La sorpresiva propuesta del presidente Uribe Vélez para establecer diálogos con el ELN, con asistencia del gobierno de México, dio para todo tipo de interpretaciones.
Al terminar la Cumbre de Guadalajara (México), hace menos de dos semanas, el presidente Álvaro Uribe Vélez sorprendió al país y al mundo con una propuesta al Comando Central del ELN para establecer diálogos de paz con la facilitación del presidente mexicano Vicente Fox. Al parecer, la iniciativa para este viraje fue del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien siempre ha estado detrás de los acercamientos con los elenos desde el gobierno anterior.
García Márquez contribuyó a los contactos iniciales con el ELN durante el gobierno de Andrés Pastrana, que permitieron establecer los diálogos en La Habana (Cuba), mientras con las FARC-EP siempre se ha mostrado cerrado, sectario y hasta excluyente. Hace algunos meses, Yolanda Pulecio, madre de Ingrid Betancourt, acudió al destacado escritor para que interpusiera sus buenas relaciones ante el comandante Fidel Castro para lograr ayuda en el propósito del acuerdo humanitario con las FARC. Gabo, casi displicente, le respondió: «ninguna relación tengo con las FARC y tampoco Fidel». Así, de forma tajante, cerró cualquier posibilidad de ayudar en la liberación de los retenidos.
Sin embargo, a juicio de algunos analistas consultados por VOZ, en esta ocasión la iniciativa de García Márquez fue aceptada por Uribe Vélez, al menos por tres razones: porque le es útil en la campaña reeleccionista; para legitimar el proceso con los paramilitares que continúa enredado; y para aislar a las FARC-EP, al fin y al cabo el hueso más duro de roer.
Uribe Vélez considera que será fácil la negociación con los elenos; al decir de algunos analistas del Establecimiento, el ELN está sumido en una dura crisis, «reconocida» por Antonio García, y no tiene alternativa: O pacta con el Gobierno Nacional de manera rápida o se deja absorber por las FARC. Es la manera superficial y acomodaticia de analizar la situación del ELN. «Sin que pase por su mejor momento, dicen los analistas de izquierda consultados por VOZ, está lejos de considerarse derrotado y obligado a pactar la ‘rendición digna’ como ofrece el gobierno».
Los puntos sobre las íes
Incluso no se sabe hasta qué punto será útil la mediación o facilitación de Fox, quien seguramente querrá llevarse para México la sede de los diálogos, porque lo que éste busca es el reencauche de su imagen, deteriorada por sus estrechos lazos con Bush y muy distante a soluciones políticas a conflictos como el colombiano.
La mejor demostración de que el ELN no está considerando una entrega fácil como lo suponen los amigos del gobierno, fue la intervención de Francisco Galán en el salón del Senado de la República en el Foro sobre las Minas Antipersonales. En la lectura del mensaje del COCE está claro el contenido de lo que serían los preceptos para eventuales acuerdos humanitarios, como los que pretende el gobierno de Uribe, aunque de manera unilateral e impuestos a la guerrilla.
El ELN reclama la bilateralidad de los acuerdos y los compromisos mutuos, incluyendo la liberación de los presos políticos y prisioneros de guerra. El cese de fuego propuesto es bilateral y temporal. En esas condiciones las cartas sobre la mesa quedaron expuestas de manera clara. El proceso de diálogo se podría dar pero sin expectativas exageradas y atendiendo realmente qué es lo que pretende el presidente Uribe Vélez. Si se trata de un marketing político para fortalecer el camino de la reelección o una real voluntad de paz. Esta última en duda, porque no hace el mismo gesto en dirección a las FARC-EP, para la cual no hay propuesta distinta que el «Plan Patriota» de diseño gringo y de agudización de la confrontación armada.
En coincidencia con la presentacióón de Pacho Galán en el Senado de la República, una Corte del Estado de Columbia de los Estados Unidos le notificó a Simón Trinidad una orden de captura con fines de extradición. Es una maniobra yanqui y de presión a las FARC para lograr la libertad de los tres americanos retenidos, aunque en el fondo no dejan de ser palos atravesados en el camino de eventuales acercamientos y diálogos de paz (ver recuadro). Aunque el gobierno recibió con cautela la notificación, es evidente que el imperio le está dando un mensaje claro a Uribe Vélez sobre quién es el que manda al fin de cuentas.