Es en el contexto de articulación entre el enriquecimiento de unos pocos y la represión contra las mayorías empobrecidas e indignadas ante el saqueo, que se inscribe la realidad descomunal los presos políticos en Colombia. Las prácticas del terror como las violaciones, desapariciones forzadas y masacres persiguen operar un quiebre en lo más profundo de cada ser, y anudarlo a la angustia. Se busca, mediante el terror y el castigo sistemático, quebrar la dignidad de un pueblo y su capacidad de indignación y reivindicación; colonizar y destruir ese espacio primigenio de la resistencia en cada individuo, enfermando a la sociedad en su conjunto: se busca la destrucción de la mentalidad solidaria, del sentimiento de empatía, de la rebeldía ante la injusticia. Los encarcelamientos masivos y el uso sistemático de la tortura en los centros penitenciarios, también cumplen una función en la guerra contra la capacidad de empatía y reivindicación.
La cantidad alarmante de presos políticos en Colombia es indisociable del contexto de despojo, empobrecimiento y represión correlativa que se ejerce contra el pueblo colombiano, para beneficio del gran capital. En esta segunda parte ahondaremos en el contexto de saqueo económico y la represión que lo sustenta, deteniéndonos particularmente en tres claves de la estrategia represiva alrededor de las cuales se articula el drama colombiano.
Los 7.500 presos políticos son parte de esos seres cuyo silenciamiento es la otra cara de las grandes cifras de negocios que logran las transnacionales en Colombia: son esa voz sindical enjaulada, ese periodista engrilletado, esa socióloga neutralizada, ese campesino castigado por articular procesos comunitarios de reivindicación agraria, esa ambientalista amordazada por luchar por los humedales y ríos contra la voracidad de multinacionales de la energía o de la mega minería, ese médico judicializado por negarse a que la salud sea una mercancía, ese artista castigado por su arte con pensamiento crítico y compromiso social, etc. La mayoría de los presos políticos en Colombia son civiles encarcelados bajo montajes judiciales para callar la reivindicación social, y callar al pensamiento crítico [1] . Lo que busca el estado, funcional al gran capital, es desarticular la organización social, hacer desaparecer el tejido socio-político que pugna por un cambio en la situación de expolio y desigualdad social.
Colombia es el tercer país más desigual del mundo, justo tras Haití. Es uno de los países más ricos del mundo, y sin embargo su población es gravemente empobrecida por el saqueo: El 68% de la población de Colombia vive en la pobreza e indigencia. Hay 8 millones de indigentes y 20 millones de pobres [2]. Correlativamente a esta miseria, el hombre más enriquecido de Colombia, el banquero Sarmiento Angulo, controla el 42% del crédito nacional y ocupa el puesto 75 de las personas más ricas del mundo. En el último año Sarmiento dobló su fortuna, al pasar de US$5.600 millones a US$10.500 millones [3]. La riqueza de un puñado crece a la par del empobrecimiento de las mayorías. Las multinacionales incrementan su fortuna mientras el pueblo sufre despojo, desplazamiento forzado, carencias de los básicos derechos humanos económicos y sociales: «Teóricamente Colombia se queda con el 4% (de lo explotado por la minería multinacional); sin embargo ni siquiera es el 4% porque los impuestos que los colombianos pagan son usados para la exenciones tributarias: es decir, los colombianos en su totalidad financian a estas grandes empresas extranjeras para que se lleven el 99% de nuestros recursos.» Expresa un ecologista colombiano. [4]
La presa política y de guerra, Marinelly Hernández, en la narración de sus vivencias, expresa esta correlación entre el saqueo de los recursos y las masacres perpetradas por el Ejército y la herramienta paramilitar contra la población de las zonas codiciadas por el gran capital: «El Capitán Martínez con sus tropas ingresaron a unas minas de oro donde se encontraban los campesinos sacando el mineral: un día antes, lanzaron panfletos diciéndoles que desalojaran, y al otro día entraron con motosierras y hachas, amarraron a los trabajadores en cadena y delante de ellos iban soltando de uno en uno, sin asesinarlos, les quitaban los brazos, las piernas y luego de cada persona recogían un solo brazo, una sola pierna, hacían un montón y lo tiraban al río y otros a los huecos de las minas y otros los dejaban para que las aves se los comieran» [5] , se refiere a la masacre del Río Nare.
Paul Martin, de UNICEF, expuso de qué manera el cerebro de un niño se ve atrofiado por la desnutrición y la gravedad de la situación de la infancia en Colombia: «12% de los niños de Colombia padecen desnutrición crónica. Van a sufrir física y mentalmente: nunca este 12% va a tener la oportunidad de contribuir con el 100% de su capacidad humana (…) El 90% de la capacidad del ser humano se desarrolla en sus primeros 3 años; los niños desnutridos antes de esa edad nunca serán capaces de recuperar esta parte de su capacidad. En una radiografía del cerebro de un niño bien nutrido se puede ver que el cerebro es muy denso, con muchas interconexiones; y junto a él, el cerebro de un niño con desnutrición severa se ve delgado, con agujeros: esto es el daño físico causado por la desnutrición» [6].
