«Nosotros aspiramos a que nuestras luchas, nuestros esfuerzos, lleven a Colombia a construir con el transcurso del tiempo, con el trabajo y la convivencia un sistema social igualitario » Alfonso Cano. Los medios masivos de comunicación como RCN y Caracol han mostrado incansablemente la noticia del asesinato del comandante de las FARC EP Alfonso Cano […]
«Nosotros aspiramos a que nuestras luchas, nuestros esfuerzos, lleven a Colombia a construir con el transcurso del tiempo, con el trabajo y la convivencia un sistema social igualitario » Alfonso Cano.
Los medios masivos de comunicación como RCN y Caracol han mostrado incansablemente la noticia del asesinato del comandante de las FARC EP Alfonso Cano como un hecho positivo que acerca a Colombia a la Paz, al tiempo que han mostrado al guerrillero caído como un delincuente, terrorista e intransigente, difundiendo un mensaje de odio y asumiendo una postura para-estatal que desborda los limites de la libertad de prensa y la comunicación social, apartándose de un análisis objetivo de la realidad.
Por su parte, el gobierno nacional ha asumido una postura triunfalista, de desprecio a la vida de su contrincante, manteniendo la arrogancia de resolver militarmente el conflicto social y armado que vive Colombia, cerrándose a los caminos de la paz y sumergiendo a las y los colombianos en un lodo de prolongación de la guerra degradada y desproporcional que arrasa con los derechos e intereses de la sociedad civil.
El reciente parte de guerra es un rotundo NO al Acuerdo Humanitario y a la solución política y negociada al conflicto de parte del gobierno colombiano, que somete una vez más a la zozobra a los mas de 9.500 prisioneros políticos en poder del Estado y 22 prisioneros de guerra en la selva de Colombia en poder de las FARC, y por supuesto a sus familiares, reafirmando la política gubernamental del odio y poco respeto a los derechos a la vida y a la libertad, aplicando la pena de muerte y convirtiendo las cárceles y la selva en cementerios de mujeres y hombres vivos.
El gobierno nacional ha pasado por encima de las normas internacionales que regulan la guerra y descaradamente le exige a su contradictor respeto a las mismas, cuando no es capaz de pensar en la suerte que pueden correr sus 22 militares en poder de las FARC, ni en los verdaderos intereses del pueblo colombiano en poner fin al prolongado y degradado conflicto social y armado.
El asesinato del comandante Alfonso Cano es un atentado a la paz, pues es bien conocido que el jefe guerrillero representaba la línea política de las FARC, se dio muerte a un hombre de paz, a un hombre de ideas, a un hombre comprometido con la transformación social, a un hombre obligado a vivir en la clandestinidad, se dio muerte a una historia revolucionaria.
Rechazamos la política guerrerista, de odio y de desprecio a la vida del gobierno del presidente Juan Manuel Santos y exigimos la salida negociada y política al conflicto social y armado colombiano que debe empezar con el intercambio humanitario de prisioneros políticos y de guerra entre el Estado y las FARC.
Colombia, Noviembre 9 de 2011
Campaña por la Libertad de las y los Prisioneros Políticos «Traspasa los Muros»
Coalición por el Trato Digno y la Libertad de las y los Prisioneros Políticos «Larga Vida a las Mariposas»