Ante las inauguraciones de nuevas líneas de alta velocidad ferroviaria, Ecologistas en Acción quiere enfatizar la falacia del supuesto desarrollo asociado a estas infraestructuras. Los estudios realizados así lo confirman. Por el contrario, si todas las inversiones realizadas en AVE se hubiesen repartido por la red de ferrocarril existente, la mejoras de velocidad y de […]
Ante las inauguraciones de nuevas líneas de alta velocidad ferroviaria, Ecologistas en Acción quiere enfatizar la falacia del supuesto desarrollo asociado a estas infraestructuras. Los estudios realizados así lo confirman. Por el contrario, si todas las inversiones realizadas en AVE se hubiesen repartido por la red de ferrocarril existente, la mejoras de velocidad y de los servicios, por ejemplo en cercanías, favorecerían a muchas más personas, y con menos impacto ambiental.
Estos días asistiremos a todo un aluvión de parabienes y congratulaciones sobre los supuestos beneficios que las nuevas líneas de alta velocidad ferroviaria van a traer a las ciudades «agraciadas» con este maná. Algo que sin duda hará que el resto de capitales de provincia y ciudades importantes clamen por una infraestructura similar para lograr el «desarrollo» de su territorio.
Sin embargo, la mayor parte de estas asunciones, de estos tópicos, son tan falsos como extendidos. Así lo demuestra el único estudio serio realizado en España para evaluar el efecto socioeconómico del AVE . Nos referimos al «Estudio de los efectos de la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla sobre la movilidad, el sistema territorial y el desarrollo regional» un amplio y completo trabajo encargado por el Ministerio de Fomento y realizado durante 2001-2003 por Taller de Planificación S.L.
Las principales conclusiones de este trabajo no pueden ser más demoledoras para aquellos que creen en la gran cantidad de supuestas ventajas que vienen aparejadas al AVE . Así el estudio concluye que:
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Los efectos socioeconómicos generales generados por la línea de alta velocidad eran casi nulos en el desarrollo de las poblaciones que une (Madrid, Ciudad Real, Puertollano, Córdoba y Sevilla), con tendencias constantes antes y después de la actuación.
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En todo caso, el desarrollo ha favorecido a las ciudades que previamente estaban más desarrolladas: Madrid y, en menor medida, Sevilla.
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En las poblaciones intermedias se observó una reducción de las sedes sociales de las empresas a los centros pasivos (de atención al cliente, etc.), mientras que se concentraban en Madrid los centros empresariales y recursos de alto valor añadido.
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Ha habido pocos cambios de residencia. Pero el 60% de éstos se han producido hacia Madrid.
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Por último, el estudio recomienda evaluar las necesidades de infraestructura, y observar si hay inversiones alternativas, más productivas, que los ingentes fondos que se invierten en las líneas de AVE.
Lamentablemente este trabajo, a pesar de las reiteradas peticiones de Ecologistas en Acción, sigue bajo llave en un cajón del Ministerio de Fomento, un Ministerio, por cierto, que viene destacando por su opacidad informativa.
Ecologistas en Acción siempre ha apoyado el ferrocarril normal y se ha opuesto al AVE. Esta posición se basa en distintos aspectos, entre los que destaca la baja rentabilidad social y el enorme impacto ambiental de la alta velocidad ferroviaria. Efectivamente, con la enorme cantidad de fondos que se han invertido para el AVE -a finales de año tendremos 1.543 km de líneas-, se podría haber mejorado la totalidad de la red actual -14.000 km- e incrementar las velocidades comerciales hasta acercarlas a los 200 km/h. Esto sin olvidar las bajas inversiones en cercanías -con la situación de colapso en Barcelona de todos conocida- en las que cada día viajan cerca de 2 millones de personas. Por otro lado, los elevados precios de los billetes del AVE no están al alcance de todo el mundo. En cuanto al impacto ambiental de las nuevas líneas AVE, éste es brutal, además del enorme coste energético que suponen.
Para Ecologistas en Acción es paradójico que seamos uno de los países del mundo con más infraestructuras de transporte [1] y, entre tanto, estemos a la cola de los países desarrollados en cuanto a inversiones en sanidad, educación, investigación o atenciones sociales. Para grandes infraestructuras de transporte, de una más que dudosa rentabilidad social, siempre hay dinero, pero constantemente se racanea para estos otros aspectos, que sí marcan una importante diferencia en el bienestar de una sociedad.
Nota:
Nota:
[1] El Estado español el 4º del mundo y 2º de Europa (sólo nos superan Estados Unidos, China y Alemania) en cuanto a longitud de autovías y autopistas; en 2010 seremos el primero del mundo en kilómetros de alta velocidad ferroviaria, aunque con los planes previstos en el PEIT en 2020 multiplicaremos por 5 la longitud de vías de alta velocidad de Japón, el país que, con 2090 km, más tiene en la actualidad.