Las grandes fortunas incrementan su capital gracias al despojo de millones de campesinos de sus tierras, gracias a la privatización de la salud, de la educación y demás servicios; gracias al pago de salarios de miseria; al establecimiento de zonas francas, gracias a la utilización del erario público para la financiación de la banca, gracias a la destrucción del medio ambiente. Más del 40% del territorio de Colombia está pedido en concesión por multinacionales mineras: de sus 114 millones de hectáreas, cerca de 45 millones están solicitadas [7]. Colombia tiene más de 5,2 millones de personas desplazadas: es el país del mundo con mayor número de desplazados, junto con Sudán [8].
Los desplazamientos masivos de poblaciones obedecen a una razón: vaciar de habitantes y de reivindicaciones las tierras codiciadas por las multinacionales (mineras, energéticas, del agro industrial, etc.). En este contexto de saqueo y empobrecimiento el Terrorismo de Estado juega un rol clave: garantiza la continuidad del saqueo eliminando opositores. Reseñaré en este texto tres elementos que plasman la realidad colombiana de persecución política inherente al saqueo de los recursos, en la cual se inscriben los encarcelamientos políticos.
1. Desplazamiento forzado es planificado
El desplazamiento forzado de poblaciones en Colombia es provocado por masacres dirigidas intencionalmente contra la población civil, y no tanto por «la bala perdida» como quiere hacerlo creer la falsimedia que busca diluir la realidad en un magma confuso para eliminar las responsabilidades concretas del latifundio y del poder multinacional. Hay una planificación del desplazamiento poblacional, no es algo aleatorio: las zonas vaciadas de población coinciden con las zonas de alto interés económico y con las zonas en las que previamente hubo un tejido social organizado y fuerte. Además del despojo, el desplazamiento forzado tiene la función de eliminar reivindicaciones sociales, y juega un rol clave en la guerra sucia que libra el estado colombiano y el gran capital contra el «enemigo interno»: siendo conceptualizada como «enemigo interno» la población. Se trata de «quitarle el agua al pez», en el entendido que el agua es la población civil y la insurgencia es el pez. Se aplica la estrategia de «tierra arrasada» implementada por los estadounidenses en Vietnam: arrasando poblados enteros para impedir el apoyo popular al Vietcong. La misma estrategia fue aplicada en El Salvador y Guatemala. Bajo el rótulo del «fuego cruzado» y «la bala perdida» los mass media y la USAID pretenden disfrazar la realidad: los más grandes desplazamientos poblacionales en Colombia han ocurrido provocados por masacres directamente efectuadas contra la población civil por la herramienta paramilitar y el ejército, con motosierras y listas de personas a ejecutar en la plaza pública.
Hay casos tan flagrantes y planificados como la masacre de Mapiripán: en la que los paramilitares fueron llevados en aviones Antonov y DC3 de un departamento a otro, y trasladados en camiones del ejército al sitio de la masacre [9]. Allí estuvieron amputando, violando, cortado cabezas durante 10 días, mientras el ejército impedía que entrara o saliera nadie del sitio de la masacre. Debido al cerco del ejército nadie pudo darle auxilio a la población. Unas 60 personas fueron asesinadas: sometidas a toda clase de torturas. Hasta hoy hay dificultad para identificar a las víctimas dada la barbarie con que la herramienta paramilitar procedió a descuartizar, lanzar al río, desaparecer a las víctimas. Según lo confesó el General Uzcátegui en una grabación: «¿sabe qué hizo la Brigada militar Móvil 2? Colocó un colchón de aire o de seguridad para que salieran los paramilitares. Esto es gravísimo y es un secreto. El ejército no sólo tiene vínculos con los paramilitares, no sólo no los combatió, sino que combatió a las FARC para que las FARC no golpearan a los paramilitares » [Ibíd.].
Mientras los paramilitares descuartizaban a civiles en Mapiripán, el ejército les garantizaba la labor combatiendo a las FARC que intentaron romper el cerco militar bajo el cuál los paramilitares torturaban a los campesinos; pero el cerco era una operación con planchones sobre el río, retenes, y aviación. El ejército garantizó que la masacre durara y comprendiera las torturas más aberrantes: no era «una bala perdida» era una operación de Terrorismo de Estado dentro de la estrategia de tierra arrasada en la zona de los Llanos Orientales, en la que estuvo envuelta la asesoría estadounidense. El Obispo del Guaviare testimonió: «Pasaron varios camiones con alrededor de 120 hombres de civil sin armas, después de pasar por el batallón salieron con uniformes y armados, continuaron su rumbo por tierra hacia un sitio denominado «Charras»; otro grupo de paramilitares también se desplazó hasta «Charras» pero lo hizo por el río Guaviare, pasando por el punto de control militar sobre el río, conocido como el Barranquón» [Ibíd.]
