El Cuerpo Diplomático, la extradición a los Estados Unidos o el asilo parecen ser los caminos diseñados por Álvaro Uribe Vélez para sacar del escenario nacional a subordinados, aliados o socios enredados en procesos judiciales que puedan terminar peligrosamente señalándolo a él como el cerebro de sus acciones delincuenciales o aliado estratégico de las mismas. […]
El Cuerpo Diplomático, la extradición a los Estados Unidos o el asilo parecen ser los caminos diseñados por Álvaro Uribe Vélez para sacar del escenario nacional a subordinados, aliados o socios enredados en procesos judiciales que puedan terminar peligrosamente señalándolo a él como el cerebro de sus acciones delincuenciales o aliado estratégico de las mismas.
Al dorado Cuerpo Diplomático fueron enviados algunos encumbrados uribistas sobre cuyas cabezas pendía el ojo de la justicia. Jorge Noguera, ex directos del DAS, fue enviado como cónsul a Milán cuando ya estaba siendo procesado por sus acciones criminales en alianza con los narco paramilitares. Hoy está preso. Salvador Arana se instaló cómodamente en la embajada de Colombia en Chile a pesar de haber sido acusado del asesinato de un alcalde del Polo Democrático Alternativo. Hoy está preso. Y por ese mismo estelar camino de la diplomacia fueron enviados muchos otros socios y amigos de Uribe. Un Ex Fiscal absolvedor de paramilitares, un ministro comprador de votos, un Secretario presidencial de largas orejas, Etcétera, etcétera.
Cuando los grandes jefes paramilitares que se habían acogido a un supuesto «proceso de paz y desmovilización» empezaron a hablar ante la justicia y sus confesiones empezaron a tocar al círculo más estrecho de Uribe incluidos hermanos, primos y aliados electorales, fueron extraditados a los Estados Unidos. Como una manera de extraditar la verdad denunciaron muchos en ese momento. Sobre esta extradición no todo está dicho. Para algunos fue una traición de Uribe a los paramilitares, para otros un gran acto de justicia y otros más desconfiados y maliciosos piensan que fue un arreglo tripartido por debajo de la mesa, uno de esos grandes «negocios» que en los estrados judiciales se hacen en los Estados Unidos y que terminan incluyendo nuevas identidades y vidas tranquilas en cualquier lugar del extenso país del Tío Sam.
Ahora estamos en la etapa del asilo.
La ex directora del Departamento Administrativo de Seguridad DAS, María del Pilar Hurtado se ha asilado en Panamá. Ella está siendo procesada, como decenas de ex jefes de este organismo, por la trama de escuchas ilegales que le hicieron a todos los opositores de Uribe lo mismo que a periodistas, magistrados y defensores de derechos humanos. Trama que trascendió la frontera llegando a otros países de América Latina y a Europa, especialmente España donde ya existen querellas judiciales de reclamo. Lo de las escuchas parece ser la más inocente de las acciones encubiertas que realizaba el DAS. Y parece que el camino del asilo que tomó la ex directora será tomado también por un importante grupo de los inculpados. Y se señala que esta desbandada ha sido ordenada por Uribe.
Un ex magistrado colombiano ha señalado con certera precisión:
«El asilo es una conquista humanista y democrática de la humanidad para proteger a las víctimas de persecuciones y amenazas. Nunca para proteger a los victimarios».
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