Han pasado más de 2 años de movilizaciones en defensa de la Educación Pública , desde la extraordinaria revolución pingüina del 2006 hasta las radicales movilizaciones del año pasado. Estas luchas han involucrado la participación masiva de profesores, apoderados, sindicatos y numerosas organizaciones sociales en contra de la educación de mercado y la LGE. A […]
Han pasado más de 2 años de movilizaciones en defensa de la Educación Pública , desde la extraordinaria revolución pingüina del 2006 hasta las radicales movilizaciones del año pasado. Estas luchas han involucrado la participación masiva de profesores, apoderados, sindicatos y numerosas organizaciones sociales en contra de la educación de mercado y la LGE.
A pesar de todo esto, la concertación y la derecha, en medio de una censura vergonzosa de los medios de «comunicación», pretenden en las próximas horas aprobar definitivamente la LGE en el senado, dando un golpe mortal a la Educación Pública chilena.
La LGE en el parlamento y la «democracia participativa»
Las grave crisis de la educación pública, ha desenmascarado los enormes intereses políticos y económicos que están en juego, revelando la falsedad de los discursos acerca de la «democracia», el «gobierno ciudadano», el «derecho a la educación», etc.
Todas las palabras del gobierno y la derecha han sido simplemente mentiras, ellos realizaron un acuerdo entre cuatro paredes, sin considerar ninguna de las demandas fundamentales de estudiantes, profesores y apoderados. Ahora, entre gallos y media noche pretenden aprobar a como de lugar la Ley General de Educación (LGE), que nada fundamental cambia de la LOCE de Pinochet, avalando el lucro y el negocio de la educación.
A pesar de las más de 500 indicaciones en el senado, se ha impuesto el pacto con la derecha, finalmente. En vez de «garantizar» el derecho a la educación (nota: la educación no esta garantizada constitucionalmente, en cambio si la libertad de enseñanza!!), se mantuvo la vacía expresión «propender a asegurar» la educación. Finalmente, en el «debate parlamentario» se ha rechazado el carácter laico de la educación y el respeto a las ideas políticas de los jóvenes (!)… como en los mejores tiempos de la dictadura!!… avalando, así, futuros ataques y persecuciones al movimiento estudiantil.
La sostenedora de colegios, militante DC y ministra de educación Mónica Jiménez señalo sobre el proyecto: «dejará satisfechos a unos e insatisfechos a otros, porque es imposible tener, en un proyecto de ley, todos los deseos y aspiraciones de todos los ciudadanos»…lo que no dice esta sostenedora, es que los insatisfechos son la amplia mayoría de la población, que no fue tomada en cuenta!! .
En una entrevista a la ministra durante las movilizaciones estudiantiles del año pasado, el periodista le consultó sobre las críticas estudiantiles a la «mesa de diálogo», ella contestó «pero los estudiantes participaron en la mesa, se les escuchó» y sin inmutarse añadió «lo que pasa es que sus opiniones no fueron consideradas»(!?). He aquí el secreto de la «democracia» capitalista, a lo más se tiene el derecho a ser escuchado, de ahí a que se respondan las demandas de la mayoría de la población…mejor ni hablar!!.
Como hemos explicado innumerables veces, el gobierno y la derecha responden en última instancia a los intereses de los grupos económicos dueños de las industrias, bancos, hospitales y por cierto, de numerosas universidades y colegios. La educación es un gran negocio bajo el capitalismo, cuyas ganancias son repartidas desde ministros y parlamentarios hasta simples concejales de derecha y concertación. El actual sistema educacional, a fin de cuentas, es funcional al sistema capitalista, pues condena a la amplia mayoría de los jóvenes a ser futura mano de obra barata, ignorante de sus derechos y fuerza…todo para buen funcionamiento de la «democracia», entonces… ¿por que ellos habrían de cambiar algo?
La crisis de la educación pública
En las últimas semanas se ha desarrollado un capítulo más de la aguda crisis educativa chilena. Debido a la recesión capitalista mundial, que agudamente esta impactando a la economía chilena, el gobierno y la derecha están impulsando duros ataques a la ya debilitada educación pública, cargando el costo de la crisis sobre los hombros de los jóvenes y trabajadores. Esto explica los masivos despidos de más de 10 mil profesores, reducciones de horarios, cambios de contratos, no pago de la subvención adicional especial. Esto ha llevado, por su parte, al cierre de colegios municipales en todo el país, a la fusión de cursos en muchas escuelas debido a la falta de profesores y recursos de muchos municipios.
