Con la mesa preparada desde las tres de la tarde (hora cubana), periodistas de diferentes latitudes esperaron por cinco horas que los garantes, el Gobierno y las FARC tomaran asiento. Pero no se sentaron. Los nombres de los delegados fueron retirados del mantel y la esperanza de un acuerdo o comunicado conjunto se esfumó este […]
Con la mesa preparada desde las tres de la tarde (hora cubana), periodistas de diferentes latitudes esperaron por cinco horas que los garantes, el Gobierno y las FARC tomaran asiento. Pero no se sentaron. Los nombres de los delegados fueron retirados del mantel y la esperanza de un acuerdo o comunicado conjunto se esfumó este viernes.
Imposiciones del Gobierno como las zonas de concentración, aprobadas por el Congreso de la República sin pasar por la mesa de diálogo, y que las FARC no tardaron en rechazar y calificar de «cárceles a cielo abierto», pasaron cuenta de cobro a la paz.
Desde el año pasado las FARC han propuesto los Territorios Especiales para la Paz (Terrepaz) donde harían su vida política, económica, social y cultural después de dejar las armas. Estos territorios traerían «inversión social y desarrollo a los comunidades», según expresa la organización guerrillera.
Igualmente el plebiscito, aprobado por el Congreso como mecanismo de refrendación de los acuerdos, es otro obstáculo, en tanto que no fue decidido en la mesa de diálogo. Para las FARC el mecanismo refrendatorio sería en una Asamblea Nacional Constituyente.
Las dificultades son notorias. Y el Gobierno terminó reconociéndolas: «Con toda honestidad, tenemos que informar a la opinión pública que en este momento subsisten diferencias importantes con las FARC sobre temas de fondo», informó Humberto de la Calle, jefe de la delegación de paz del Gobierno.
Para la insurgencia todo aquello que no se apruebe en la mesa de diálogo «no es vinculante», han manifestado en diferentes oportunidades en relación al plebiscito y las zonas de concentración, aclarando que solo los obliga aquello que se defina en la agenda del proceso de paz, cuyo nuevo ciclo reiniciará el 4 de abril.
Las FARC han expresado contar con una «Hoja de Ruta» para avanzar en los diálogos, manifestando que esperan que «sea acordada en el próximo ciclo de conversaciones. Y añaden que están «delineando el camino más próximo para avanzar en la concreción de asuntos cruciales como la amnistía, el cese bilateral del fuego y de hostilidades, el proceso de dejación de armas, la ejecución de acciones que garanticen, con la máxima participación popular, la seguridad jurídica, y a implementación efectiva de todos los compromisos», afirmó con optimismo Iván Márquez, jefe de la delegación de paz de las FARC.