El jefe del Ejército colombiano, Mario Montoya, renunció el martes a su cargo en medio de un escándalo por las ejecuciones extrajudiciales cometidas, al parecer, por militares. La dimisión llega cinco días después de que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, anunciara la retirada de sus cargos de 27 oficiales y suboficiales del Ejército, entre ellos […]
El jefe del Ejército colombiano, Mario Montoya, renunció el martes a su cargo en medio de un escándalo por las ejecuciones extrajudiciales cometidas, al parecer, por militares.
La dimisión llega cinco días después de que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, anunciara la retirada de sus cargos de 27 oficiales y suboficiales del Ejército, entre ellos tres generales por su presunta vinculación con la desaparición y muerte de una veintena de jóvenes a las afueras de Bogotá el pasado mes de septiembre. Las Fuerzas de Seguridad explicaron entonces que eran miembros de bandas paramilitares emergentes caídos en enfrentamientos con el Ejército. Pero los familiares acudieron a los medios de comunicación para negar que pertenecieran a organizaciones criminales.
En la breve intervención en la que Montoya comunicó su dimisión pidió a los colombianos que no condenaran a los militares investigados en el caso de la desaparición y posterior homicidio de los jóvenes «sin antes haberles concedido el derecho a defenderse».
Montoya tiene la convicción que la mayoría de sus subalternos son respetuosos de la ley y de los derechos humanos: «Todos los hombres y mujeres del Ejército permanecerán siempre en mis oraciones y en mi corazón», añadió.
La práctica de las ‘ejecuciones extrajudiciales’ ha sido denunciada por organizaciones que defienden los Derechos Humanos, como Amnistía Internacional. Según esta ONG en 2007 se produjeron al menos 330 ejecuciones por parte de las fuerzas del orden.
La Fiscalía tiene abiertos 400 casos y se cree que podrían estar implicados 110 integrantes de la fuerza pública. Los civiles desaparecidos que podrían haber corrido la misma suerte rondan los mil.
Uno de los mayores logros de Montoya como comandante del Ejército se dio el pasado 2 de julio, cuando lideró la operación «Jaque» con la que se logró rescatar a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres ciudadanos estadounidenses y once militares secuestrados por las FARC.