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Puerto Rico

El Caso de Keishla: el ojo del avestruz o el ojo de la moral

Fuentes: Rebelión

El patriarcado y su derivado el machismo es una aberración inmoral muy compleja y sistémica colonial que está arraigada en diversos espacios: en el derecho, moral, costumbres, familia, mercado, mundo del trabajo, religión, narcotráfico y otros fenómenos.

El avestruz es pájaro que no vuela, de pescuezo largo y en ocasiones cobarde. Defiende sus crías con celo pero ante el temor de ciertos acontecimientos acostumbra a meter la cabeza y los ojos en un hoyo. Es grande y fuerte como constaté al montar uno en viaje a África del Sur.

En Puerto Rico hay conmoción con el asesinato de la joven embarazada Keishla. Un coautor se hizo testigo e implicó en el asesinato al joven y famoso boxeador Félix Verdejo. Fue arrestado por el FBI, acusado en la Corte Federal de secuestro que produjo una muerte y se expone a la pena capital.

Hay variadas miradas de atender el horrendo crimen de Keishla: con ojo ciego o iluminado como sugerí el 2 de mayo en el escrito «Un diamante en la nuca que se esfumó». (1) La óptica inmediata de un sector fue, desde un óptica formalista, arreciar automática y exclusivamente una campaña aisladamente contra el abuso del machismo y patriarcado generada desde la lucha entre hombres y mujeres.

El patriarcado y su derivado el machismo es una aberración inmoral muy compleja y sistémica colonial que está arraigada en diversos espacios: en el derecho, moral, costumbres, familia, mercado, mundo del trabajo, religión, narcotráfico y otros fenómenos. El paso acelerado de una sociedad agraria atrasada a una más industrializada en Puerto Rico -colonia de una potencia capitalista desarrollada- trajo como consecuencia la salida de muchas mujeres del encierro hogareño y patriarcal agrícola hacia el mundo del trabajo manufacturero, educación, sufragio y acción política. A fines de los años 20, fruto de una lucha popular prolongada, nuestras mujeres adquirieron el derecho al voto. En el estado del derecho poco a poco se superaron las aberraciones de corroboración del testimonio de la víctima de violación, prohibición absoluta del aborto, las causales primitivas para el divorcio e instituciones desiguales de la sociedad ganancial, relaciones concubinarias, derechos de hijos fuera del matrimonio, garantías contra el acoso laboral y educativo, entre otros. Han sido luchas libradas por mujeres y hombres. No cabe dudas la lucha por la igualdad entre los géneros ha tenido avances. Pero todavía quedan considerables rémoras de trato desigual provenientes del sistema patriarcal y capitalista colonial, en el plano de la moral, el derecho, las costumbres, relaciones sociales, económicas, mundo del trabajo y el mercado, religiosas, hogareñas, institucionales, entre otras.

La lucha contra el patriarcado, y su criatura el machismo, y la desigualdad de género es asunto de principios pues atenta contra la igualdad en el género humano. Y la crítica y lucha contra ese sistema de opresión y por la igualdad, similar a lo efectuado en otros sistemas de opresión, es de crítica y lucha popular prolongada que analiza ese fenómeno ético histórico concreto en su relación con la totalidad para alcanzar una moral, contracultura e institucional hegemónica de la emancipación y la igualdad entre los géneros y todos los seres humanos en otras relaciones.

El feminismo se compone de variadas tendencias. Hay un sector, que por falta de formación cultural y deficiencia en el pensamiento orgánico, enfoca su lucha exclusivamente contra el hombre. Para esa visión formalista el hombre es el enemigo de la mujer. Es la reacción a la inversa del machismo que ve y trata a la mujer como enemiga. Es el hembrismo frente al machismo. Es discrimen de género a la inversa. Es como si el discrimen racial de los blancos lo enfrentaran los negros discriminados con racismo contra la otra raza y plantearan que todo surge de cualquier piel blanca. Como si los negros de Africa del Sur enfocaran su lucha contra la raza blanca sin atender que dentro de la raza negra existen prácticas e instituciones discriminatorias como las clases sociales, preferencias sexuales y otras. Porque ser hombre o mujer o LGBTQ no exime de que al convertirse en fuerzas dominantes no sean imperialistas, empresarios explotadores, discriminadores, destructores del ambiente, de la vida y salud. Esa visión formalista no tiene una concepción integrada de la totalidad de la sociedad en la que se reproduce la cultura y práctica patriarcal y machista, no considera las relaciones de clases sociales, políticas y económicas en que acontece esa institución.

Hay un sector más riguroso ante la crítica y lucha contra el patriarcado que visualiza que esa crítica y lucha tiene que darse solidariamente, de manera integrada en la transformación de la sociedad por una más igualitaria y justa por ambos géneros y en todos los espacios del quehacer humano.