El campesinado también denuncia que los bombardeos [10] y las fumigaciones con glifosato y demás agentes químicos buscan provocar desplazamientos masivos: siendo factores hambreadores las fumigaciones que envenenan los ríos, destruyen los cultivos alimentarios, provocan mutaciones genéticas, aumento de cáncer, y esterilizan el suelo [11].
2. La herramienta paramilitar perpetúa un sistema de iniquidad mediante crímenes ejercidos de manera encubierta, lo que permite validar la pantomima democrática
El paramilitarismo es una herramienta del gran capital articulada desde el mismo Estado, cuya función es eliminar la oposición política, cometer masacres abominables con la finalidad de callar reivindicaciones y desplazar masivas cantidades de personas mediante la inyección de terror. El surgimiento, evolución y permanencia de la herramienta paramilitar es funcional al gran capital: permite la acumulación de tierras y capital en pocas manos. Su accionar se desarrolla en coordinación con la fuerza pública. Se encuentra planteada en los manuales militares como estrategia contra-insurgente, en el marco de la doctrina del «enemigo interno» [12] .
El terror empleado por la herramienta paramilitar no es una cuestión fortuita, o un ‘daño colateral’ de una guerra contrainsurgente prolongada, sino algo plenamente planificado: como el exterminio no alcanza a asesinar a cada habitante de un campo codiciado, a cada humano que pretenda enarbolar una reivindicación, se busca entonces ‘docilizar’ a la población mediante ‘castigos ejemplarizantes’, paralizarla en sus reclamos mediante el miedo; por ello los niveles de barbarie son extremos, se trata de asesinar la voluntad. Esta estrategia de disuadir por el terror ha sido empleada de manera constante contra la población a lo largo de la historia colombiana: el corte corbata que consiste en sacarle la lengua a la persona mediante un hueco en la tráquea, ya se usaba por los escuadrones funcionales al latifundio llamados ‘Pájaros’ en épocas de la ‘Violencia’, y esta y otras técnicas del terror fueron aplicadas contra la población civil mucho antes incluso del asesinato de Gaitán, dado que el terror ejercido desde el poder fue usado por la colonia en proporciones dantescas para quebrar la fibra más íntima de la resistencia ante la ocupación: un quiebre que, como hoy, se opera en lo más profundo de cada ser, y lo anuda a la angustia.
Se busca quebrar la dignidad de un pueblo y su capacidad de indignación y reivindicación: por ello las herramientas del gran capital practican violaciones de niños, de ancianos, descuartizamientos, decapitaciones seguidas de ‘partidos de fútbol’ con las cabezas [13] , etc. El terror es usado para colonizar y destruir ese espacio primigenio de la resistencia en cada individuo, enfermando a la sociedad en su conjunto: busca la destrucción de la mentalidad solidaria, del sentimiento de empatía, de la rebeldía ante la injusticia. Los encarcelamientos masivos y el uso sistemático de la tortura en los centros penitenciarios también cumplen una función en la guerra contra la capacidad de empatía y reivindicación.
En la estrategia del terror que aplica la herramienta paramilitar en connivencia con la fuerza pública se plasma también la omnipresente injerencia estadounidense: las enseñanzas de formadores en torturas estadounidenses e israelíes, retoman la experiencia aplicada por el colonialismo francés en Argelia [14] , o por el colonialismo Belga en el Congo, por citar solo dos ejemplos. Las estructuras militares y paramilitares son adiestradas en el más rancio anti-comunismo y bendecidas por eclesiásticos funcionales al terror. El control social paramilitar se ejerce en torno a valores fascistas en amplias regiones del país: para cortar de cuajo el surgimiento de la reivindicación social. La doble moral católica en la herramienta paramilitar alcanza su paroxismo: castiga con marcas corporales o amputaciones a las mujeres por ‘ ‘sonreír demasiado’ pero en cambio no tiene ningún escrúpulo en violar mujeres y niñas como forma de inyectar el terror, llegando a tener los jefes paramilitares hasta 50 niñas menores de 15 años violadas y dispuestas en esclavitud sexual, como lo testimoniaron las víctimas del Jefe paramilitar alias El Patrón [15] . Las ‘zonas de consolidación’ son zonas de amedrentamiento para beneficio del gran capital.
Mediante crímenes ejercidos por una herramienta encubierta, se perpetúa un sistema de iniquidad: poniendo en primer plano la pantomima democrática mientras se comete un genocidio. Abundan los testimonios de víctimas, de jefes paramilitares y los documentos sobre la compenetración entre paramilitarismo y fuerza pública ; pero la «democracia» colombiana con eje paramilitar sigue impune.
