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Despedida a un amigo de la Casa de las Américas

Fuentes: www.laventana.casa.cult.cu

Ahora que se ha ido Jorge Enrique Adoum, la Casa recuerda con especial afecto al poeta ecuatoriano que nos acompañó desde aquellos días fundacionales en que se nos revelara con Dios trajo la sombra

Muy pocos intelectuales de nuestra América han estado tan profundamente vinculados a la Casa de las Américas como él. Poquísimos, además, durante tanto tiempo porque -como recuerdan todas las semblanzas y tributos que se le dedican- Jorge Enrique Adoum fue el primer ganador en el género de poesía de lo que se llamaba Concurso Literario Hispanoamericano, allá en el lejano 1960.

Ahora que se ha ido, la Casa recuerda con especial afecto al poeta, narrador, dramaturgo, ensayista, político y diplomático ecuatoriano que nos acompañó desde aquellos días fundacionales en que se nos revelara con Dios trajo la sombra. A partir de entonces fue habitual verlo en la Casa y sus publicaciones, y aprendimos a tenerlo entre nosotros como parte de lo que a la postre se llamaría Premio Literario Casa de las Américas, en el cual fue jurado de poesía en 1968, de teatro en 1975 y de novela en 1989.

Al cumplir la Casa treinta años de vida, es decir, hace exactamente dos décadas, Adoum -quien luego recibiría la medalla Haydee Santamaría que otorga nuestra institución- fue invitado a decir las palabras inaugurales del Premio Literario. Allí recordaba que diez años antes él mismo había participado en una encuesta sobre el significado de la Revolución Cubana realizada por la revista Casa de las Américas entre más de cincuenta intelectuales.

En esas palabras inaugurales Adoum citaba su respuesta de diez años antes, en las que confesaba que aquel momento había significado, para él, el encuentro del «optimismo histórico contra el pesimismo geográfico» de nuestro Continente. Y le reprochaba a la Casa que le hubiera hecho tan difícil sus sucesivas mudanzas, porque lo obligaba a cargar con una biblioteca que, sin ella, hubiera sido «menos voluminosa y menos pesada».

Esa biblioteca, por cierto, lo incluiría. Algunos de los muchos libros que el «Turco» escribió hallaron espacio en nuestra editorial. Aparte del premio ya mencionado es posible encontrar en el catálogo de la Casa su poemario Informe personal sobre la situación y la celebrada novela Entre Marx y una mujer desnuda.

Esos libros y las decenas de textos que publicó en la revista, los encuentros periódicos con él, su amistad, forman también parte de la historia de cincuenta años de la Casa. Una historia que cuenta con el privilegio de haber sido edificada, entre otros, por amigos como Jorge Enrique Adoum.

 

http://laventana.casa.cult.cu/modules.php?name=News&file=article&sid=4969