El pasado 12 de septiembre la directora de TV3 (Televisió de Catalunya) Mónica Tarriba entrevistó a la presidenta de la Republica de Chile Michelle Bachelet en el programa «Entendre el món» Estrictamente hablando, la presidenta Bachelet no faltó a la verdad durante la entrevista pero si omitió y exageró ciertos aspectos dando una visión un […]
El pasado 12 de septiembre la directora de TV3 (Televisió de Catalunya) Mónica Tarriba entrevistó a la presidenta de la Republica de Chile Michelle Bachelet en el programa «Entendre el món»
Estrictamente hablando, la presidenta Bachelet no faltó a la verdad durante la entrevista pero si omitió y exageró ciertos aspectos dando una visión un poco irreal de lo que es el Chile actual… Veamos:
- Sobre la transición:
Bachelet presentó la transición chilena como un proceso prácticamente «impecable» donde incluso el difunto general Pinochet aceptó las reglas democráticas.
Si, es cierto. Pinochet aceptó las reglas…las que él mismo creó puesto que la Constitución actual chilena es la redactada en 1980 por la Junta Militar. Debido a ello, el general se aseguró un puesto de senador vitalicio y prácticamente la impunidad puesto que jamás fue juzgado por sus crímenes al igual que la mayoría de responsables de la dictadura militar.
En este punto, la Sra. Tarriba podría haber preguntado sobre los casos de detenidos-desaparecidos que siguen todavía abiertos o por las reivindicaciones de las Asociaciones de Familiares de detenidos desaparecidos. No lo hizo. Tampoco preguntó el motivo por el cual los chilenos en el extranjero todavía no pueden votar.
Por tanto: la transición chilena no ha finalizado ni es tan «sencilla» como sugirió la presidenta.
- La reconciliación nacional
Bachelet habló de la «reconciliación nacional» y de que el pueblo chileno estaba lo suficiente «maduro» para dar un paso adelante.
La reconciliación nacional es un argumento que «curiosamente» utilizan mucho los partidos de derecha chilenos: hay que olvidar los conflictos del pasado para que el país siga avanzando. Es cierto que muchas personas «de a pie» defienden la idea que hay que dejar de hablar de ciertos temas ya sea porque son dolorosos (muchas familias se vieron «dividas» por motivos políticos) ya sea porque es un debate «anticuado». Pero, cuando falleció el general Pinochet, se vio claramente que sigue existiendo una división importante en la sociedad: solo hacia falta ver las manifestaciones de uno y otro bando. También quedó claro este año cuando ciertos parlamentarios de derecha protestaron porque el gobierno estaba usando «demasiados recursos» en actos homenaje en el marco del centenario del natalicio de Salvador Allende.
Por tanto: quizás el pueblo chileno no esté «tan maduro» para dar «carpetazo» a la historia reciente del país.
- El tema del transporte
La presidenta admitió en la entrevista haberse equivocado con la implantación del Plan Transantiago (dirigido a modernizar el transporte público en la capital)
Pero no solo se ha equivocado en eso. Si bien es cierto que el Plan Transantiago ha sido el mayor desastre de esta legislatura por afectar y colapsar el ritmo normal de la capital, la Presidenta tiene varios frentes abiertos: omitió la mala gestión a nivel educativo lo que ha provocado protestas estudiantiles importantes, omitió también sus problemas con los trabajadores de CODELCO (empresa nacional del cobre), sus fracasados intentos de resolver los problemas de la sanidad publica etc. etc.
Es decir, la Presidenta ha incumplido varias de sus promesas electorales…admitir solo una no es suficiente.
- El país en venta.
Durante la entrevista, Bachelet presentó como un gran logro de la economía chilena los múltiples tratados de libre comercio firmados y el hecho de basar el crecimiento económico en las exportaciones.
Sorprende gratamente que la presidenta admita lo que todos sabíamos: a nivel económico se decidió mantener ciertas políticas impuestas por la dictadura. Una de ellas es la explotación del cobre por parte de privados (normalmente extranjeros) Si bien, como dijo ella, una gran parte del cobre es explotado por la empresa nacional CODELCO, resulta insuficiente para un país que basa su economía en la explotación de este recurso.
El otro gran recurso de Chile son los productos agrícolas los cuales están sometidos a esos tratados de libre comercio de los que la presidenta presume. El hecho de tener que cumplir con plazos de entrega, empaques determinados etc. etc. han hecho que las condiciones laborales en el campo se hayan encrudecido. Por otro lado, el poner los productos agropecuarios del del país «a la venta» hace que la comida básica de una familia se base en alimentos como arroz, pastas, patatas, pan y poca fruta, verdura o pescado. Es por esto, y tal y como apuntó la misma presidenta en la entrevista, que Chile tiene altos índices de obesidad infantil.
Al mencionar las cifras económicas, la presidenta tampoco mintió pero omitió explicar el costo social que significa para el país estos «buenos números»: la inversión social es prácticamente escasa haciendo que Chile sea un país extremadamente neoliberal y con grandes diferencias sociales.
Es lógico (y casi una obligación) que la Sra. Bachelet tenga que presentar a la sociedad europea un Chile seguro políticamente y económicamente. Lo que es criticable es la poca profundización de la entrevistadora haciendo que el programa, en el fondo, sea poco serio.