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El ex presidente democratacristiano, uno de los principales instigadores del golpe militar, fue asesinado por la dictadura en 1981

Eduardo Frei Montalva y las toxinas olvidadas

Fuentes: Rebelión

Eduardo Frei Montalva fallecía el 22 de Enero de 1982 a la edad de 71 años. El presidente moriría en forma muy diferente a como lo hacen miles de chilenos. No tuvo que firmar un cheque en blanco o presentar un aval o esperar horas y horas y horas postrado en una urgencia. Se fue […]


Eduardo Frei Montalva fallecía el 22 de Enero de 1982 a la edad de 71 años.

El presidente moriría en forma muy diferente a como lo hacen miles de chilenos.

No tuvo que firmar un cheque en blanco o presentar un aval o esperar horas y horas y horas postrado en una urgencia.

Se fue directamente a la clínica Santa María, lugar también atendido por efectivos médicos de la subrepticia Clínica London, de la siniestra DINA.

Allí, supuestamente se le habría «envenenado» inyectándole un agente externo que provocaría una infección y su posterior muerte.

Hasta allí, todo parecería ser claro. Las pesquisas apuntarían a que realmente el ex presidente fue víctima de una conspiración militar para eliminarlo.

La hija de Frei, Carmen Frei sindicaría a Pinochet como quien estaría detrás de esta «Conspiración Secreta» como la ha llamado la televisión nacional.

Su hijo, Eduardo Frei Junior, alega que nunca se le realizó una autopsia al ex mandatario, contradiciendo los dichos del Doctor a cargo, Patricio Rojas.

Sucintamente, los rumores del posible homicidio del presidente Frei Montalvo serían ciertos.

Sin embargo, ¿Cuáles serían las causas?

Un poco de Historia

Eduardo Frei Montalva, perteneció al Partido Demócrata Cristiano, (PDC) partido de Centro derecha, en el cual, en su seno existen vertientes medianamente «acordes» con la palabra «cristiano», pero su gran mayoría es de insistente gusto «Derecha Dura», léase fascistas, latifundistas, grandes empresarios, militares y especimenes de la misma ralea.

Hace poco, el senado de Estados Unidos, en sus archivos desclasificados, reveló el gigantesco apoyo financiero que la CIA hizo para que Eduardo Frei Montalva, ganara las elecciones de 1964, elecciones en las cuales su principal preocupación era Salvador Allende.

20 millones de dólares fue la pequeña suma que recibió el conglomerado. Dinero, hay que decirlo, hasta el día de hoy mantiene en inmejorables posiciones económicas a cientos de insignes dirigentes demócrata-cristianos.

Y no sólo dólares llegaron a los bolsillos de la DC, sino que llegaron especialistas electorales a «asegurar» la victoria.

Entonces, Eduardo Frei M. ganó la elección, pero debido a las pésimas condiciones económicas y el nulo o escaso cambio en el nivel de vida de los ciudadanos (para decirlo en forma elegante) el electorado chileno, favoreció con la presidencia a Salvador Allende.

De ahí en adelante, la Democracia Cristiana, azuzada por el ala derechista en su interior, más las presiones de Estados Unidos transformaron a la DC en enemiga número uno del gobierno de la Unidad Popular.

A la sazón, el presidente Nixon horrorizado y frenético, ordenó a la CIA que evitara el ascenso de Allende al gobierno. El plan fraguado fue dividido en dos partes: Track One and Track Two.

El primero, es el que atañe directamente a la Democracia Cristiana. El congreso debía ratificar a Salvador Allende como presidente, la idea era que el congreso eligiera a Alessandri (otro beneficiado con dineros de la CIA 350 mil dólares aprox.) y este renunciaría y llamaría a nuevas elecciones en que la derecha apoyaría a Frei Montalva. (Operación conocida como «Gambito Frei»).

Al mismo tiempo el hombre de la ITT en Buenos Aires (Roberto Bellerez) informaba al cuartel general de Nueva York.

«El presidente Frei quiere detener a Allende y lo ha dicho a sus íntimos. Pero quiere hacerlo constitucionalmente. O sea, ya sea a través de un vuelco del voto en el Congreso o de una crisis interna que requiera la intervención militar».

Frei hizo todo lo posible por desestabilizar la asunción de Allende, fue uno del los más claros precursores en inducir un «un colapso económico» para frustrar la toma de mando.

Envió a sus ministros a sembrar el terror y la incertidumbre en la población. El ministro de hacienda, por ejemplo, informaba con acentuado pesimismo la situación económica del país. Y todo esto era culpa de un hombre, Salvador Allende. El discurso era recitado por uno de los hombres más corruptos, reaccionarios y deleznables de Chile, Andrés Zaldivar.

Frei también les comentó a sus ministros que estaría dispuesto a ser derrocado por un golpe militar, ya que esto liquidaría a Allende. Después les comentaría a los jefes militares que el estaba absolutamente en contra de algo así.

Frei, vivió en una terrible encrucijada, por un lado insistía en idealizar su figura, sus logros, su mandato frente al país y al mundo como el defensor número uno de la Democracia, sin embargo, los dólares y sus amos del norte, querían resultados y exigían cuentas, saldos, balances, es decir, acciones concretas.

