Piedad Córdoba es un emblema de la dignidad e inteligencia de la mujer colombiana del siglo XXI. Es una insigne ciudadana que enorgullece a los colombianos. Su liderazgo en favor de los débiles, de los pobres, de las mujeres y sus derechos, de las comunidades afrodescendientes, de los indígenas y de otras minorías sociales es […]
Piedad Córdoba es un emblema de la dignidad e inteligencia de la mujer colombiana del siglo XXI.
Es una insigne ciudadana que enorgullece a los colombianos.
Su liderazgo en favor de los débiles, de los pobres, de las mujeres y sus derechos, de las comunidades afrodescendientes, de los indígenas y de otras minorías sociales es un hecho de connotaciones sociales y políticas que resulta vano desconocer, como lo pretenden las viejas clases oligárquicas de este país ancladas en el pasado, el atraso y la violencia contra las clase subalternas.
Su tenaz e indoblegable lucha por la paz, la convivencia y la plena vigencia del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, ha perfilado la presencia de una subjetividad política alterna y potente. Piedad anima e impulsa a millones de colombianos para constituirse en un sujeto de cambio y transformación de la obsoleta organización socio-política que padecemos.
Eso le ha valido persecución, calumnias, señalamientos infames, planes para asesinarla, pérdida de sus derechos políticos, campañas para encarcelarla, montajes mediáticos para caricaturizarla y desacreditarla.
Pero ella es superior y vive, se agiganta en su titánica resistencia y lucha como esperanza de millones de seres humanos de este país que sueñan con un mejor futuro para sus hijos.
Por tal razón. Por ese hecho moral incuestionable, quienes la conocemos, quienes la acompañamos, quienes sabemos de su profundo humanismo, de sus sentido ético de la política y del liderazgo, vamos a tributarle un gran homenaje nacional de desagravio por los ataques de que ha sido víctima en los últimos días a raíz de su solidaridad militante con los indígenas Nasa del Cauca, también objeto de la feroz intransigencia militarista gubernamental.
Llamamos a las fuerzas vivas, a las personas honestas y solidarias, para que acompañemos a Piedad Córdoba en este homenaje nacional que le tributaremos en Bogota, en fecha que se dará a conocer próximamente.
¡Qué viva Piedad Córdoba y su grandiosa lucha contra la oligarquía y el militarismo!
¡Que viva la lucha del pueblo colombiano por la democracia y el Socialismo!
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