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Dos años sin Volodia Teitelboim

Fuentes: El Siglo

El tiempo, el implacable, transcurre veloz y ya han pasado 2 años desde que nuestro camarada y amigo el escritor, abogado, periodista y dirigente revolucionario Volodia Teitelboim Volosky no está entre nosotros. Y que falta nos hace su inteligencia, su experiencia, su lenguaje, en tiempos difíciles como estos cuando los dueños económicos del país han […]

El tiempo, el implacable, transcurre veloz y ya han pasado 2 años desde que nuestro camarada y amigo el escritor, abogado, periodista y dirigente revolucionario Volodia Teitelboim Volosky no está entre nosotros. Y que falta nos hace su inteligencia, su experiencia, su lenguaje, en tiempos difíciles como estos cuando los dueños económicos del país han pasado a ser además los dueños políticos.

Son tiempos de desvergüenza, en que caen las caretas y está a punto de iniciarse una etapa de derecha dura, sin disimulo, por más que en la campaña del reo de Talca se haya invocado a la clase media, y se haya hablado de proteger «a los más pobres» y esas zarandajas que dicen los que pretenden pasar por demócratas. A Salud los dueños de clínicas privadas, a Educación los dueños de colegios y universidades. Esa es la firme.

Pero hay cosas peores y esta vez se trata además de las Fuerzas Armadas algunos de cuyos jerarcas hacen gestos como para que el esquema quede claro. Es que, pasando por sobre toda norma constitucional, legal o protocolar, y pasando por sobre el sentido común, la prudencia y la más elemental inteligencia, altos jefes militares concurrieron a saludar al que será desde marzo Ministro de Defensa, pero que hoy es tan ciudadano sin cargo como cualquiera de nosotros. ¿Cómo es posible que el gobierno actual no reclame de estos hechos? ¿Cómo se acepta que los mandos de una institución jerarquizada, obediente, sin esperar a que Ravinet asuma el cargo ya le estén considerando autoridad de Estado si todavía hay otro ministro del ramo? ¿Tanto es el apuro de los uniformados para completar el cuadro de empresarios, medios de comunicación y FFAA? Son los poderes fácticos de los que habló otrora el hoy desaparecido Andrés Allamand. El cuadro se aprecia exactamente como el del pinochetismo sin Pinochet. Lo demás son cuentos.¿Derecha democrática?

Volodia habría salido al paso de la ignominia con su estilo claro, fino, pero contundente. Desde los años 60 tuve el privilegio de la amistad de este compañero, colega y coterráneo porque, obviamente, fue en Chillán donde nació el gran comunista. La ciudad de O’Higgins, Juan de Dios Aldea, Pacheco Altamirano, Claudio Arrau, Marta Brunet, Marta Colvin, Merino Benítez, Barros Jarpa, Ramón Vinay, José Tohá, los Parra. En pueblos cercanos nacieron Victor Jara y Mariano Latorre y en esa ciudad del sur estudiaron Luis Corvalán, Jorge Montes, René Largo Farías, en fin, Chillán.

Su tésis de grado para obtener el título de abogado, «El amanecer del capitalismo. La conquista de América» es un clásico reeditado en diversos países. Su vasta obra literaria registrada en una treintena de libros, la revista Araucaria, sus charlas y discursos son parte del patrimonio de las fuerzas democráticas y avanzadas del continente. Gran amigo del Comandante Fidel Castro, que le apreciaba y admiraba, su amistad, como la de otros grandes del PC y de la Izquierda nos enorgullece ; juntos caminamos mucho tiempo por ese gran y querido país que es México en donde se le aprecia y respeta y por donde sembró con su palabra tantas semillas de dignidad.

Comunista desde los 16 años, perseguido, encarcelado, desterrado, Secretario General de su partido luego de don Lucho y antes que Gladys, Volodia entra a la historia del pueblo chileno por la puerta ancha de sus grandes figuras. Hay confirmaciones varias de que el dictador le odiaba a causa de la inteligencia superior de nuestro camarada. No hay porqué dudarlo. El fascismo odia la inteligencia. No por nada se quemaron libros y se destruyeron murales y otras obras de arte en la Alemania nazi, en la Italia fascista, en la España franquista y en el Chile de los que en los próximos días volverán a La Moneda.