Hay una perversa estrategia mediática ante la imposibilidad de ocultar la magnitud del genocidio, que consiste en conjugar la realidad paramilitar al pasado, mientras las masacres, barbarie y control social continúan en el presente . En la actualidad la herramienta paramilitar sigue activa y en constante crecimiento como lo denuncian los hechos, las comunidades y las víctimas [16] . El informe de noviembre 2011 del Indepaz arroja que los paramilitares operan e instauran el control social en 347 municipios, de 31 departamentos: un territorio mayor al del año anterior. El Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado denuncia: «Las acciones del gobierno de Santos para encubrir el paramilitarismo (…) la persistencia de los Crímenes de Lesa Humanidad se encubre bajo la denominación de ‘Bandas Criminales’ (BACRIM), que es parte de la reingeniería paramilitar y la falsedad del espectáculo de las desmovilizaciones. Persistiendo el poder mafioso, político y empresarial en las estructuras paramilitares. Continúa la criminalización de la protesta social, la judicialización de campesinos, estudiantes y defensores de DDHH, con la prolongación de la práctica de la desaparición forzada, de la violencia sexual, del control militar de la vida y del pensamiento crítico» [17].
3. Desaparición Forzada: crimen de Estado que anega a Colombia
La desaparición forzada busca eliminar la reivindicación social mediante la eliminación del desaparecido y mediante la inyección de terror que su desaparición deja impresa en su núcleo social; cumple además la funcionalidad «practica» para los estados represores de reducir las cifras de asesinatos. En Colombia varios jefes paramilitares han confesado cómo desde los altos mandos militares y políticos ha sido enviada la orden de que desaparecieran «de cualquier manera» a las víctimas para no dejar rastros y evitar que las cifras de homicidios crezcan. Varios miembros de la Estrategia paramilitar han confesado que implementaron la utilización de criaderos de caimanes y de hornos crematorios para quemar a las víctimas, a veces vivas: «Lo echaron vivo ahí (…) El horno lo manejaba un señor al que le decían ‘funeraria’, creo que se llama Ricardo; dos señores le hacían mantenimiento a las parrillas y a las chimeneas, porque se tapaban con grasa humana» , confesó un paramilitar [18 ].
La cuantificación de la amplitud del drama se dificulta al desaparecer los cuerpos y al ser amenazados e incluso asesinados los denunciantes. No obstante, contamos con algunas cifras. El crimen de Estado de desaparición forzada de la «democracia» en Colombia ha rebasado las dramáticas cifras de las dictaduras de Argentina y Chile reunidas: sólo en 3 años el Terrorismo de Estado ha desaparecido a 38.255 personas, según un informe de Medicina legal [19 ].
Las estimaciones de desaparición forzada son obviamente minimizadas desde el Estado, sin embargo ha debido reconocer la existencia de al menos 51.000 desaparecidos: «Al mes de noviembre de 2010, las estadísticas oficiales del gobierno de Colombia registran más de 51.000 Desapariciones» señala la US office on Colombia [20 ].
En enero 2011 la Fiscalía publicó un informe [21 ] : tiene documentados 173.183 asesinatos y 34.467 desapariciones forzadas, entre otros crímenes cometidos entre junio de 2005 y el 31 de diciembre de 2010 por la herramienta paramilitar. Del informe de Medicina legal y del de la Fiscalía se deduce un promedio de 13.000 desaparecidos al año, perpetrados entre fuerza pública y herramienta paramilitar. Esto confirma las denuncias de Piedad Córdoba de 250.000 personas desaparecidas en 20 años [22 ].
El 23 de mayo 2011 el representante del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Christian Salazar, informó que la ONU estima que más de 57.200 personas han sido desaparecidas en Colombia [23 ].
En Colombia fue hallada la mayor fosa común del continente americano, con 2000 cadáveres de desaparecidos: la gigantesca fosa se encuentra detrás del batallón de la fuerza Omega del Plan Colombia, que goza de estrecha asesoría estadounidense [24 ]. Tras el dantesco hallazgo, se han producido otros hallazgos de fosas comunes en el 2010 y 2011 que dan testimonio de la amplitud de la embestida represiva: » Denuncian el hallazgo de al menos 1.505 cuerpos más en fosas comunes en Colombia, en el Meta, en la misma región que la mayor fosa común del continente (…) cuyos cadáveres son cuerpos de desaparecidos y asesinados por el ejército, como quedó evidenciado en las Audiencias públicas a testigos y familiares de desaparecidos» [25 ].
Bajo el gobierno de Santos el crimen de estado de la desaparición forzada continúa abatiéndose contra opositores políticos y activistas sociales.
Es en este contexto de clara articulación entre el enriquecimiento de unos pocos y la represión contra las mayorías empobrecidas e indignadas ante el saqueo, que se inscribe la realidad descomunal los presos políticos en Colombia. En la Parte III de este Dossier abordaremos el incremento del uso del aparato judicial como arma de guerra contra la población, incluyendo la persecución política allende las fronteras y el aumento de capturas masivas en las zonas de alto interés económico; el tema de los montajes judiciales bajo los cuales son encarcelados los presos políticos, y la gravedad de lo que aparece como «secuestro carcelario».
