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Dios y Botox: Éxito, espiritualidad y juventud eterna

Fuentes: Progreso Semanal

«La naturaleza es una mujer -con muchas arrugas». — Anónimo «En el 2001 más de 1,6 millones de personas recibieron inyecciones de Botox, un incremento de 46 por ciento sobre el año anterior. Más popular que la cirugía para aumentar los senos y una bomba en potencia, Botox es considerado por algunos como la fuente […]

«La naturaleza es una mujer -con muchas arrugas».

Anónimo

«En el 2001 más de 1,6 millones de personas recibieron inyecciones de Botox, un incremento de 46 por ciento sobre el año anterior. Más popular que la cirugía para aumentar los senos y una bomba en potencia, Botox es considerado por algunos como la fuente definitiva de la juventud. Las inyecciones de Botox son el procedimiento cosmético de más rápido crecimiento en la industria, según la Sociedad Norteamericana de Cirugía Estética Plástica (ASPS)».

Carol Lewis, Cosmética Botox: una mirada a lucir bien.

«Mi Mami nunca me dijo que habría más de 3 mil millones de personas sin suficiente comida, agua limpia y acceso a servicios médicos. Ella debiera haber visto los embotellamientos en Los Ángeles y a la buena gente que se preocupa por las arrugas».

— Forrest Shlump

Algunos norteamericanos dependen exclusivamente de la oración para eliminar el estrés y el vacío emocional que acompaña su vida laboral. Otros han descubierto maneras más «científicas» que las ayudan a enfrentarse a las tensiones diarias. El sitio web oficial de Botox ofrece citas destinadas a revivir la existencia de pesadilla de la pareja profesional de suburbanos.

«Reuniones… fechas tope… llevar a los niños… recoger algo de comer camino de casa -son muchas de las cosas que usted tiene. Pero usted sabe que también tiene que hacer un tiempo para sí».

En el mundo lingüístico de la publicidad, la enunciación de preocupaciones y quejas significa que uno puede encontrar el remedio. Por ejemplo, «usted ha decidido probar con Cosméticos Botox. Para ayudarlo a comenzar, he aquí algo para dar el primer paso: seleccionar a un médico».

Eso es, algunas de las mismas personas que han soportado las vicisitudes de la escuela de medicina ahora pueden supervisar (y de paso hacerse ricos) el tratamiento último de la ciencia médica o al menos su apariencia: detener los signos externos de la edad.

«¿Será esto lo que usted ha estado buscando -un procedimiento que puede alisar esas líneas de preocupación entre sus cejas, de moderadas a graves, sin cirugía ni tiempo de recuperación? En pocos días se puede ver una mejoría que dura hasta 4 meses». ¡La cura de la muerte puede estar al doblar de la esquina!

Para garantizar, mientras están en la Tierra, dos amantes de Botox, padres de la amiga de mi hija, van a la iglesia, enseñan a sus hijos a que sigan la palabra del Señor e incluso votan por los republicanos porque es el partido de los más devotos. Y luego tratan de «mejorar» el diseño de Dios recibiendo toxina venenosa de botulismo inyectada en la piel con el objetivo de crear una fachada de juventud.

En otras palabras, internamente adquieren la sabiduría que llega con los años, pero esa sabiduría externamente choca con los signos evidentes del proceso de adquirirla: arrugas. Los que hacen la publicidad de Botox son los mismos que ofrecen ilustraciones diarias de que sólo la vida y el aspecto de desnutridos significa belleza, equiparada con el bien o los bienes. No sólo la juventud es bella; puede ser eterna.

Por el contrario, las señales de no-juventud son asquerosas. ¿De qué sirve la sabiduría si significa feas arrugas en el rostro?, se preguntan. En el mundo frenético del negocio profesional, la sabiduría se traduce en no revelar secretos incluyendo los referentes a la edad y lo miserable que uno se puede sentir. Para el pueblo escogido de Dios, la honestidad se ha convertido en anatema profesional y social.

Para que cualquier cliente potencial no vaya a pensar que Botox pertenece solamente a la mística femenina, el sitio Web aclara que «ciertamente no es sólo para mujeres. Puede que las mujeres hablen más de su aspecto, pero a los hombres también les preocupa su aspecto».

Una amiga admitió que 90% de las mujeres profesionales que ella conoce «se han hecho alteraciones» después de los 40. El fabricante de Botox entiende el temor de envejecer y, gracias a los genios de la publicidad que venden esa plancha para la piel, pueden asegurar orgullosamente que Botox no discrimina a los hombres.

«Un hombre que tiene arrugas pronunciadas entre las cejas puede ser percibido como airado o estresado -y él no quiere lucir así. Por eso no es sorprendente que los hombres también están decidiéndose por Botox».

Ni tampoco me sorprende que los medios hayan lanzado su mirada inquisitiva y trivial al juvenil aspecto (para su edad) del Senador John Kerry quien, por supuesto, negó rumores de que su nueva y «más brillante» apariencia provenga de Botox.

Teresa Heinz Kerry admite haber usado las inyecciones para eliminar las arrugas. Es más, Teresa dijo a la revista Elle: «Necesitaré otra. Pronto».

