Fiscalia y los querellantes de Forestal Mininco no tienen prueba alguna, salvo la supuesta declaración de un hermano mapuche al cual no conozco ni he conocido nunca. Quien, de acuerdo a lo informado por la prensa, habría sido detenido en extrañas circunstancias y sometido a apremios ilegítimos, amenazas a su familia e inclusive torturas para inculpar a dirigentes mapuches», denunció.