NOTAS
* Este texto es la II Parte del dossier Colombia y sus miles de presos políticos silenciados que abarca el contexto de intereses económicos y la represión política correlativa, las condiciones de tortura, los montajes judiciales, la invisibilización del drama y lo que su existencia pone de manifiesto. El índice de capítulos del dossier completo puede consultarse tras las Notas.
[1] Miles de presos políticos son el rostro de la empatía acribillada. http://www.
[2] El estudio de la Misión para el Empalme de las Series de Empleo (MESEP), Pobreza y Desigualdad 2009, contabilizó 8 millones de colombianos en la indigencia y 20 millones de pobres. En las zonas rurales, de cada 100 hogares 65 son considerados pobres y 33 viven en indigencia. http://www.abpnoticias.com/
En Colombia mueren anualmente más de 20 mil niños menores de 5 años por desnutrición aguda, de cada 100 madres desplazadas gestantes 80 padecen desnutrición crónica, UNICEF:http://www.
http://colombia.indymedia.org/
[3] Marzo 2011: «Con una fortuna calculada en US$10.500 millones, el banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo, ocupa el puesto 75 en la lista de las personas más ricas del mundo de la revista Forbes. Además, si se hiciera una clasificación de los billonarios que derivan la mayor parte de sus ingresos del sector financiero, el colombiano aparecería en el tercer lugar en el planeta. Luis Carlos Sarmiento escaló este año 28 puestos en la lista, uno de los ascensos más importantes en el ranking. Con esto, entró al grupo de las 100 mayores fortunas del globo. Los cálculos apuntaban a que el dueño del Grupo Aval subiría cerca de seis puestos en la lista de Forbes, pero superó las expectativas: dobló su fortuna en un año, al pasar de US$5.600 millones a la cifra actual.»Sarmiento es Dueño de Caracol Televisión, El Espectador, Cromos, Cine Colombia. http://
Sarmiento Angulo, el empresario mas enriquecido de Colombia es, junto con el puñado de oligarcas entre los que destacan Ardila Lule y Santo Domingo, el promotor mayor de la nefasta «Seguridad Demócrática», a cada una de sus sugerencias, el gobierno obedece en un tiempo récord, como cuando propuso que «el impuesto para financiar la seguridad democrática» fuera permanente y que se extendiera a todos los colombianos: http://www.
Crecen las ganancias de las grandes empresas http://www.
[4] El Gobierno beneficia a las multinacionales mineras en detrimento del medio ambiente y las comunidades http://www.
[5] http://www.
[6] Paul Martin, Representante UNICEF para Colombia: «12% de los niños de Colombia con desnutrición crónica. Van a sufrir física y mentalmente: nunca este 12% va a tener la oportunidad de contribuir con el 100% de su capacidad humana (…)sabemos que el 90% de la capacidad del ser humano se desarrolla en sus primeros 3 años, los niños que están desnutridos antes de esa edad nunca serán capaces de recuperar esta parte de su capacidad.»http://translate.
[7] El 40% del territorio colombiano está pedido en concesión para proyectos mineros. De las 114 millones de hectáreas que tiene Colombia, cerca de 45 millones están solicitadas para este fin. http://www.rebelion.org/
[8] Peor que Sudán, Iraq o Afganistán (VIDEO): Colombia es el país con más desplazados y refugiados internos. Según CODHES más de 5 millones de colombianos son desplazados.
http://www.codhes.org/
«5,195.620 millones de personas (1039.124 hogares) han sido desplazadas a la fuerza en Colombia.» En promedio cada año, unas 208.000 personas son desplazadas forzadamente. El 11,42 % de la población colombiana se encuentra desplazada de manera forzada. Más de 280 mil desplazados y 176 asesinatos selectivos en 2010: CODHES, Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (20-06-2011)
http://www.rebelion.org/docs/
[9] La masacre de Mapiripán en la que los paramilitares, fueron llevados en aviones Antonov y DC3 de un departamento a otro, y trasladados en camiones del ejército, al sitio de la masacre. Confesó el General Uzcátegui: «¿sabe qué hizo la Brigada militar Móvil2? Colocó un colchón de aire o de seguridad para que salieran los paramilitares. Esto es gravísimo y es un secreto (…) el ejército no sólo tiene vínculos con los paramilitares, no sólo no los combatió , sino que combatió a las FARC para que las FARC no golpearan a los paramilitares» http://vimeo.
Negacionismo del estado y criminalización contra el CAJAR http://www.rebelion.org/
Abogado CAJAR sobre identificación de las víctimas: http://www.
VIDEO: Juez, testigo de la masacre militar y paramilitar de Mapiripán, dice que el Estado oculta la verdad. El día de la masacre sobrevoló un avión muy particular. «Un avión espía no de la Fuerza Aérea Colombiana, era de Estados Unidos»
http://www.youtube.com/watch?
