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Ecosocialismo frente al Neoliberalismo de la Concertación

Fuentes: Rebelión

A propósito de la arremetida que ya hacen algunos partidos políticos en la Provincia de Arauco, con la presentación del «listado» de sus candidatos por la prensa, los que deberán pelearle el cupo al resto de candidatos de los otros partidos en sus respectivos conglomerados, llámense Concertación o Alianza. Seria bueno referirnos a la diferencia […]

A propósito de la arremetida que ya hacen algunos partidos políticos en la Provincia de Arauco, con la presentación del «listado» de sus candidatos por la prensa, los que deberán pelearle el cupo al resto de candidatos de los otros partidos en sus respectivos conglomerados, llámense Concertación o Alianza. Seria bueno referirnos a la diferencia que existe entre un conglomerado u otro.

Los conceptos de izquierda y derecha nacidos con la Revolución Francesa, cuando en medio de la discusión el presidente de la asamblea decía «a mi derecha quienes crean que prima el poder del rey, y a mi izquierda quienes crean que lo que prima es la voluntad popular», como analizadores de la posición política, luego de 4 periodos de democracia tutelada han caído en una franca confusión de sus referentes. Tanto la izquierda Concertacionista, que evidentemente se siente muy cómoda administrando un modelo neoliberal depredador, lo que le permite ser aceptado entre el sector económico del país, como la derecha histórica que ha lavado sus textos en una suerte de populismo para lograr adeptos entre la clase popular. Hoy se hace muy difícil poder discernir quien está a la diestra de quien.

Pero ¿existe alguna diferencia entre uno u otro?, La respuesta se hace cada vez mas clara, no existe mayor diferencia, solo una de matice, pero en definitiva la concertación ya no representa esa esperanza que la hizo nacer como alternativa para el termino de la dictadura de Pinochet y del modelo económico impuesto con las armas.

Ambas colectividades persiguen como objetivo final la administración del modelo neoliberal, el cual se caracteriza por el reinado del mercado que actúa libremente y progresivamente desregulado, en el marco de una economía abierta al exterior, acompañado del desarrollo de un mercado de capitales como agente rector de la economía.

En consecuencia, este modelo elimina la acción del Estado en áreas tradicionales de fomento y regulación de la mayor parte de los procesos económicos como también de su función de moderador de las desigualdades sociales y cuyas principales características son:

– La liberalización de los mercados, que es un requisito básico para crear las condiciones de una mayor acumulación.

– La privatización de empresas públicas, lo cual permitía apropiarse de un capital fundamental para hacer más eficaz la acumulación.

– La apertura de la economía es un factor crítico dada la estrechez del mercado local.

– La flexibilidad laboral contribuiría a reducir el costo de la mano de obra y aumentar la tasa de ganancia.

– La transnacionalización de los recursos naturales es fundamental, dado que una fuente importante de la acumulación proviene de la sobre explotación de los recursos naturales.

– Transformación de la democracia política (un ciudadano un voto) en «democracia» privada (pesos=votos). Esto es crítico pues las decisiones de alta política económica se orientan al uso del excedente productivo no en la búsqueda del desarrollo sino de la consolidación del dominio capitalista.

– El control social que se ejerce a través del Estado. Esto asegura la «paz social» y consiste en funcionalizar el sentido del Estado en el interés privado y no en el interés público.

Estas profundas transformaciones, permitieron construir un patrón de acumulación y concentración de la riqueza como nunca antes en la historia económica de Chile. Este patrón tiene dos fuentes de acumulación: la explotación del trabajo y la apropiación de la productividad de los ecosistemas naturales.

En definitiva, la producción capitalista, en su búsqueda interminable de ganancias, busca convertir todo en mercancía. Sólo de este modo la acumulación puede continuar expandiéndose.

Concluyendo, después de 17 años de dictadura en donde el nuevo modelo económico tuvo su génesis y cuyos creadores fueron aquellos que hoy componen la Alianza y que posteriormente fue «perfeccionado» por la Concertación, solo queda; ó resignarse a lo que hay y sentarse a mirar como el sistema nos consume y nos siguen catalogando como laboratorio del neoliberalismo o intentar cambiarlo con una tercera alternativa.

Web del Autor: http://blog.gritosdelatierra.com