El metal precioso está guardado a nombre del ex dictador. El Consejo de Defensa del Estado (CDE) presentó ayer un escrito para que el ministro a cargo pueda decretar medidas cautelares sobre estos bienes
Una reservada gestión realizó ayer el Consejo de Defensa del Estado (CDE) luego que fueran descubiertos más de mil lingotes de oro que Augusto Pinochet mantenía guardados en un banco de Hong Kong por una suma que se calcula supera los cien millones de dólares.
El metal precioso estaba en las bodegas de una entidad financiera de la ciudad asiática a nombre del propio Pinochet y no había aparecido hasta ahora ni en la indagatoria del llamado caso Riggs en Chile, como tampoco en la investigación que realizó en 2004 el Senado de los Estados Unidos.
Según las fuentes consultadas por La Nación, el escrito del organismo fiscal solicitó al tribunal que remitiera los antecedentes sobre la aparición del oro en Hong Kong a la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones.
En ese tribunal continúa pendiente la implicancia presentada por el abogado Pablo Rodríguez -defensor de Pinochet- en contra del ministro de fuero Carlos Cerda, recurso que busca alejarlo permanentemente de la sustanciación del proceso.
Junto a la mencionada acción judicial, se tramita paralelamente una orden de no innovar (ONI) que al haber sido acogida por el tribunal de alzada, mantiene a la causa sin movimiento y al juez instructor que reemplaza a Cerda, sin la posibilidad de decretar diligencias.
De esta manera, la estrategia judicial del CDE es modificar esa medida para que el tribunal actúe sin trabas.
De acuerdo con los antecedentes recabados por este diario, el oficio del CDE busca que se decreten medidas cautelares sobre el metal y evitar así que tanto Pinochet, como su defensa -o bien abogados que pudiera haber contratado en Hong Kong-, puedan retirarlos y perderles así el rastro.
Por esta razón para el CDE es importante que la Quinta Sala del tribunal de alzada capitalino levante la ONI.
La idea es que no suceda lo mismo que con los fondos que Óscar Aitken, el ex albacea de Pinochet, guardaba en Suiza. Las autoridades del país helvético declinaron iniciar una investigación y retener los dineros del Aitken y por el contrario le entregaron los poco más de tres millones de dólares que depositó hace algunos años.
Primer metal, más dinero
Desde que en 2004 el Senado de Estados Unidos dio a conocer la investigación que reveló la telaraña de cuentas y empresas en paraísos fiscales y bancos de Europa que mantuvo Pinochet y su familia, nunca se habló ni escuchó de la existencia de oro, otros metales preciosos o joyas.
Así, el ex dictador agrega otra danza de millones de dólares a los casi 33 que ha comprobado tanto la justicia como el CDE y el Servicio de Impuestos Internos (SII).
Hasta ahora no hay claridad respecto en qué suma quedará la fortuna ilícita del ex dictador, aunque bien se podría especular respecto del origen del metal precioso. O fue comprado en el extranjero o bien pudo haber salido de las arcas fiscales una vez que condujo el golpe militar de 1973.
En cualquier caso, la aparición de estos más de mil lingotes abre una nueva veta de misterio no sólo sobre el origen de los mismos, sino respecto a quién fue el operador con el banco asiático, en momentos en que el caso Riggs perdía notoriedad pública.