[10] testimonio de Javier Orozco de la Comisión Asturiana de Verificación de los Derechos Humanos en Colombia: «Los campesinos atribuyen la presencia de tantísima tropa tan agresiva no tanto a un cerco a Cano, que en parte lo era, sino que sobre todo como un método para desesperar y aburrir a los campesinos para que se fueran de la zona y que empresas como Unión Fenosa pudieran tener campo abierto para hacer represas, ya que quieren limpiar territorio para represar los ríos que bajan de la cordillera. Los campesinos decían, para reafirmar esta idea, que después de ese ataque en La Marina la guerrilla se había retirado del área, y que si la tropa todavía estaba ahí era porque la cosa era con ellos, con los campesinos. (…) Los bombardeos en esa zona son cotidianos (…) denunciaron los pobladores lo de La Marina, y la persecución a sindicalistas y a los miembros del Partido Comunista, que en esa zona es un partido muy fuerte y los persiguen mucho. Tienen en esa zona mucho preso político y las persecuciones son pan de cada día. Se quejaron mucho las personas con que nos reunimos contra los ataques del Ejército a los campesinos de Tolima, particularmente contra el resguardo de Planadas y otros resguardos del pueblo Pijao. Señalaron una persecución, un hostigamiento, un maltrato permanente en contra de los resguardos del sur de Tolima, los resguardos en Chaparral (…) Hay un proceso de contrarreforma agraria ligado a las operaciones contrainsurgentes, eso está claro.
-¿cree que para las comunidades de Tolima va a cambiar la vida con la muerte de Cano?
-Sí, en lo inmediato; ahora estarán totalmente bajo el control de los paramilitares y del Ejército que abusan de ellos. Ellos, los campesinos, decían que el día en que acaben con la guerrilla la cosa sí que se iba a poner muy malita. La guerrilla funciona como un contrapeso porque los latifundistas, que utilizan paramilitares para quitar la tierra a los campesinos, no tenían las manos libres, pero ahora sí las van a tener. (…) Lo que puede ocurrir es que la guerrilla se vaya de ahí por un tiempo, con miras a volver. En las zonas donde se retiran y el Estado impone sus planes de consolidación, ahí los campesinos han perdido la tierra y han sido convertidos en indigentes o en peones del latifundismo. Pierden la tierra, el control político queda en manos de la mafia, que son nuevos terratenientes con ejércitos propios, y de los corruptos… entonces es un escenario preocupante que alimenta el conflicto. La guerrilla no lleva alimentos a la gente, no resuelve esa clase de problemas, no son hermanitas de la caridad, no son el Estado, pero me decían algunos campesinos que su presencia no les deja las manos libres a quienes practican el despojo violento.» http://www.
[11] Armas químicas para desplazar poblaciones: Fumigaciones aéreas donde no hay cultivos ilícitos. Cahucopana, 2011http://www.
Comunidades afrodescendients denuncian que las fumigaciones del gobierno acaban con cultivos [7 de agosto 2011]
Asocbac Cauca 02. 2011 www.kaosenlared.net/
Roundup and birth defects Is the public being kept in the dark?
Demanda por Fumigaciones [16 de abril 2011].
The Colombia FTA -free trade agreement- Bad for the Environment [31 de mayo 2011]
Documentación Asociación Campesina del Bajo Cauca Antioqueño [2011]
http://www.mamacoca.org/docs_
[12] Informe «Paramilitarismo de Estado en Colombia, Deuda con la Humanidad», CINEP, varios documentos de contexto, testimonios y datos:http://www.arlac.be/
Desde los años 60, a raíz de la visita practicada a Colombia por la Misión Yarbourough del ejército estadounidense (febrero/62) y de las directrices secretas que dejó consignadas dicha Misión, el Estado colombiano adoptó una estrategia contrainsurgente paramilitar, ya desde antes de que surgieran las guerrillas de este ciclo (1964-65).Tal doctrina estratégica puede estudiarse en los Manuales de Contrainsurgencia que comienzan a formar parte de la Biblioteca del Ejército y por tanto de los textos de estudio y entrenamiento militar desde 1962. Tomando como fuente 6 manuales (1962, 1963, 1969, 1979, 1982, 1987) se puede rastrear la concepción que hay allí de la población civil y su papel en la guerra, se la define por dos miradas: 1) debe ser vinculada a la guerra (paramilitarismo); 2) debe ser el blanco principal de la guerra contrainsurgente (guerra contra los movimientos sociales o posiciones inconformes con el statu quo).
http://www.arlac.be/
«Doctrina contrainsurgente del Estado colombiano»: http://www.arlac.
Soldado John Quirama denuncia a sus superiores de nexos con Paramilitar alias Cuchillo, denuncia también el narcotráfico del ejército y asesinatos «falsos positivos» http://www.
http://www.rebelion.org/
Miles de víctimas, varios paramilitares e incluso militares, han denunciado el carácter de Estrategia Estatal de la Herramienta paramilitar. Además existen pruebas fílmicas y fotográficas de la connivencia estatal-paramilitar y el Paramilitarismo está preconizado en manuales militares. General Montoya, y paramilitares, prueba fílmica: http://www.youtube.
