Urge tratar la violencia machista como una cuestión de Estado en España. Las cifras hablan por sí solas: en seis semanas han sido asesinadas 12 mujeres, dos más que en el mismo periodo de 2016 y cuatro más que en 2015. Son víctimas mortales, aunque las expertas recuerdan que hay cientos de víctimas de violencia, sea física o psicológica.
La cifra final de víctimas mortales por violencia machista acaba por enterrar los nombres y rostros de las mujeres asesinadas. Los datos son importantes, por supuesto. Nos permiten determinar si es una tendencia que crece o decrece, cuál es la nacionalidad de los asesinos -mayoritariamente, española-, las edades de las víctimas…
Por ejemplo, sabemos que en las primeras seis semanas de 2017 hay más asesinatos por violencia machista (12) que en años anteriores: en el mismo periodo de 2016 hubo 10; y en 2015, 8, según cifras oficiales recogidas por Feminicidio.net, una página que aglutina las muertes de mujeres a manos de hombres.
Según el Observatorio estatal de violencia de género, en las primeras seis semanas de 2017 han sido asesinadas 10 mujeres. En nuestro medio hemos decidido contabilizar como víctimas mortales a María de los Ángeles, una mujer enferma de azlhéimer cuyo marido asfixió y después se suicidó, y a Ana, asesinada por el novio de su madre. Además, consideramos que Noemí Dávila es una víctima de violencia machista en tanto que su pareja, Vladimir, asesinó a la hija de ambos tirándose con la bebé desde una ventana del hospital La Paz (Madrid).
Cada víctima tiene nombre
Carmen tenía 79 años y fue asesinada por su marido, de 82, en la localidad catalana de Súria. Cristina, de 38 años, tenía la enfermedad de los huesos de cristal y fue asesinada por su marido en Mora (Toledo). Noemí vio cómo su pareja mataba a su hija para hacerle daño a ella, y Ana Belén, de 46 años, y su hija Ana, de 18, fueron asesinadas por el novio de la madre en Daimiel (Ciudad Real). También ha sido asesinada Laura, de 26 años, por su novio, un guardia civil con el que vivía en El Quiñón (Seseña).
A esta lista se suma el caso de una mujer en Pontevedra: su marido la agredió hasta que creyó que estaba muerta y luego se ahorcó (en Salceda de Caselas, Pontevedra). Por suerte no había fallecido y la víctima se recupera en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Además, según recoge Efe, se investiga otro caso ocurrido también en Pontevedra: en A Estrada fueron hallados los cadáveres de dos mujeres (madre e hija) y el marido de una de ellas. Todavía está por determinar si el varón fue el homicida.
Araceli Martínez, directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, la comunidad en la que han sido asesinadas 5 de las 12 mujeres en estas semanas, considera que la violencia machista es «estructural». «Por su carácter ideológico es una forma de terrorismo que hay que combatir. Es muy importante la educación en prevención: no solo en guardias civiles o policías, que atienden a las víctimas, sino en otros ámbitos de la sociedad.
Los jueces o los profesores también deben estar concienciados», señala Martínez. «Las cifras son lo bastante relevantes y dramáticas como para que sea considerado un asunto de Estado», añade. La psicóloga Ana Ruiz explicaba que «a veces se tiene la falsa creencia de que las mujeres maltratadas son sumisas. Si no se atreven a denunciar o no saben detectar que son víctimas la culpa nunca es de ellas, el fallo no es de ellas».
Esa sería una clave a la hora de informar y entender aspectos básicos de la violencia machista. Otra clave la da Rubén Sánchez Ruiz, psicólogo que trata con víctimas de maltrato: «No hay que preguntarse qué habrá hecho ella para que él se ponga tan violento». En psicología, esto se conoce como victim blaming (culpar a la víctima) y pretende dar respuesta a una agresión a través de un primer comportamiento de la víctima. «La culpa nunca es de la víctima, y esto es algo que hay que repetir mucho porque todavía tiene que calar en la sociedad», apunta Sánchez Ruiz.
Fuente:http://www.elespanol.com/reportajes/20170214/193730658_0.html