Cristian Flores, dirigente del pueblo de Caimanes en la región de Coquimbo, que lleva nueve días cortando la ruta a la Minera Los Pelambres para que cumpla con la resolución de la Corte Suprema de devolver las aguas al cauce natural, este jueves 4 de diciembre fue detenido en un montaje para amedrentar su resistencia. […]
Cristian Flores, dirigente del pueblo de Caimanes en la región de Coquimbo, que lleva nueve días cortando la ruta a la Minera Los Pelambres para que cumpla con la resolución de la Corte Suprema de devolver las aguas al cauce natural, este jueves 4 de diciembre fue detenido en un montaje para amedrentar su resistencia.
La detención de Cristian «es una manera de hostigamiento, de amedrentar», pero «esta cuestión es un montaje e inventaron esto para tomarlo detenido», expresó a Semillas de Agua, Nancy Reyes, esposa de Flores, quien está en la incertidumbre pues no ha podido comunicarse con Cristian tras su detención.
Reyes explicó que mientras estaban en el corte de ruta Cristian fue a hacer un trámite de facturación como contratista agrícola, «fue a facturar para dejar todo listo y volvía al corte». Lo único que alcanzó a decirle Cristian a su esposa es que el administrador de la Soc. Agrícola Copequén (Del Curto), en Vicuña, Tomás Aravena, «le había levantado una calumnia, que lo estaban tomando detenido y no pudimos hablar más».
Carabineros le dijo a Nancy que Crisitan estaba sentado en un sillón esperando a que lo atendieran, «porque en realidad eso estaba haciendo Cristian… hicieron que fuera a la plaza a esperar mientras le tenían la factura, y después cuando él llegó a facturar llegó Carabineros y lo tomó detenido. Él no estaba discutiendo con nadie ni tampoco estaba hablando con el administrador, nada. Estaba sentado esperando a que lo atendieran». Nancy agrega que «este caballero le dijo que tenía supuestamente un testigo clave que había escuchado decir a Cristian que donde lo viera le iba a pegar y que iba a mandar a los trabajadores a pegarle».
Flores este viernes será procesado en Vicuña. Pero el corte de ruta continúa, «todos están ahí».