Esta situación inevitablemente llevará a una agudización de todos los problemas de desigualdad y calidad de educación, volviéndose un abismo insalvable la diferencia entre la enseñanza de colegios municipales y particular subvencionados.
Las políticas neoliberales de las últimas décadas han acabado desangrando a la educación pública, entregando masivos recursos públicos a los sostenedores de colegios, vía subvención escolar. Chile tiene un gasto público en educación que no supera el 4% del PIB, mientras en México se invierte un 5,6% y en Israel un 7,0% del PIB. Aún más, de $100 aportados por el sector público chileno, $42 se transfieren al sistema privado!, mientras en los países desarrollados se transfieren sólo $17 (Fuente: Opech).
En este contexto, la aprobación de la LGE en el parlamento, será probablemente la lápida para la educación municipal y pública en estos tiempos de crisis; con municipios quebrados por pérdida de subvención y de alumnos, que preferirán migrar a colegios particulares subvencionados en busca de mejor calidad. Reproduciendo una y otra vez el círculo vicioso de la inequidad educativa, que forzará inevitablemente, a la completa privatización de la educación.
La crisis de la educación pública, es en el fondo la crisis del sistema capitalista, el fracaso completo del mercado para satisfacer las necesidades de la población, como se comprueba con la crisis mundial. Es el absurdo de financiar negocios privados con recursos públicos, de todos los trabajadores!! No es acaso lo que ocurre cuando el gobierno subvenciona, por ejemplo: a los empresarios de colegios, a los empresarios del transporte o a las empresas para contratar mano de obra barata? No es acaso lo que ocurre cuando el gobierno ayuda con miles de millones de dólares a los bancos con dinero de todos; y nada hace sobre los masivos despidos de trabajadores?
Para defender la Educación Pública los jóvenes y trabajadores debemos organizar una huelga general
Los estudiantes y los trabajadores, sus padres, nada pueden esperar del gobierno y la derecha, excepto ataques más duros sobre sus derechos y niveles de vida. Debemos confiar en nuestras propias fuerzas. Pero la experiencia de las recientes luchas estudiantiles y sindicales nos enseña que nada fundamental lograremos movilizándonos solos.
Es urgente recomponer el movimiento y ampliarlo, sumando al resto de la población. Ya no basta solo con marchas o protestas, hay que formar amplias coordinadoras de lucha con sindicatos, comandos de pobladores y plantear demandas más amplias y urgentes en estos tiempo de crisis, como: exigir un aumento del salario mínimo a 250 mil pesos mensuales reajustable automáticamente con la inflación, el congelamiento de todos los despidos; la disminución de la jornada laboral sin disminución de salarios para crear mas empleos. Y en relación a la educación, exigir el retiro de la LGE para elaborar un nuevo proyecto educativo con genuina participación democrática de estudiantes, profesores y apoderados.
A partir de estas consignas podremos sumar al resto de la población con sus demandas, fortaleciendo y ampliando nuestras fuerzas. Al igual que los estudiantes, los trabajadores aprenderán por la experiencia que sus intereses deben defenderlos en las calles, organizándose y movilizándose masivamente, incluso por sobre la burocracia sindical que pretenda frenar las luchas.
De esta manera, se ganará la confianza y apoyo necesarios para llamar a una huelga general de 24 horas en defensa de nuestros intereses, contra las políticas neoliberales del gobierno y la derecha. Solo con millones movilizados y paralizando el país, podremos decir
¡Los jóvenes y trabajadores no tenemos por que pagar la crisis del capitalismo, que la paguen los ricos!
En este contexto de crisis sólo los jóvenes y trabajadores en lucha podremos defender nuestro derecho a un trabajo, educación y vida dignos! Pero esto no bastará, será fundamental levantar una alternativa política al capitalismo, que defienda la planificación socialista y democrática de la sociedad…como alternativa al mercado fracasado. Solo entonces, la economía funcionará para responder a las verdaderas necesidades de toda la población, desarrollando al máximo las potencialidades humanas… dejando muy atrás la miseria y opresión del pasado.