Aún no debutan las nuevos parlamentarios y parlamentarias, ni asume el nuevo Gobierno de Sebastián Piñera, y la teleserie entre el FA y el PC parece estar desatada, al menos en los medios de comunicación. La idea de conformar una alianza política profunda con el Partido Comunista ha traído consigo las reticencias de parte de […]
Aún no debutan las nuevos parlamentarios y parlamentarias, ni asume el nuevo Gobierno de Sebastián Piñera, y la teleserie entre el FA y el PC parece estar desatada, al menos en los medios de comunicación. La idea de conformar una alianza política profunda con el Partido Comunista ha traído consigo las reticencias de parte de la bancada del frenteamplismo, quienes destacan que, a pesar de que una alianza en el Congreso se dará de forma natural, hablar de una oposición conjunta con el partido de la hoz y el martillo es un tema muy distinto, que no tendría piso político en el Frente Amplio, hasta el momento.
La relación entre el Partido Comunista (PC) y el Frente Amplio (FA) ha estado marcada por un ir y venir de declaraciones que solo traen consigo una sola conclusión: la posibilidad de trabajar una alianza en conjunto solo se puede dar en el área parlamentaria. La idea de levantar un pacto político que supere el trabajo en el Congreso y consolide un frente de oposición programático, que incluya al FA, es más que un sueño distante, tanto así que en la mesa nacional del conglomerado el tema no se ha tratado.
Aún así la idea de un acercamiento, fomentado por una serie de bilaterales que han mantenido organizaciones frenteamplistas con el PC -entre ellas, Movimiento Autonomista-, han despertado algunas alarmas en el Frente Amplio, principalmente entre aquellas orgánicas políticas que afirman escapar del clivaje entre la derecha y la izquierda y que ven en el PC el retorno de la vieja política, más que la renovación que plantea el FA.
Es reconocida al interior del frenteamplismo la negativa del Partido Liberal (PL) a conformar una alianza con el PC, en oposición al Gobierno de Sebastián Piñera. Así lo hizo ver el diputado liberal Vlado Mirosevic, quien en su cuenta de Twitter señaló que «no me gustaría, ni me sentiría cómodo en alianza con los comunistas. Los respeto y valoro, pero todavía no saldan cuentas con su propia historia, como su apoyo a las dictaduras totalitarias».
Línea que también ha sido apoyada por otros nuevos parlamentarios del FA. Florcita Motuda (PH) también dejó ver su distancia con el Partido Comunista. En una entrevista concedida a El Dínamo, el parlamentario aseveró que su negativa responde a la experiencia histórica que ha tenido el Partido Humanista trabajando con el PC. «Son tan manipuladores que de repente me corre un escalofrío por la espalda. Se maniquean por aquí, por allá y logran hacer las cosas que ellos quieren (…). Todas esas cosas de por sí me dan desconfianza. No el tipo de desconfianza que le da a la DC», recalcó.
Otras fuerzas recalcan que definitivamente no ven «al Partido Comunista dentro del Frente Amplio», porque este último pretende ser «una coalición nueva». «¿Qué tiene de nuevo, aparte de que tiene gente joven de parlamentarios, la propuesta del PC? Por eso creo que coalición no», recalca el diputado electo del Partido Ecologista Verde (PEV), Félix González.
El parlamentario destaca que «el PC está en otro proyecto político, ellos tenían un programa que se lo ofrecieron al país a través de Alejandro Guillier, nosotros tenemos otro programa, que en algunas cosas son muy distintos, y yo no he escuchado que hayan cambiado de idea en materia de AFP, Código de Aguas o Ley de Pesca».
De todas formas, reconoce que en el trabajo parlamentario van a coincidir con el PC «en algunas cosas», confluencia que sería equiparable con la que podrían llegar a tener con partidos como Evópoli, en temas puntuales, como el matrimonio igualitario. «Ellos también están en esta causa y nosotros no tenemos complejos, como ecologistas, en trabajar en causas que compartamos (…). No estoy de acuerdo en que haya una alianza especial con el Partido Comunista, distinta a la que pueda haber con el PPD, los socialistas, radicales o la DC», agrega el diputado del PRV.
Desde el Frente Amplio plantean que esta idea de una coalición con el PC responde a una construcción de los medios, «es puro humo», bromea un dirigente. Además, también respondería a la visión de una política binominal, en donde a un próximo Ejecutivo le convendría visualizar una sola oposición, más que un cuadro segmentado con distintos flancos que podrían complicar a la próxima administración de Gobierno.
A pesar de esto, existen organizaciones que sí ven con buenos ojos una posible alianza con el comunismo, recalcan desde el mundo ecologista, entre ellos, Movimiento Autonomista, Izquierda Libertaria, Nueva Democracia e Izquierda Autónoma, todas organizaciones que entre sus horizontes tienen objetivos «socialistas o comunistas» que pueden coincidir con el PC, además de una serie de trabajos en los que confluyen con militancia comunista, como en el mundo sindical, estudiantil y social, lo que no necesariamente «podría dar origen una alianza o nueva coalición», explican desde dicho sector.
