Diversas organizaciones ecologistas y ciudadanos de Valdivia protestaron el 27 enero en la mañana en el frontis del Edificio del Grupo Angelini, en la comuna de Las Condes, cuando se iniciaba una junta extraordinaria de accionistas de la Empresa Celulosa Arauco. Los activistas, agrupados en la Coordinación por la Defensa del Santuario del Río Cruces, […]
Diversas organizaciones ecologistas y ciudadanos de Valdivia protestaron el 27 enero en la mañana en el frontis del Edificio del Grupo Angelini, en la comuna de Las Condes, cuando se iniciaba una junta extraordinaria de accionistas de la Empresa Celulosa Arauco. Los activistas, agrupados en la Coordinación por la Defensa del Santuario del Río Cruces, realizaron una clausura simbólica del edificio y exigieron a la empresa cambiar su deficiente política medioambiental, que la llevó al cierre temporal de su planta de celulosa en la Décima Región.
Simultáneamente, en una de las piletas del edificio se recreó el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter, donde ha perecido un centenar de cisnes de cuello negro y migrado más del 60%, en una clara alusión a la necesidad de investigar la responsabilidad que le cabe a Celulosa Arauco en esta tragedia ecológica.
Los organizadores señalaron que el objetivo de esta acción es reivindicar las demandas que las organizaciones y ciudadanos que forman parte de esta Coordinación hicieron apenas se supo de la clausura transitoria de la planta. En ese sentido, enfatizaron la necesidad de que Celulosa Arauco incorpore nuevas tecnologías, actualmente existentes en el mercado internacional, que le permitan realizar una producción limpia de celulosa; y que además se haga cargo de su presunta responsabilidad en el grave deterioro del Santuario, financiando un programa de recuperación.
Los dirigentes ecologistas también denunciaron que la empresa perteneciente al grupo Angelini ha tratado de desviar la atención pública hacia los supuestos perjuicios económicos que ha traído la clausura, en lugar de asumir su responsabilidad por incumplir la normativa medioambiental vigente. Por ello, hicieron un llamado a las autoridades a no dejarse amedrentar por estas amenazas veladas, y mantenerse firmes en la defensa de un patrimonio natural gravemente deteriorado.
En esta ocasión, Gonzalo Villarino, Director Ejecutivo de Greenpeace y uno de los voceros de esta actividad, expresó:
– «Es una noticia positiva haber sido recibidos por estos dos importantes ejecutivos de la Compañía y esperamos que sea el inicio de fructíferas conversaciones tendientes a concordar un plan de recuperación del Santuario de la Naturaleza».
Finalmente, la Coordinación por la Defensa del Río Cruces anunció que llevarán estos antecedentes a organismos internacionales y se pondrán en contacto con los compradores de celulosa chilena para denunciar los graves hechos que están ocurriendo en nuestro país. En esta oportunidad, la Coordinación estuvo compuesta por Greenpeace, Oceana, el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, Defensores del Bosque Chileno, estudiantes de la Universidad de Chile y ciudadanos independientes.