Esta fue una de las tantas consignas que se agitaron en la marcha que a favor de la paz se realizó en Medellín el viernes 7 de octubre. Esa semana la opinión pública seguía convulsionada luego del «triunfo» del NO en el plebiscito del 2 de octubre. Pasado un mes las aguas se empiezan a […]
Esta fue una de las tantas consignas que se agitaron en la marcha que a favor de la paz se realizó en Medellín el viernes 7 de octubre. Esa semana la opinión pública seguía convulsionada luego del «triunfo» del NO en el plebiscito del 2 de octubre. Pasado un mes las aguas se empiezan a asentar y aparecen con claridad los actores y métodos utilizados en la consulta, y sobre todo, las posturas que frente a esta coyuntura han asumido diversos protagonistas de la vida política nacional.
1.- Dispersa campaña del SÍ vs Concreta y fraudulenta campaña del NO
La campaña del SÍ desde la derecha, desde las élites, fue lo más «light» posible, nada de reconocer el delito político, mucho menos de visibilizar a la ciudadanía cuáles fueron las causas por las que surgió la guerrilla, el papel de la oligarquía, del Estado y de los paramilitares en la destrucción del tejido social y en la acumulación de tierras y riquezas en unas pocas manos resultado del despojo violento a miles de campesinos y obreros. Se limitaron a decir que era MEJOR LA PAZ QUE LA GUERRA, que los campesinos pobres tendrían tierra y poco más; pensaron que con los medios de comunicación era suficiente, incluido el grandioso acto de firma del Acuerdo en Cartagena el 26 de septiembre, a ello hay que sumarle que sus partidos hicieron el mínimo esfuerzo por movilizar su electorado a favor del SÍ.
La campaña del SÍ desde la izquierda fue parecida a la de la oligarquía, con la diferencia de que sus militantes sí fueron a las calles y a las plazas a educar y pedir el voto a la ciudadanía. Se enfatizó en la consigna de NO A LA GUERRA, por supuesto que en términos genéricos queremos que se acabe la confrontación bélica, pero un exceso de dicha consigna sin hacer claridad de los bandos en contienda los convierte en idiotas útiles de la élite, pues se diluye la responsabilidad que el «bloque de poder dominante» ha tenido en los últimos años en cuanto a ser responsable del Terrorismo de Estado que ha sacudido a Colombia desde 1928 y por ahí derecho deslegitima a los insurgentes.
Ampliemos un poco. No se dice que millones de judíos, comunistas, gitanos y homosexuales murieron en la Segunda Guerra mundial, todo el mundo sabe que fueron aniquilados por los nazis: los sionistas y las potencias vencedoras lo han dejado claro en la historia. En Colombia no ha ocurrido igual con la llamada «época de la Violencia» (1946-1958), dicho período también denominado «Violencia liberal-conservadora», así no más, esconde la principal responsabilidad del Partido Conservador, al frente del Estado, en el derramamiento de sangre de aquel entonces. Yendo a tiempos y episodios relacionados con la guerra o conflicto actual, podría decirse que las personas que departían en el parque del municipio de Segovia en 1988 no estaban en un campamento guerrillero, ni había combates en sus alrededores: 43 personas fueron asesinadas alevosamente por el Terrorismo de Estado [1]… así mismo centenares de masacres en los últimos 30 años.
La campaña del NO tuvo múltiples mensajes. Sencillos, reflejo de opiniones y mentiras en toda regla. El NO fue al grano: a los terroristas de las Farc plomo, cárcel y cementerio; no queremos un país de maricas y que vaya a ser como Venezuela. Hasta aquí podríamos decir que son opiniones respetables, pero lo inaceptable es el cúmulo de mentiras que difundieron por las redes sociales: que a los pensionados les iban a quitar el 7% de sus mesadas para pagarle a los guerrilleros, que éstos se iban a ganar al mes 1’900.000 pesos (cuando en realidad eran 620.000 por dos años), entre otros. Así lo reconoció Juan Carlos Vélez Uribe, Jefe de campaña del NO, » la estrategia era dejar de explicar los acuerdos para centrar el mensaje en la indignación… en las emisoras de estratos bajos nos enfocamos en subsidios…», lo expresó en entrevista ante los medios [2].
Esta estrategia encuadra perfectamente en un delito previsto en el Código penal colombiano:
«Artículo 388. Fraude al sufragante. El que mediante maniobra engañosa, obtenga que un ciudadano o a un extranjero habilitado por la ley, vote por determinado candidato, partido o corriente política, o lo haga en blanco, incurrirá en prisión de uno (1) a cuatro (4) años.
En igual pena incurrirá quien por el mismo medio obtenga en plebiscito, referendo, consulta popular o revocatoria del mandato votación en determinado sentido.
2.- ¿Qué cuestionan y proponen los del NO?