Pero, ¿quién hubiera imaginado que el cadavérico Dock Cheney -más allá de toda ayuda por parte de Botox- hubiera echado a rodar otra vez el rumor de Kerry? En la parrillada del periódico Daily Standard el 7 de marzo de 2004, Cheney le dijo a Terry Hunt de la AP que el Subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz le había aconsejado acerca del tema y que «La Administración se toma muy en serio este asunto. Botox, por supuesto, está relacionado con la toxina del botulismo, la cual puede procesarse para hacer armas biológicas de alta pureza. Hemos despachado al Dr. David Kay… en busca de los agentes de guerra biológica que creemos que están escondidos en la frente del Senador Kerry. Si el Senador Kerry ha usado Botox como parte de un programa de enriquecimiento de arrugas, está violando la Resolución 752 de Naciones Unidas. En cuanto recibamos el informe del Dr. Kay, las armas de destrucción masiva que el Senador Kerry insiste tan vehementemente que no existen… puede que se encuentren encima de su propia nariz».

Si usted no es millonario y le preocupa perder tiempo de trabajo, el sitio Web le garantiza al cliente arrugado que «tal tratamiento requiere de muy poco tiempo fuera de la oficina. Así que es posible hacer el procedimiento durante la hora de almuerzo y regresar de inmediato a la oficina».

Después de leer estas palabras pensé en la historia de un hombre agradable, pero poco atractivo, quien a instancias de su esposa se somete a la cirugía plástica y sale como un hombre maduro y atractivo. Pero al salir del hospital con su nuevo rostro, un taxista lo atropella y el hombre muere. Él se enfrenta a Dios en el cielo y le dice: «Pudiste haber frenado a ese taxi. Después de todo, he sido un hombre piadoso toda mi vida. ¿Por qué no me dejaste que disfrutara de mi nueva cara al menos por un día?»

Dios le replica: «Para serte sincero, no te reconocí».

Ciertamente Dios creó la botulina, un complejo proteico producido por la bacteria Clostridium botulinum, para causar el envenenamiento por alimento, ¿o pretendía él en realidad que se inyectara bajo la piel para borrar las arrugas? Mary Schwallenberg, «una representante de ventas de productos farmacéuticos que está impaciente por hacerse su nueva ronda de inyecciones, dice que quiere lucir lo mejor posible para su trabajo. ‘Así son las cosas en los Estados Unidos de las corporaciones’, dice ella. ‘Tengo mucha energía y sólo quiero lucir bien’.»

En algunos círculos particularmente ansiosos, pero no tan opulentos, se realizan los llamados seminarios, noches y fiestas Botox. Los vendedores a menudo ofrecen tratamientos de Botox a precios reducidos y simultáneamente calman los temores mediante la creación de la confianza de grupo en que las inyecciones de la toxina no matan ni causan diarrea crónica.

Los hombres y mujeres cuarentones beben en un área común hasta que su nombre es mencionado, uno a uno. Pasan a un área de consulta donde un médico cobra sus emolumentos y el paciente firma el documento de consentimiento. A veces el cirujano plástico aplica un anestésico local, pero a menudo un número y un tranquilizante son suficientes. El inyector de la eterna juventud introduce unos pocos cc de la droga Ponce de León en los músculos faciales, generalmente en la frente. Luego el nuevo inoculado se reúne con los aún por rejuvenecer.

El Dr. Scott A. Greenberg, en Winter Park, Florida, dijo a Carl Lewis que desde abril de 2003, cuando la FDA aprobó la planchadora de rostros, él celebra regularmente la «Hora Feliz» de Botox en su consulta. Para Greenberg las fiestas Botox «son una oportunidad para tratar a muchas personas de una vez en una atmósfera relajada pero profesional».

¿Cómo un cerebro integra tales hechos a un mundo en el que 3 mil millones de personas temen al hambre? Cuando Hollywood y la Avenida Madison realicen su próximo intento de venta antes y después de la próxima guerra con Irán, Corea del Norte, Siria o Cuba -escoja usted-, ¿incluirán tratamientos con Botox como uno de los argumentos de venta, junto con reposiciones de «Jerry Springer» y «¿Quién Quiere ser un Millonario?»? En vez de tener que soportar niños hambrientos en Sudán, los nativos podrían experimentar indirectamente las emociones y tribulaciones de los adolescentes mientras son filmados en experimentos de estilos de vida: TV de Realidad. Eso sí que es exportar cultura.

En Irak, algunos ex miembros del Partido Ba’ath (el de Saddam Hussein) han producido un programa de éxito, «una versión de reparación total de casas llamado Trabajo y Materiales», según Mark Dunn en el periódico Melbourne Morning Herald del 28 de julio. El programa implica «reconstruir casas destruidas por los combates y llenarlas con nuevos muebles». ¡Qué idea más maravillosa! Los militares de Estados Unidos destruyen las casas y nace un nuevo programa de TV para reconstruirlas! Ese es el equivalente en el entretenimiento de aplicar Botox a la piel envejecida (destruida).

El nuevo libro de Landau es El negocio de Estados Unidos: cómo los consumidores han sustituido a los ciudadanos y de qué manera se puede invertir la tendencia. Landau es miembro del Instituto para Estudios de Políticas y es profesor de la Universidad Cal Poly Pomona.