Debido a que existían elementos moderados y de clara simpatía por la figura de Salvador Allende, (grupos que después se escindirían de la DC, conformando el MAPU y la Izquierda Cristiana) y lo arriesgado del plan Track one, fue desechado, además, podría resultar de un revés de proporciones incontrolables. (Desobediencia civil, levantamientos, huelgas y otros) el plan no fructificó. Entonces, la Democracia Cristiana llegó a un acuerdo con el Gobierno de la UP.

Condicionó su apoyo al mandatario bajo el «Estatuto de garantías constitucionales».

Documento que prácticamente le «ataba las manos» a Salvador Allende. Manuscrito que pretendía dejar incólume el estado burgués reinante hasta la fecha.

Pero el punto más importante era el concepto de «Autonomía de las FFAA» es decir, que fueran intocables y que «fueran una garantía para nuestra convivencia democrática»

Este punto expuesto por la DC, fue el punto central de apoyo que usaron los militares para derrocar a Allende entre otras.

Sería lato describir y pormenorizar los cientos de efugios, patrañas y engañifas que la DC, encabezada por Frei Montalva realizó en contra el gobierno de la UP.

(Alianzas con la Derecha fascista, creación de grupos Armados, sabotajes etcétera).

Sucintamente, los hechos públicamente conocidos son que después del golpe gorila de 1973, una vez recuperada la «verdadera democracia» y vuelta la tranquilidad a la nación, el alto mando castrense entregaría el gobierno a Eduardo Frei M, en ausencia de sucesor.

Es ampliamente conocido el apoyo financiero por parte de la familia Frei (Dinero joyas y especies) a la junta de Gobierno encabezada por Pinochet en sus inicios, como así también las declaraciones de elogio, aprobación y aplausos por parte del mismo, desde y fuera del país al dictador.

Sin embargo, el personalismo de Pinochet fue mermando las relaciones entre la DC, y el propio Frei hasta volverse insostenibles conllevando a la DC y a Frei a un marcado distanciamiento de la Junta militar, hasta convertirse en franca Oposición al Reinado de Augusto.

En la década de los 80, Frei comenzó a perfilarse como un destacado opositor y desinteresado luchador por la recuperación de la democracia.

Ya no habían encuentros entre él y el general hace años, sin embargo, este «nuevo» accionar tanto de Frei como de la DC molestarían bastante al general.

Y se especula que:

Frei, podía convertirse en un enemigo bastante peligroso contra Pinochet, bajo su nombre se levantarían bastantes sectores en decidida embestida en contra del gobierno.

La dictadura en sólo nueve o diez años no lograría asentar hasta la raíz de los ojos las ventajas de la libre empresa. El trance se veía peligroso para la estabilidad de la administración y las jugosas ganancias de destacados conglomerados.

Frei, según otros, estaba en condiciones de comentar ciertas infidencias, describiendo pormenores sólo sabidos por altas autoridades en relación al accionar de los militares. En otras palabras, Frei sabía un par de delicados secretos, que dichos en el momento preciso lo encumbrarían a él o a otro de su confianza a la cúspide del poder político y además, volverían a enaltecer su «figura» como campeón de la democracia.

Ante estos hechos, alguna lóbrega figura con un marcado perfil de psicópata asesino esquizofrénico (Podría ser Manuel Contreras, dentro de cientos con el mismo perfil) habría sugerido lo positivo de «adelantar» la muerte de Eduardo Frei Montalva.

Otros, insisten en que habría muerto de causas naturales, ya que a nadie le importaba un viejo de 71 años, comprometido con la dictadura, empresarios multimillonarios, grupos de ultra derecha y los Estados Unidos hasta el tuétano.

Además, los militares también tenían sus cositas que decir en el momento oportuno si se requería, acerca del gobernante bajo la masacre de Puerto Montt.

Lo otro sería que la figura de Salvador Allende como notable demócrata ha ensombrecido de manera indesmentible y unánime a cientos de figurines, meras parodias baratas de un demócrata que…

Vastos sectores necesitan urgentemente «levantar «la alicaída figura de un hombre que supuestamente fue un defensor de la democracia.

Todo esto anexado al hecho de que la Democracia Cristiana ha visto mermado su cuota de poder, bajo el auge del Partido Social-Demócrata en Chile, léase Ricardo Lagos, y la actual presidenta Michell Bachelet.

Entonces, la Democracia Cristiana necesita desesperadamente poner en el tapete de la actualidad y la noticia a uno de los suyos.

Y que mejor que elevar a Eduardo Frei Montalva como otra «Víctima» de la Dictadura, otro asesinado, otra violación a los derechos humanos reivindicada en su figura máxima.

Tristemente célebres personajes como Patricio Aylwin, Andrés Zaldivar, Eduardo Frei padre e hijo podrían hablar en forma seria acerca de asesinatos, violación de derechos humanos, y trato crueles e inhumanos.

Ellos, han sido colosales artífices de gran parte del dolor de un pueblo llamado Chile.

Incontables Demócratas cristianos se alegraron enormemente ante la Muerte de Víctor Jara.

Sin duda, los que más odiaban del cantor fue su composición musical llamada «Ni Chicha, ni limoná» canción que habla directamente de personajillos que están donde el sol calienta. Que hoy día te alaban, y al otro día te dan una puñalada por la espalda. Que hoy lo niegan, y ayer lo afirmaban. Los retrató de cuerpo completo.

«Usted no es na, no es Chicha, ni limoná, se lo pasa manoseando caramba y zamba su dignidad»

Eduardo Frei Montalva, donde quiera que estés, quédate allí y no vuelvas.