Una marea de rumores y falsedades sustentaron el NO. Pero, ¿quiénes lo lideran? Los del partido del senador y expresidente Álvaro Uribe denominado Centro Democrático, un sector del Partido Conservador, el ex Procurador Alejandro Ordoñez y un cúmulo de iglesias cristianas, incluido un sector importante del catolicismo. Algunos de ellos coinciden y otros se diferencian en algunos aspectos. Los cuestionamientos y propuestas son diversas y numerosas, he aquí las más sobresalientes.
a.- Tierras
No quieren que los baldíos apropiados ilegalmente regresen a manos del Estado, no quieren devolver las tierras que fueron adquiridas luego del despojo violento a sus legítimos dueños, todo ello con la excusa de la «buena fe» y por supuesto pretenden por ahí derecho modificar la Ley 1448 de Víctimas y restitución de tierras.
Sostienen que la Reforma Rural Integral, aprobada en La Habana, se ha basado en la redistribución de la tierra, lo cual no sirve para erradicar la pobreza. No quieren que las comunidades participen en los destinos de sus territorios, pues allí podrían estar los de las Farc y podrían beneficiarse; que el «uso económico de la tierra rural sea determinado por el libre mercado…no obstante…[se]podrá estimular determinados usos de la tierra en función de…los planes departamentales, regionales o nacionales, y de las orientaciones macroeconómicas del país.» Además no comparten el trato preferencial a las Zonas de Reserva Campesina y del catastro dicen que los municipios no deben tener en cuenta la influencia de la industria, del turismo o la expansión urbanística para valorizar los predios [3].
En resumen quieren mantener el statu quo de la tierra en Colombia, que los terratenientes-empresarios sigan mandando y que las comunidades sean proveedoras sumisas de mano de obra barata.
b.- Víctimas: Verdad y Justicia
Extenso tema. La Verdad la atacan de manera indirecta, pues de lo contrario sería quedar en evidencia. Proponen que en el Comité de Escogencia de la Comisión de la Verdad estén todas las fuerzas políticas: eficaz Torre de Babel para dilatar…
En cuanto a Justicia proponen desmontar la Jurisdicción Especial para la Paz y a cambio que se instale un Tribunal Transicional dependiente del Tribunal Superior de Bogotá teniendo a la Corte Suprema como segunda instancia y órgano de cierre; que se investigue de manera diferente a los agentes del Estado y a los civiles por un lado y a las Farc por el otro; y que las víctimas no sean promotoras de investigaciones penales. Luego hacen una serie de reparos al articulado del componente de Justicia del Acuerdo de Víctimas que se resumen en desconocer el delito político y tratar a los rebeldes como delincuentes comunes [4].
c.- Participación política
No comparten que los guerrilleros no amnistiados puedan ser elegidos en altos cargos, y presumiblemente la intención de incluir al narcotráfico como delito no amnistiable es aumentar la lista de guerrilleros que quedarían impedidos para asumir tales puestos. Pero lo más grave es que desvirtúan totalmente el protagonismo de las comunidades. «La participación comunitaria es el ejercicio de un derecho, que no puede convertirse en un mecanismo de control social y territorial de las Farc en el posacuerdo.» Es decir, si una comunidad no permite la expoliación de sus territorios es que hay guerrilleros de las Farc, así ésta se haya acabado.
d.- Narcotráfico
Proponen que este delito no sea conexo con el de rebelión. No tiene argumentación jurídica seria, salvo la intención de que infinidad de comandantes no sean amnistiados e intentar limitar su futura participación política.
e.- Ideología de género
El ex Procurador y los cristianos cuestionan la «ideología de género» en los acuerdos. Pero, ¿Qué es ideología de género? Casi nunca lo definen, entonces veamos que nos dice la web catholic.net.
Según el cardenal Joseph Ratzinger, luego papa Benedicto XVI:
«La ideología de género es la última rebelión de la creatura contra su condición de creatura…Ahora, con la ideología de género el hombre moderno pretende librarse incluso de las exigencias de su propio cuerpo: se considera un ser autónomo que se construye a sí mismo; una pura voluntad que se autocrea y se convierte en un dios para sí mismo [5]»
En otras palabras, ideología de género, según el autor de la web,
«Es una ideología…que defiende que las diferencias entre el hombre y la mujer, a pesar de las obvias diferencias anatómicas, no corresponden a una naturaleza fija, sino que son unas construcciones meramente culturales y convencionales, hechas según los roles y estereotipos que cada sociedad asigna a los sexos» [6].
Dejando para otro momento la consideración de Ratzinger, «custodio de la doctrina católica», la ideología de género dice que la condición de hembra o macho no sólo lo define una vagina o un pene, sino que también lo determina la cultura.
