1. No es efectivo que la demanda eléctrica de Chile y el SIC necesita duplicarse en 10 años. De hecho ha crecido a una tasa anual de solo 3,8% en los últimos 11 años y cualquier análisis razonable muestra una tasa de crecimiento no mayor al 4,5% al año. 2. Cualquier estrategia de desarrollo energético […]
1. No es efectivo que la demanda eléctrica de Chile y el SIC necesita duplicarse en 10 años. De hecho ha crecido a una tasa anual de solo 3,8% en los últimos 11 años y cualquier análisis razonable muestra una tasa de crecimiento no mayor al 4,5% al año.
2. Cualquier estrategia de desarrollo energético debe tener como pilar fundamental la eficiencia energética. Si se aplica una política activa al respecto, más allá de lo que ocurre en forma natural por iniciativa de las empresas, el ahorro generado es mucho mayor que lo que podría aportar Hidroaysén.
3. Existen abundantes recursos de energías renovables no convencionales tanto en el territorio del SIC como del SING que pueden aprovecharse con mucho menor impacto para el medioambiente que Hidroaysén: más de 4.000 MW en Geotermia; más de 5.000 MW en eólica; más de 15.000 MW en mini hidro; mucho más de 40.000 MW en solar. Y estas fuentes no son mucho más caras que Hidroaysén y varias son más baratas y confiables.
4. Existe un verdadero riesgo para el sistema eléctrico de depender de un solo punto de generación a más de 2.300 km de los puntos de consumo a través de una sola línea de transmisión.
5. Ya está demostrado que diversificando la matriz energética (nuevos actores, fuentes de energía no convencional) se tiene una matriz más robusta y que ahorra en costos marginales. Con solo algo más de 3% de ERNC en el SIC, el ahorro para el país superó los 120 millones de dólares en 1 año.
6. La Agencia Internacional de Energía (dependiente de la OCDE) recomendó a fines de 2009 que Chile necesitaba diversificar su matriz de generación incorporando más ERNC, aumentando la cantidad de empresas que generan, evitando grandes proyectos hidroeléctricos y termoeléctricos y aumentando una participación ciudadana. Esto sobre un pilar central de eficiencia energética.
7. El daño que el proyecto causará a las cuencas de los ríos Baker y Pascua es irreversible. El futuro del desarrollo de Aysén está en su gente y recursos naturales. El comprometer esta parte tan única compromete las opciones de desarrollo futuro.
8. Desarrollar el proyecto claramente favorece a las empresas involucradas, pero no favorece el desarrollo del país, no aumenta la seguridad energética y claramente no conducirá a costos de energía menores, pues la generación seguirá concentrada en muy pocas manos.
9. Proyectos del tipo Hidroaysén son considerados como proyectos propios del Siglo XX, que del Siglo XXI. Claramente el desarrollo energético del mundo va por otros caminos.
10. Y por último, es la región de Aysén, más las personas que estén en los más de 2.000 km del recorrido de la línea de transmisión los que tienen que asumir los costos. Y claramente los beneficios del proyecto lo recojerán otros. En resumen: se compromete el desarrollo del país y la ciudadanía en beneficio de un par de empresas privadas.
Académico Departamento de Ingeniería Mecánica de la FCFM-Universidad de Chile. Vicepresidente de la International Solar Energy Society.