La televisión nacional denunció a un periodista de la agencia internacional de noticias Reuters de establecer una cita de enlace entre un agente secreto cubano que se hacía pasar por disidente y un diplomático estadounidense acusado de ser un oficial de la CIA. El programa «Las Razones de Cuba» presentó al opositor cubano Raúl Capote […]
La televisión nacional denunció a un periodista de la agencia internacional de noticias Reuters de establecer una cita de enlace entre un agente secreto cubano que se hacía pasar por disidente y un diplomático estadounidense acusado de ser un oficial de la CIA.
El programa «Las Razones de Cuba» presentó al opositor cubano Raúl Capote como el denominado Agente Daniel de la Seguridad del Estado cubana.
Capote narró como el ex jefe de Reuters en La Habana, Anthony Boadle, se prestó de «enlace» para que conociera al diplomático estadounidense Mark Sullivan, acusado por Cuba como oficial de la CIA.
Según Capote asistió a una recepción con Boadle, en la embajada alemana, en un determinado momento de la velada ambos salieron de la fiesta juntos.
Capote contó que caminaron hasta una calle oscura donde había un auto estacionado y dentro del vehículo estaba Sullivan, un diplomático que trabajó para la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana de 2006 a 2008.
Según el programa, Boadle del 2002 a 2008 publicó reportes que favorecían a la oposición y los intereses de Estados Unidos y la Unión Europea.
Boadle en la actualidad continúa trabajando para Reuters como editor en Washington.
La CIA le facilitó a Capote modernos medios de infocomunicaciones, entre ellos un BGAN, equipo para la conexión satelital directa que permite el acceso a Internet sin dejar rastro de la señal, reveló el programa televisivo.
Recientemente el contratista estadounidense Alan Gross, fue condenado por la justicia cubana a 15 años de prisión acusado de ingresar ilegalmente al país y repartir entre los grupos opositores equipos de comunicación satelital.
El espionaje estadounidense tenía como principal interés penetrar grupos intelectuales y universitarios con opiniones contrarias al gobierno cubano para crear una disidencia nueva ante el fracaso de la actual.
Raúl Capote, escritor y profesor universitario, recibió instrucciones de varios oficiales de la CIA en La Habana para buscar distintos tipos de información y la creación de una agencia literaria y una biblioteca virtual.
La CIA le pidió información al agente cubano sobre una posible transición en la Isla y la figura del presidente, Raúl Castro, así como el papel de los intelectuales en ese tipo de coyuntura.
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