Este es un tema realmente complejo, pero ¿de qué familias salen tantos gays y lesbianas? De familias heterosexuales, monoparentales, lideradas por un tío, un familiar o hasta por una persona caritativa. Hombres que sexualmente quieren compartir con otros hombres, mujeres que quieren hacer lo mismo, o individuos que disfrutan con ambos sexos. Muchos de ellos han constituido la comunidad de Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales (hermafroditas), el cada vez más conocido colectivo LGTBI.
Efectivamente el Acuerdo de La Habana sostiene en infinidad de puntos que tal conglomerado debe tener un trato particular al considerarlo como una agrupación con intereses propios y que es fuertemente estigmatizado, discriminado, excluido y satanizado. O es que la palabra marica no connota acaso un insulto, una burla, un estereotipo lleno de significados despectivos y ultrajantes.
Modificar el reconocimiento a la comunidad LGTBI sería violar la Constitución, pues se estaría infringiendo su «derecho a ser libres e iguales ante la ley, a recibir la misma protección y trato de las autoridades…[Recordemos que] El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados» (art. 13 Subrayado nuestro). Eso sin contar el «derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que…los derechos de los demás y el orden jurídico.» (art. 16).
3.- La élite del SÍ acepta el fraude del NO y pesca en río revuelto
El fraude del NO en principio fue un escándalo, pero posteriormente se ha ido diluyendo. Lo que de frente fue un delito, tal cual lo señalamos al principio, no ha pasado de una opinión presidencial a nivel internacional: » Primero, acepté el veredicto de las urnas, así fuera por la mínima diferencia -¡solo el 0,4 por ciento!- y así fuera resultado de una estrategia de desinformación y mentiras…» [7]. El nuevo Fiscal general, tan bulloso a la hora de «perseguir el dinero de las Farc», no ha dicho nada ante tan mayúscula trampa.
Los del NO mutaron diciendo que apoyaban la paz pero no los Acuerdos, valga decir que siempre rechazaron tan siquiera negociar con las Farc. Ante su posible derrota difundieron el rumor de que seguro ganaría el SÍ porque «eso ya estaba arreglado». Ahora que la élite del SÍ impulsa un nuevo acuerdo, los del NO se han despachado proponiendo cualquier cantidad de disparates con el único propósito de dilatar la negociación hasta las elecciones presidenciales de 2018. Aunque la élite del SÍ quiere un nuevo Acuerdo rápido, de entrada aceptó el fraude porque les conviene, pues a las enormes concesiones hechas por las Farc, ahora quieren que ésta insurgencia acepte las solicitudes de lo más reaccionario y retrógrado de la sociedad colombiana. Y lo peor es que ante la posibilidad de que las sandeces del NO sean rechazadas en La Habana ya hablan de que el gobierno les hará «conejo» [8] (trampa): tras de ladrones bufones.
4.- Nuevo Acuerdo: seguridad para las comunidades
Un vacío monumental en los Acuerdos de La Habana es lo referido a la seguridad de las comunidades. No es un punto secundario. Es algo vital, estratégico. Las Fuerzas Armadas oficiales seguirán igual de grandes, para enero de 2014 tenía 470.988 efectivos [9], mucho más que Brasil o México, los cuales, quintuplica el primero y casi triplica el segundo en población a Colombia. Toda esa fuerza militar garantizará el látigo sobre las comunidades y la alfombra roja a las empresas, porque para golpear a las organizaciones criminales (Clan del golfo por ejemplo) actúan como enclenques.
Dicho vacío en las comunidades será llenado por la fuerza militar, así lo implementará el Gobernador de Antioquia, con unas vice alcaldías militares con funciones de comisarios y de corregidores, y que además coordinarán la salud, la educación, la convivencia y políticas sociales [10]. A ese paso la tarea de los alcaldes elegidos popularmente será lustrarle las botas a «mi capitán».
Resulta paradójico que las Farc que en el pasado se levantaran en armas contra un estado de cosas en el que las fuerzas gubernamentales han actuado como verdugos con su pueblo, que por acción o por omisión han sido responsables del más macabro Terrorismo de Estado, y ahora, deposite en ellas la confianza y responsabilidad de velar por la seguridad de las comunidades…
Centenares de miles de personas han salido a marchar a las calles a refrendar los Acuerdos de La Habana: esperemos que las partes que los firmaron cumplan su palabra y no le fallen a lo mejor de la sociedad colombiana.
Notas:
[3] Bases de un Acuerdo Nacional de Paz. Centro Democrático. Pgs. 7-10. Puede verse en http://www.centrodemocratico.c
[4] Idem cita 5, pgs. 19-24
[5] http://es.catholic.net/op/arti
[6] Idem cita anterior
[8] http://www.semana.com/nacion/a
[9] https://populationpyramid.net/
[10] http://www.ipc.org.co/agenciad
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