En Revolución Democrática (RD) parece no haber una postura oficial al respecto. Desde su nueva bancada parlamentaria manifiestan que la confluencia en términos legislativos se va a dar «de manera natural», además tampoco ven con malos ojos la construcción de una oposición amplia en contra de Sebastián Piñera con el comunismo, pero para eso debe «pasar mucha agua bajo el puente» y superar conflictos mal tratados entre el PC y Frente Amplio, indican.
Desde el frenteamplismo afirman que esta «posición contraria (al PC) es infantil», con un «aire de anticomunismo» proveniente de un «trauma» con la colectividad de la hoz y el martillo. Recalcan que, aparte del Movimiento Autonomista, «ninguna otra fuerza ha dicho nada más respecto al PC», ya que no ha habido conversaciones sobre «alianzas formales aún. Siempre se ha dicho que, si se suman a las líneas programáticas, será bienvenida una cooperación».
Las confluencias
Desde el Partido Comunista han dado señales y la necesidad de mantener las «aguas calmadas» es una premisa al interior de la colectividad para este año. Es por esta razón que, cada vez que se ha levantado una pugna o distancia con el FA, han tratado de poner paños fríos a la polémica. Así lo hizo Juan Andrés Lagos, integrante de la comisión política del PC, quien descartó las declaraciones del alcalde Jadue, quien aseguró que el Frente Amplio estaba «a la derecha» del Partido Comunista. Lagos hasta llegó a plantear, en El Mercurio, «la posibilidad de llegar a un estatuto programático con las fuerzas del Frente Amplio», pero incluyendo, también, a la Democracia Cristiana.
Es este principio de una «alianza lo más amplia posible» el punto que marca la principal distancia entre el frenteamplismo y el Partido Comunista. Hasta en aquellas organizaciones que no descartan de plano una alianza más profunda en los próximos años, aseguran que la definición de un nuevo domicilio político y abandonar la tesis de la Nueva Mayoría, son fundamentales para hacerla viable, aunque «a esta altura toda discusión parece ser puro humo», sostienen desde la mesa nacional del FA.
En paralelo, y a pesar de sus polémicas declaraciones, el alcalde Jadue ha desarrollado una línea de trabajo con algunos sectores del frenteamplismo, centrada principalmente en los gobiernos locales y el trabajo comunal. Para nadie es un secreto la relación que mantiene con el jefe comunal de Valparaíso, Jorge Sharp, quien hasta se llevó al creador de la farmacia popular de Recoleta al municipio de la ciudad puerto.
Las reuniones y posibilidad de trabajo en conjunto, o generación de «proyectos similares», están a la orden del día entre ambos alcaldes, y de a poco se han empezado a cimentar en otras regiones, en donde el Frente Amplio ha comenzado a levantar instancias orgánicas que tienen como objetivo generar una alianza política y social, para lograr obtener -entre otros objetivos- más alcaldías ciudadanías, como la nacida a partir del movimiento La Matriz en Valparaíso. De esta forma, la confluencia de trabajo podría ampliarse a nivel local y territorial, «sin la necesidad de ir generando un acuerdo político en la cúpula (…). Las confianzas se ganan trabajando», precisa un alto dirigente del FA.
La respuesta del FA
Intentando tocar las polémicas con guante de seda, desde el Frente Amplio aseveran que ven al Partido Comunista como un aliado y no un enemigo. Desde Izquierda Libertaria, destacan que con el Partido Comunista se han encontrado en distintas instancias desde «hace muchos años». «Siempre hemos tenido una relación de mutuo respeto, con una serie de diferencias (…), eso se reafirma cuando ellos optan por la construcción de la Nueva Mayoría, que hay que ver si sigue existiendo», señala Lucas Cifuentes.
Agrega que «es muy necesario tener un diálogo muy fluido y permanente con el Partido Comunista, toda vez que son un actor de relevancia política, con un peso histórico y relevancia histórica del que la izquierda tiene mucho que aprender, pero eso, entendiendo que hoy día nos separa una decisión -que para nosotros es fundamental- que tiene que ver con los domicilios, y nuestro domicilio está en el Frente Amplio. Veremos si es que en un largo o mediano plazo eso cambia, pero los cambios no se decretan, sino que son resultado de un proceso histórico, político», puntualiza.
Por otra parte, desde Nueva Democracia indican que el Frente Amplio tiene capacidad de posicionarse como un espacio de construcción «política con un espíritu transformador». «Si en esa lógica, en la vereda de nuestras líneas programáticas, el PC está dispuesto a darles impulso, claramente hay que conversar con ellos. Pero esa es una discusión muy distinta a la de generar una alianza formal con ellos en la lógica de la ‘oposición transversal’ que se ha planteado», recalca Marjorie Cuello, miembro de la mesa nacional de ND.