MENSAJE A Katiuska BLANCOEl valor inmortal de las ideasFidel Castro Ruz • La Habana Hoy ejercí mi derecho al voto como miembro de la Asamblea Nacional. Me ofrecieron las facilidades necesarias dentro de las prerrogativas de la misma. (…) Cuando hice uso hoy 24 de febrero de mi derecho como parlamentario, no voté contra ninguno […]
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Hoy ejercí mi derecho al voto como miembro de la Asamblea Nacional. Me ofrecieron las facilidades necesarias dentro de las prerrogativas de la misma. (…) Cuando hice uso hoy 24 de febrero de mi derecho como parlamentario, no voté contra ninguno de los candidatos propuestos por la comisión de candidatura. La defensa se percibe hermética, ante los planes del imperio.
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Minutos después de concluida la ceremonia de presentación de Ángel, la raíz gallega de Fidel, su autora Katiuska Blanco, recibió una llamada telefónica del líder de la Revolución: «Se preocupó porque la letra fuera legible como para que yo la pudiera comprender. Me preguntó por todo, él siempre pregunta por quiénes están presentes, qué cantidad de compañeros había, si todos pudieron alcanzar el libro, qué habían dicho los presentadores… mil y un detalles, porque siempre trata de estar al tanto de las cosas que suceden».
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Ese espíritu de fortaleza viene de este tronco, de este Ángel y de aquellos ángeles, los emigrados que labraron la tierra, rompieron el campo en el Oriente y el Occidente de Cuba, sembrando tabaco y caña; (…) su sacrificio fue la piedra fundamental sobre la cual se ha levantado este roble que nos conmueve con su generosidad y a cuya sombra hemos vivido, y generaciones futuras vivirán.
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| • GALERÍA DE IMÁGENES |
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Hace como dos o tres años, en la presentación del libro La memoria donde ardía, de Miguel Bonasso, conversé con él: Comandante, ¿usted se acuerda de mi hijo? ¡Cómo me voy a olvidar de mi hijo brasileño! Y abrazó a Marcelo. Enseguida empezó a recordar la niñez de Marcelo, que es un hombre ya. Habló del día en que llegaron los niños chiquitos y él mandó a decir que sí, que los aceptaba como sus hijos y de la Revolución. Así fue cada vez que tuve la felicidad de verlo. Jamás se olvidó de mí. Nunca nos olvidó.
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La Feria del Libro de La Habana ha sido una experiencia tan enriquecedora que me cuesta mucho trabajo encontrarle defectos. Me ha impresionado el lugar donde se celebra ―maravilloso― y, sobre todo, el encuentro con los lectores, el interés, el cariño, la inteligencia de las preguntas y que la Feria sea al mismo tiempo un punto de encuentro cultural y festivo.
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• Kalandraka: libros como carnada… para soñar
Mabel Machado • La Habana |
Gallegos en Cuba
• Vasos comunicantes entre culturas
M. M. López • La Habana |
Presentaciones del Centro de Formación
Literaria Onelio Jorge Cardoso
• Los cuentos de la Feria
Marianela González • La Habana |
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