En este caso de Keishla hay muchos hechos desconocidos. Ahora el acusado Félix Verdejo se expone a la pena de muerte en la corte federal. Y súbitamente todo el proceso de crítica de ciertos sectores ha cambiado hacia la oposición a la pena capital en el foro judicial federal. Esto es un frenesí que no acaba de correr sin brújula de un lugar a otro. Es entendible porque la pena de muerte es una aberración bárbara e inservible como solución al crimen. Pero en la comunidad donde vive el acusado Felix Verdejo suenan rumores que implican a la narco industria. Eso por supuesto debe ser corroborado. Nada más violento, patriarcal y machista que la narco industria. Basta contemplar sus actividades diarias y derivados culturales y musicales para percatarse del menosprecio de la mujer. Las disputas se resuelven en la informalidad con la amenaza constante y ejecución física con la pena de muerte. Pero esta realidad no se toca ni con vara larga. Se hace como el avestruz, se mete el ojo en un hueco para no ver ni denunciar esa realidad evidente.

Hay cosas increíbles en la declaración que tomó al FBI al cómplice que da margen a la acusación. Nadie sabe: ¿quién es, cómo se llama, a qué se dedica, ha estado preso, ha sido adicto, o relacionado con el narcotráfico, quien lo contrató y bajo qué condiciones? ¿Por qué decidió convertirse en informante? ¿Cómo dieron con él? Narra los hechos como si él no fuera autor del disparo, típico del coautor que se hace testigo. Como se percatarán los abogados que atenderán diligentemente su caso, su versión de que fueron a comprar estupefacientes en algún punto, se lo inyectaron a la víctima, la amarraron con alambres y que Verdejo le dispara desde el puente hacia el agua parece traída de una película de acción del narcotráfico. No es venturoso pensar que el testigo conoce destrezas y prácticas de ese mundo ilegal. ¿Por qué Verdejo permanece callado, más allá de invocar el derecho a guardar silencio y a no autoinciminarse? Si han matado a seres queridos. De él ser coautor culpable debe descargarse todo el peso de la ley con una condena ejemplarizante. Esperamos que según el caso avance, se presenten los cargos luego de la deliberación del gran jurado, se inicien procesos de descubrimiento de prueba, y los periodistas sigan indagando, se vayan conociendo otros ángulos de esta gran tragedia.

Han surgido rumores, técnicas y señales propias de prácticas del narco mundo. Quizás esa información incremente, quizás no. Es momento de evaluar el grave daño social que causa. Es coyuntura para movilizar la atención y recursos a la gran reforma necesaria de la medicación gratuita por el estado de todas las drogas adictivas como forma de enfrentar el trasiego de drogas y lavado de dinero. El modelo de guerra contra las drogas derivado de la prohibición por tratados y leyes de la actividad privada de siembra, manufactura, distribución y uso de sustancias adictivas, ha fortalecido la narco industria, la esclavitud de los adictos y el poder de los barones de la droga en el control social y en el aparato estatal de los narco estados. Un gran complejo militar, carcelario, religioso y de seguridad se beneficia de tal prohibición, pero el crimen, las adicciones, la inseguridad social y todos los problemas derivados siguen en incremento.

Se hace necesario acudir a otros países para adaptar las experiencias que sean aplicables. En particular en Portugal se desarrolló un plan estratégico para enfrentar el narcotráfico y lavado de dinero. Se estudiaron los tratados mundiales e identificó espacios que permiten la medicación de las drogas por los estados signatarios. La gran solución ha sido la medicación gratuita del uso de todas las drogas adictivas mediante el registro de adictos y planes multidisciplinarios salubristas de diversos sectores de la sociedad civil y política. La medicación gratuita por el estado es espacio que no está prohibido por los tratados vigentes. Este modelo se ha instrumentado en otros países de Europa en algunos de los cuales las cárceles están vacías y los recursos sobrantes se dedican a servicios esenciales a la población. Por el contrario, en lugares bizarros como Puerto Rico y Estados Unidos las cárceles están llenas, un preso cuesta cerca de $40,000 anuales, mientras se cierran y vacían escuelas y universidades. Y la juventud nutre al mundo del crimen y abandona la actividad productiva y sana. Esa gran reforma debe contemplar una amnistía de los narco capitales que evite o amaine una guerra civil, para que se conviertan en empresarios que se dediquen a actividad lícita, productiva y generen tributos. ¿Porqué ni una página seria aparece en las redes para promover la medicación gratuita de todas las drogas adictivas? Ese es el mejor homenaje que se puede hacer a las víctimas de la violencia y las adicciones relacionadas a ese fenómeno.

Hay que rechazar la superficialidad y ceguera frente al gran problema del crimen que genera el tráfico de drogas, entre ellas pérdidas de vidas, deterioro de salud, cultura patriarcal y de violencia. El patriotismo y sectores contestatarios no han realizado estudios ni campañas ante este monumental problema de estos tiempos. Ha permeado una actitud errónea de verlos como aliados intocables bajo la premisa de que todo enemigo de mi enemigo es mi amigo. No es buena la actitud de meter el ojo en un hoyo como el avestruz, debe fortalecerse el ojo de la moral y crítica histórica concreta y general frente a uno de los grandes problemas de nuestro tiempo.

*Abogado, profesor, escritor de múltiples ensayos, autor del libro La Deuda Odiosa y la descolonización de Puerto Rico (Publicaciones Librepensador, 2018), egresado de Harvard, Magna Cum Laude (1987).

Nota:

(1)Un diamante en la nuca que se esfumó

Facebook. 2 de mayo de 2021.

https://www.facebook.com/100005561383098/posts/1534486083413423/?d=n