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Ecuador rechaza acusaciones de eventual vinculación entre Rafael Correa y las FARC

Fuentes: ABN

El viceministro de Defensa de Ecuador, Miguel Carvajal, rechazó el domingo por la noche las acusaciones de Colombia sobre una vinculación entre el presidente Rafael Correa y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lanzadas por el general Oscar Naranjo, director nacional de la policía colombiana. ‘Yo puedo asegurar que es una patraña… es una […]

El viceministro de Defensa de Ecuador, Miguel Carvajal, rechazó el domingo por la noche las acusaciones de Colombia sobre una vinculación entre el presidente Rafael Correa y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lanzadas por el general Oscar Naranjo, director nacional de la policía colombiana.

‘Yo puedo asegurar que es una patraña… es una patraña montada para reaccionar a las declaraciones del gobierno ecuatoriano’, dijo Carvajal desde Quito a la radio «Caracol» de Bogotá, reseñó Ansa.

‘No puede ser de esta manera, pues, hasta hace pocos días, muchos de los oficiales colombianos han reconocido que nuestro gobierno ha hecho todos los esfuerzos para repeler cualquier presión de grupos irregulares en territorio ecuatoriano’, manifestó el viceministro.

Según Naranjo, en dos documentos hallados en tres computadores decomisados al abatido jefe de las FARC Raúl Reyes se menciona una reunión entre del ministro de Seguridad de Ecuador, Gustavo Larrea, y ese guerrillero.

Naranjo dijo que esos textos indican que: ‘Larrea, en nombre del presidente Correa, tenía ‘interés de oficializar las relaciones con la dirección de las FARC por conducto’ de ese ministro.

Los documentos también hablan de un presunto compromiso entre el gobierno de Ecuador y esa organización armada para ‘el intercambio de información’ y hasta de un supuesto respaldo para que se les otorgue estatus de beligerancia, según Naranjo.

Naranjo aseguró la noche del domingo que, entre las informaciones halladas en los tres computadores decomisados al fallecido jefe de las FARC Raúl Reyes, hay evidencia de la relación de esa organización con otros países, además de Ecuador.

Lo afirmó tras haber apuntado al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, de supuestas relaciones con las FARC, según dos cartas de Reyes enviadas a la cúpula de esa organización, que Naranjo dijo haber hallado en los computadores del guerrillero muerto.

‘Están aflorando distintas dimensiones de ese relacionamiento terrorista de las FARC con otras personalidades, con otras instituciones y con otros gobiernos’, afirmó Naranjo.

Agregó que en su momento y en la medida que avancen las investigaciones esa información se dará a conocer ‘en cuanto que ha sido hallada en poder de uno de los principales terroristas de las FARC, hoy neutralizado por el gobierno colombiano’.

Naranjo también dijo que en uno de los correos que comprometen al gobierno de Ecuador con las FARC, y escrito por Reyes el 28 de enero de este año, se menciona al presidente venezolano, Hugo Chávez.

El general leyó ese aparte escrito por Reyes, según alegó: ‘Camaradas del secretariado, fraternal saludo, considero llegado el momento lanzar la propuesta del camarada JE de solicitar al gobierno de Venezuela recibir los prisioneros en poder de las dos partes hasta cuando se firme el canje entre los dos contendiente’, leyó Naranjo que dijo citar el texto de Reyes.

‘Estimularíamos -continuó la cita- al propio presidente Chávez y a (Daniel) Ortega (presidente de Nicaragua,) y a otros gobierno amigos para que posteriormente puedan sumarse al reconocimiento de beligerancia’, que el mandatario venezolano ya mencionó.

Hasta finales del año anterior Chávez fue mediador para el acuerdo humanitario, pero Bogotá canceló esa labor. Pese a esa decisión las FARC le entregaron a ese mandatario a seis rehenes, de los 45 que mantenía en su poder, en un gesto hacía él.

Colombia y Ecuador atraviesan por la peor de sus crisis diplomáticas tras la muerte de Reyes – cuyo verdadero nombre era Edgar Devia, número dos de las FARC – abatido en territorio ecuatoriano.

Quito movilizó tropas a la frontera bilateral y expulsó al embajador colombiano en Ecuador, Carlos Holguín.

Por su parte, Venezuela, por orden del presidente Hugo Chávez, también movilizó tropas hacia su frontera con Colombia y ordenó la partida de todo el personal de su embajada que permanecía en Bogotá.

Relaciones llegan al peor nivel

El deterioro de las relaciones entre Quito y Bogotá escaló al mayor nivel tras el intercambio de acusaciones, en medio de las cuales el presidente colombiano, Alvaro Uribe, fue acusado de mentiroso y su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, de tener compromisos con la guerrilla de las FARC.

Según Correa, Uribe y sus colaboradores ‘están mintiendo a Ecuador y al mundo’ al sostener que una actitud de legítima defensa llevó a Colombia a destruir un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, que dejó 20 guerrilleros muertos y tres heridas.

Entre los fallecidos está el número dos de ese grupo, Raúl Reyes, cuyo cadáver fue transportado a Colombia, mientras que una de las heridas fue identificada como una mexicana estudiante de filosofía.

La incursión militar colombiana fue considerada una ‘trasgresión’ por Quito, que retiró a su embajador en Bogotá y expulsó al representante de la vecina nación, así como ordenó la movilización de las Fuerzas Armadas hacia la frontera bilateral y enfatizó que el hecho no quedará en la impunidad.

El ministro de Defensa de Ecuador, Wellington Sandoval, declaró que los militares ‘están listos’ para defender la soberanía nacional sin importar ‘quién trate de ofenderla’.

Venezuela, que también protestó por el ‘asesinato’ de Reyes y la actitud de Colombia contra Ecuador, cerró su legación en Bogotá y militarizó su línea limítrofe.

El incidente, calificado por Correa como el más grave, artero y verificada agresión de Colombia, está al borde de internacionalizar el conflicto de ese país.

El mandatario ecuatoriano compartió la ‘gravedad de la situación’ con sus presidentes de 12 países de América Latina, España y los secretarios de la OEA y la CAN.

‘He planteado la elaboración conjunta de una propuesta dirigida a detener este tipo de conductas e impedir la internacionalización del conflicto colombiano’, señaló en una declaración que ofreció el domingo por la noche desde la casa de gobierno.

Como muestra de su disgusto, el jefe de Estado ecuatoriano incluso declinó visitar Colombia el 30 de marzo, atendiendo una invitación de Uribe para inaugurar una planta de etanol en el departamento de Santander.

‘En esta ocasión no será suficiente una disculpa diplomática del gobierno de Bogotá, exigimos compromisos firmes y formales ante la comunidad internacional que garanticen que no se repetirán estos inaceptables hechos, que se suman a la serie de atropellos sufridos por Ecuador como consecuencia de la violencia imperante en Colombia’, expresó.