Con su defensa de una paz con justicia social y el cuestionamiento a la política de Uribe, Gaviria aspira a pelear la presidencia en una segunda vuelta Con su defensa de una paz con justicia social y el cuestionamiento a la política de Uribe, Gaviria aspira a pelear la presidencia en una segunda vuelta Por […]
Con su defensa de una paz con justicia social y el cuestionamiento a la política de Uribe, Gaviria aspira a pelear la presidencia en una segunda vuelta Con su defensa de una paz con justicia social y el cuestionamiento a la política de Uribe, Gaviria aspira a pelear la presidencia en una segunda vuelta
Por primera vez en Colombia, la izquierda y sectores demócratas presentan unificadamente un candidato a la presidencia de la República. Carlos Gaviria, académico especializado en Derecho Constitucional y teoría Política en Harvard y ex presidente de la Corte Constitucional, es el hombre en el que recaen la responsabilidad y las esperanzas del Polo Democrático Alternativo (PDA): disputarle el próximo 28 de mayo la jefatura del Estado colombiano a quien la ha ocupado durante la última legislatura, el aún presidente Álvaro Uribe.
Gaviria, formado en Filosofía y Derecho individual, apuesta en su programa electoral por restablecer la importancia de los derechos humanos, sociales y económicos; aboga por acortar la brecha entre el 60 por ciento de pobres y la minoría elitista del país y defiende la implementación de un acuerdo nacional para superar el conflicto, en el que la consecución de la paz vaya ligada a la justicia social.
Especialmente sensible a los excluídos y los exiliados, Carlos Gaviria evalúa con dureza la «política democrática» de Álvaro Uribe y anuncia que, si llega a la presidencia, Colombia ejercerá una política internacional multilateral y soberana. Si las previsiones del Polo Democrático Alternativo se cumplen, en una segunda vuelta podría obtener un 30 por ciento de los votos.
Las encuestas dan como ganador al actual presidente Álvaro Uribe, ¿por qué cree que el pueblo colombiano pueda cambiar ese respaldo?
Porque paulatina y progresivamente va tomando conciencia de los magros resultados del Gobierno de Uribe, incluyendo su proyecto bandera, la política de «seguridad democrática» Recientemente el Ministro de Hacienda hizo una sorpresiva confesión: «El impuesto del 1 por ciento sobre la Renta gravable, destinado a la lucha contra la insurgencia, lo van a pagar sólo los más ricos que son quienes se han beneficiado de la política de seguridad democrática».
Aproximadamente el 10 por ciento de la población colombiana se encuentra en el exterior. ¿Espera su respaldo? ¿Qué les ofrece el Polo?
Espero que un sector muy significativo de ellos me respalde, los que han salido del país por amenazas contra su vida o por falta de empleo.
La población colombiana en el exterior incluye académicos, científicos, profesionales, mujeres en el servicio doméstico, prostitutas, hombres en la construcción, el comercio, personas que se encuentran en las cárceles ¿Cuál es la propuesta de su partido para toda esta población?
Revisar cuidadosamente los tratados sobre migración con el objeto de conseguir que los colombianos en el exterior no reciban un tratamiento indigno. Y en segundo, pero en primer término, vamos a crear las condiciones materiales para que puedan regresar a Colombia, si ésta es su decisión.
En Colombia han ensayado la vía militar, las negociaciones, los acuerdos, el abandono de armas por parte de la insurgencia y el país continúa sumido en una «guerra». ¿Cómo piensa enfrentar el conflicto armado?
Con una doble estrategia: propiciando un acercamiento con los grupos armados, reconociendo que la guerrilla es guerrilla aun cuando sus crímenes de guerra y de lesa humanidad clamen por severas sanciones y adelantando políticas sociales tendientes a atacar las causas del conflicto, que desde luego existe y tiene causas: la pobreza, la miseria, la exclusión, la iniquidad. Lo que ha fracasado no es el diálogo sino un modelo inepto, diseñado más bien para ganar unas elecciones. La guerra intensa de 4 años se ha mostrado aun más inepta.
Los gobiernos de Colombia han tenido una buena relación con Estados Unidos y hoy tienen presencia militar de este país. Usted es el candidato de la izquierda. ¿Cambiarán los términos con la potencia si llega al Palacio de Nariño?
La política internacional nuestra estará signada por el multilateralismo, en un plano de igualdad. Desde luego allí están incluidos los Estados Unidos, pero para nadie que quiera preservar la soberanía del Estado, puede ser bienvenida la presencia de tropas extranjeras en el territorio del país.
La extradición ha sido considerada por los partidos de su país como un mecanismo para erradicar el narcotráfico. ¿Cuál es su propuesta?
Hace parte de la recuperación de la soberanía la decisión de que toda persona que cometa en Colombia un delito consagrado en el código penal colombiano, cualquiera que él sea, debe ser juzgado en Colombia.
Europa se encuentra a la expectativa del nuevo proceso en América Latina. España tiene presencia con diferentes multinacionales. ¿Qué debe esperar este país si usted llega a la presidencia?
Soy un convencido del Estado de Derecho, lo que implica el respeto a los derechos adquiridos, pero tengo la convicción de que paulatinamente la política colombiana frente a las multinacionales debe revisarse en beneficio del país.
Colombia ha hecho record en exclusión. ¿Por qué considera que su propuesta es de inclusión y no la de sus oponentes?
Ninguno de mis oponentes se ha propuesto, programáticamente, superarla. En nuestro caso, somos conscientes de que democracia y exclusión son términos antagónicos.
Es la primera vez que la izquierda presenta unida un candidato. Si gana, puede consolidarse el proyecto, y si pierde, ¿correrían el riesgo de la disolución?
En uno u otro caso nuestro propósito, que trasciende la coyuntura electoral, es consolidar una organización política de izquierda democrática.