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Las herencias del viejo régimen

Denuncian a mercenarios chilenos en Irak

Fuentes: APM

Como en los viejos tiempos de acuerdos entre Pinochet y Sudáfrica, se vuelve a hablar sobre empresas que exportan soldados y agentes de seguridad. Pueden ser por lo menos siete las empresas que funcionan en Chile y se dedican a exportar mercenarios. Esa es la sospecha, por lo menos, de un senador socialista que cuenta […]

Como en los viejos tiempos de acuerdos entre Pinochet y Sudáfrica, se vuelve a hablar sobre empresas que exportan soldados y agentes de seguridad.

Pueden ser por lo menos siete las empresas que funcionan en Chile y se dedican a exportar mercenarios. Esa es la sospecha, por lo menos, de un senador socialista que cuenta con el apoyo de expertos de Naciones Unidas (ONU).

Un reporte del periodista Jorge Luna, corresponsal en santiago de la agencia latinoamericana de noticias Prensa Latina da cuenta de que el español Luís Gómez y la colombiana Amada Benavides, ambos del Grupo de Trabajo de la ONU sobre mercenarios creado en 2005, llegaron a Chile invitados por el gobierno de Michelle Bachelet, pero luego de meses de insistencia del senador Alejandro Navarro.

Navarro planteó esta semana que «se debe terminar con esta industria de engaño laboral sujeta a prohibición internacional, porque o si no estamos permitiendo que muchos chilenos vayan a Irak, a cumplir el rol de carne de cañón de una guerra injusta y oprobiosa».

Los expertos, que permanecerán aquí hasta el próximo viernes, buscan información sobre actividades de empresas militares y de seguridad que «puedan constituir un obstáculo para el derecho de los pueblos a la libre determinación o violen los derechos humanos,» según la ONU.

En septiembre próximo, los expertos deberán presentar un informe sobre el tema al Consejo de Derechos Humanos y la Asamblea General de la ONU, destacó el despacho de Prensa Latina.

En preparación para esta visita, el senador Navarro entregó al ministro de Defensa, José Goñi, nuevos antecedentes acerca de las empresas que reclutan y entrenan a ex uniformados chilenos para enviarlos a Irak como «guardias de seguridad».

También, exhortó al gobierno a manifestar su disposición de suscribir y ratificar el «Convenio Internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios» de la ONU, de 1989.

Navarro planteó que el gobierno debería darle carácter de urgente al proyecto de ley que sobre este tema fue presentado en el 2004 y dijo que el ministro Goñi estaría dispuesto a ello, pero que ahora el tema está en manos del canciller Alejandro Foxley, apuntó Prensa Latina.

Estimamos que esta ratificación debe ser a la brevedad, insistió, porque los riesgos que el país asume al no tener regulada esta situación son enormes.

«Lo peor, dijo el legislador, es que para los iraquíes los mercenarios chilenos, sean o no ex uniformados, son hombres entrenados militarmente, con armas, en condición de invasores».

«Hoy, en Chile, se recluta y entrena a militares en retiro para ser enviados a Irak y a otras zonas en conflicto, con consecuencias que son del todo predecibles no sólo para la seguridad de ellos mismos sino también para la seguridad interna del país», agregó.

Navarro, en su página electrónica parlamentaria, recordó que el primer contacto con el grupo de trabajo de la ONU fue en octubre de 2005, cuando habló on la relatora especial Shaista Shameen sobre los mercenarios.

En enero de 2006, Amada Benavides, del Grupo de Trabajo, informó que se reunirían con la misión chilena en Ginebra, tras lo cual se gestionó la invitación oficial para visitar Chile.

Según Navarro, en Irak, «hay unos 25 mil mercenarios, constituyendo la segunda fuerza de ocupación luego de Estados Unidos y por delante del ejército británico. Es decir, la mayor fuerza de ocupación junto a Estados Unidos es un ejército de mercenarios».

Ya en el 2004, la revista Punto Final había denunciado que «los ex militares chilenos han sido seleccionados por su experiencia profesional, adquirida durante la represión ejercida por la dictadura».

Asimismo, «por su capacidad de combate y disciplina, alcanzados en un riguroso entrenamiento en que han participado instructores norteamericanos».