[13]. El caso de la Operación militar ‘Génesis’ que consistió en masacre contra la comunidad del Cacarica y la decapitación y ‘juego de fútbol’ perpetrado entre militares y paramilitares con la cabeza de Marino López, es ilustrativo de la estrategia del terror implementada entre paramilitarismo y ejército: «Nuevamente los bombardeos. El 27 de febrero estando allá en Bijao, llega un grupo de paramilitares y un militar, a eso de las 9:00 de la mañana, MARINO LOPEZ, me dice estoy con miedo, no se si salir a Turbo. Los paramiltares y también militares rodearon todo el caserío. Nos juntaron a todos, nos amenazaron. A MARINO lo obligaron a bajar unos cocos, él como entre el miedo, y nosotros diciéndoles, «ya nos vamos». MARINO les decía, si fueron tres días los que nos dieron», y dijo uno «ustedes se van hoy». Dos de los doce militares tomaron a MARINO, y luego de entregarles los cocos, él se puso sus botas y su camisa, y les pidió sus documento de identidad. Uno de ellos dice: «ahora si quiere el documento de identidad, guerrillero. Reclámelos a su madre.» Y les dice: «ustedes saben que yo no soy». Lo insultan, lo golpean. Uno de los criminales coge un macheta y lo corta en el cuerpo, MARINO intenta huir, se arroja al río, pero los paramilitares, lo amenazan, «si huye, le va peor». MARINO regresa, extiende su brazo izquierdo para salir del agua. Uno de los paramilitares le mocha la cabeza con la macheta. Luego le cortan los brazos en dos, las dos piernas a la altura de las rodillas. Y empiezan a jugar fútbol con su cabeza. Todas y todos lo vimos. Ya no había nada más que decir, qué hablar. Todo estaba dicho. Endiablados, sin ninguna fe, ninguna moral. Todo gris, el alma, el cielo, la tierra. Todo se hizo silencio. Todo fue terror. El bombardeo del cuerpo, el bombardeo del alma. La muerte se hizo un juego«.
http://www.ddhh-colombia.org/
Tras 14 años de impunidad, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos lleva a la Corte el caso de la Operación Génesishttp://www.rebelion.
http://justiciaypazcolombia.
http://justiciaypazcolombia.
Varios paramilitares del bloque Élmer Cárdenas, al mando de Freddy Rendón, alias «El Alemán», señalan al General Rito Alejo como uno de los máximos responsables. Los habitantes denunciaron la complicidad de la Brigada XVII. No se trató de casualidad el hecho de que dos días antes de la llegada de los «paras» y la muerte de Marino, hombres al mando de Rito Alejo bombardearan la misma zona. Las denuncias siempre fueron rechazadas por el gobierno. Sólo diez años después de lo ocurrido, fueron exhumados y reconocidos científicamente los restos de Marino López por la Fiscalía. Además, cuatro desmovilizados del bloque Élmer Cárdenas: Diego Hinestroza, alias «el abuelo», Luis Muentes, alias «el Calvo», William Soto, alias «comandante Soto», Rubén Darío Rendón, alias «el Lanero» y su comandante, Freddy Rendón, alias «el Alemán», han confirmado en sus versiones libres no sólo la horrorosa muerte del líder chocoano sino la complicidad del general Rito Alejo del Río en los hechos. «Se trató de una operación conjunta» relataron varios de ellos ante el Fiscal de Justicia y Paz.
http://www.derechos.org/
http://www.derechos.org/
[14] Técnicas de tortura, desapariciones, contra-insurgencia, colaboración entre agencias de inteligencia. [Documental 60:15 min.] Escuadrones de la muerte. La escuela francesa y la Escuela de las Américas. http://www.rebelion.org/
[15] 50 niñas violadas por paramilitar «El Patrón» y el Parque Tayrona: Infancias molidas en grandes negocios
http://www.rebelion.org/
2011: Extensión del terror con complicidad policial en las áreas de implementación del Plan Colombia: Paramilitares violan, torturan y asesinan a una niña indígena y asesinan a más de 10 jóvenes en Putumayo: http://www.rebelion.
2011: Total impunidad en Puerto Gaitán: Mujeres «castigadas» por los paramilitares, señaladas por el alcalde Edgar Silvahttp://www.rebelion.org/
http://www.youtube.com/watch?
[16] Las comunidades agredidas por la dupla militar-paramilitar son numerosísimas, y sigue incrementándose la ‘consolidación paramilitar’ en el gobierno de Santos. No obstante las denuncias y las aberrantes masacres, el ejército y su herramienta paramilitar siguen impunes. La comunidad de Paz de San José de Apartadó (por citar un ejemplo) ha emitido innumerables denuncias y alertas urgentes ante las masacres: es totalmente desoída:http://cdpsanjose.org/
2011: Terror con complicidad policial en las áreas de implementación del Plan Colombia: Paramilitares violan, torturan y asesinan a una niña indígena y asesinan a más de 10 jóvenes en Putumayo: http://www.rebelion.
