La misión del periodismo es alimentar grandes corrientes de opinión que impulsen el progreso de la Humanidad y aseguren la paz y justicia en el mundo. En el siglo XXI ese rol enfrenta nuevos y enormes desafíos. La supervivencia del ser humano en la Tierra está en peligro. El cambio climático y el acelerado agotamiento […]
La misión del periodismo es alimentar grandes corrientes de opinión que impulsen el progreso de la Humanidad y aseguren la paz y justicia en el mundo.
En el siglo XXI ese rol enfrenta nuevos y enormes desafíos. La supervivencia del ser humano en la Tierra está en peligro. El cambio climático y el acelerado agotamiento de los recursos vitales del planeta debido a la voracidad de la economía capitalista, hace vislumbrar el fin de la especie humana.
Esto obliga al periodismo a asumir su responsabilidad en la denuncia de esta amenaza y en la promoción de iniciativas para proteger a la Humanidad. Pero un mundo seguro sólo será posible mediante un cambio profundo del sistema económico, social y cultural que promueve la desigualdad entre seres humanos y naciones, las guerras de rapiña y las violaciones de los derechos humanos.
El periodismo debe tomar partido en esta disputa entre la vida y la muerte. No puede limitarse a ser un testigo, debe ser un actor activo en defensa de la Humanidad.
Para cumplir ese rol necesita nuevas ideas, renovar su lenguaje y dominar todas las técnicas de la comunicación.
Los medios de comunicación tienen íntimo vínculo con la maduración del pensamiento de partidos políticos, organizaciones sociales, intelectuales y de la comunidad en general. Es la voluntad del poder popular, en síntesis, la que se debe expresar en la batalla de ideas y así dar origen al nuevo mensaje del periodismo del siglo XXI.
El 60° aniversario de la Revolución Cubana -que removió las aguas del pensamiento latinoamericano-, es la oportunidad adecuada para asumir la tarea revolucionaria de nuestra época: la defensa de la supervivencia de la Humanidad