[17] El Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE) denuncia en marzo 2011: «Las acciones del gobierno de Santos para encubrir el paramilitarismo en su nueva etapa de reingeniería conocida con el eufemísitico término de bandas criminales (bacrim). (…) la persistencia de los Crímenes de Lesa Humanidad se encubre bajo la denominación de Bandas Criminales, que es parte de la reingeniería paramilitar y la falsedad del espectáculo de las desmovilizaciones. Persistiendo el poder mafioso, político y empresarial en las estructuras paramilitares. (…) continúa la criminalización de la protesta social, la judicialización de campesinos, estudiantes y defensores de DDHH, con la prolongación de la práctica de la desaparición forzada, la violencia sexual» http://www.
[18] Jefes Paramilitares han confesado cómo desde los altos mandos militares y políticos ha sido enviada la orden de que desaparecieran «de cualquier manera» a las víctimas para no dejar rastros y evitar que las cifras de homicidios crezcan. Varios miembros de la Estrategia paramilitar han confesado que implementaron la utilización de criaderos de caimanes y de hornos crematorios para quemar a las víctimas, a veces vivas: «(…) Lo echaron vivo ahí (…) El horno lo manejaba un señor que le decían ‘funeraria’, creo que se llama Ricardo; dos señores le hacían mantenimiento a las parrillas y a las chimeneas, porque se tapaban con grasa humana»… confesó un paramilitar. «(…) se tapaba con grasa humana (…)» http://www.
Paramilitar Mancuso reitera que ‘cremaron’ víctimas para bajar estadísticas: http://www.
Documental periodismo humano, testimonio de Manuel Ramírez alias «el Mocho»: hornos crematorios, descuartizamientos y connivencia en masacres y en asesinatos de civiles «falsos positivos» de paramilitares con el ejército oficial: http://desentranando-
«En Colombia se han utilizado hornos crematorios para hacer desaparecer rastros de personas asesinadas o para quemar a personas vivas. Las llevaban los paramilitares por instrucción del Ejército y la policía». Senadora Piedad Córdoba: http://www.
http://cantv.radiomundial.com.
Estado Colombiano emula crímenes Nazis: Paramilitares y Hornos Crematorios… http://www.
[19] El crimen de Estado de desaparición forzada de la «democracia» en Colombia ha rebasado las dramáticas cifras de la dictadura argentina: sólo en 3 años el Terrorismo de Estado ha desaparecido a 38.255 personas. Para una estimación total en los últimos 20 años de 250.000 personas desaparecidas… http://www.
[20] «Al mes de noviembre de 2010, las estadísticas oficiales del gobierno de Colombia registran más de 51.000 Desapariciones» señala un reporte de 2011 de la US office en Colombia:http://lawg.org/
[21] Informe Fiscalía, enero 2011: 173.183 asesinatos; 1.597 masacres; 34.467 desapariciones forzadas, y al menos 74.990 desplazamientos forzados, cometidos entre 2005 y el 31 de diciembre 2010 por el paramilitarismo: http://www.
[22] En Colombia el crimen de estado de la desaparición forzada rebasa ya las terribles cifras de la dictadura argentina y chilena reunidas: Tribunal Internacional de Opinión; «LA DESAPARICION FORZADA UN CRIMEN DE ESTADO» Veredicto. Senado del Congreso de la República. Bogotá 24, 25 y 26 de Abril de 2008: http://www.dhcolombia.
Estimación: en 20 años 250.000 personas desaparecidas; Piedad Córdoba, Madrid, mayo 2010 «Hay 250.000 desaparecidos en Colombia en los últimos años»: http://www.rebelion.
Desaparición, crimen del Terrorismo de Estado en Colombia: http://
[23] El 23 de mayo 2011 el representante del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Christian Salazar, informó que la ONU estima que más de 57.200 personas han sido desaparecidas forzadamente en Colombia. Estas declaraciones fueron dadas durante la celebración de la conferencia sobre desapariciones forzadas, en Bogotá.
http://www.prensa-latina.cu/
http://www.argenpress.info/
[24] La mayor fosa común de Latinoamérica, ubicada detrás del batallón militar de la fuerza estrella del Plan Colombia , la Fuerza Omega, en la Macarena, departamento del Meta.
http://www.publico.es/
http://www.rebelion.org/
[25] «Denuncian el hallazgo de al menos 1.505 cuerpos más en fosas comunes en Colombia, en el Meta, en la misma región que la mayor fosa común del continente, con 2.000 cadáveres hallada en diciembre 2009, y cuyos cadáveres son cuerpos de desaparecidos y asesinados por el ejército, como quedó evidenciado en las Audiencias públicas a testigos y familiares de desaparecidos» http://www.
http://www.azalearobles.blogspot.com
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