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Organizaciones sociales convocan una manifestación para el sábado a las 11 contra esta reunión elitista

El Club Bilderberg, la «cumbre privada» del poder mundial, se concentra en Sitges

Fuentes: Periodismo humano

Ayer comenzó en Sitges una cumbre privada y secreta a la que acudirán 100 de las personas más poderosas del mundo. Decimos secreta porque, dado el perfil de las personas asistentes, si los medios de comunicación no llenan sus páginas con ella, como es habitual en reuniones incluso mucho menos importantes, es porque hay intención […]

Ayer comenzó en Sitges una cumbre privada y secreta a la que acudirán 100 de las personas más poderosas del mundo. Decimos secreta porque, dado el perfil de las personas asistentes, si los medios de comunicación no llenan sus páginas con ella, como es habitual en reuniones incluso mucho menos importantes, es porque hay intención expresa de que no sea así. Y porque de lo que allí se habla no hay registro público.

La reunión se celebra anualmente en diferentes lugares del planeta. Este año, en Sitges, Barcelona, en un complejo hotelero próximo al aeropuerto, desde ayer y hasta el próximo domingo 6 de junio. Sin escoltas, sin asistentes, sin testigos. Un gobierno mundial en la sombra, dicen algunos; un grupo que tiene el derecho a verse de vez en cuando y compartir experiencias y pensamientos privados en un entorno relajado, dicen otros.

La lista de invitados del evento, imposible de confirmar pero filtrada convenientemente a diferentes medios y a Cryptome (una web parecida al célebre Wikileaks), nos da una pista de lo que se cuece en el Club Bilderberg.

En primer lugar, este año se prevé una nutrida presencia de políticos españoles, algunos habituales en las reuniones del Club y otros que se incorporan por aquello de que España es país anfitrión:

  • La Reina Sofía, que ya estuvo en la edición del año pasado en su país natal, Grecia.
  • Bernardino León (director general de Presidencia del Gobierno de España, mano derecha de Zapatero; estuvo en 2009).
  • Alberto Ruíz Gallardón, alcalde de Madrid (estuvo en 2009).
  • Pedro Solbes, ex ministro de Economía y Hacienda (ya acudió en 2009 cuando aún era ministro).
  • Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores.

Lo que hablen entre ellos probablemente no sea diferente a la rutina política española, teniendo en cuenta que además pertenecen casi todos al mismo partido. La cosa se pone interesante a partir de aquí:

  • Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto e hija del presidente del Santander, Emilio Botín (estuvo en 2009);
  • Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo Prisa (estuvo en 2009);
  • Juan María Nin, presidente de La Caixa.
  • José Entrecanales, presidente de Acciona;

Estos empresarios y políticos españoles -que vale, puede que se vean las caras a menudo- tendrán el la oportunidad de compartir convivencia, y aquí empieza lo bueno, con:

  • El presidente de la farmecéutica y biotecnológica Novartis, Daniel L. Vasell, nombrado por la revista Time en 2003 como una de las 100 personas más poderosas del mundo.
  • El presidente de Coca-Cola Internacional, Muhtar Kent.
  • El jefe de Investigación y Estrategia de Microsoft, Craig J. Mundie.
  • El presidente de Siemens, Peter Löscher.
  • El presidente de Maersk Oil, el alemán Thomas Thune.
  • John Kerr, miembro de la Cámara de los Lores británica y vicepresidente de la empresa petrolera Shell.
  • Peter Sutherland, vicepresidente de la petrolera BP y de la compañía de inversiones Goldman Sachs International.
  • Roger Altman, presidente del fondo de inversiones Evercore Parners y ex asesor de los Clinton.
  • Domenico Siniscalco, vicepresidente de Morgan Stanley International.

Esta cúpula empresarial charlará sin luces ni taquígrafos durante un fin de semana largo con los máximos responsables políticos de la seguridad y la democracia en todo el mundo. La lista sigue:

  • Richard Holbrooke, representante especial de Estados Unidos para Afganistán y Pakistán.
  • Henry Kisskinger, ex secretario de Estado de Estados Unidos y miembro destacado del núcleo de los Bilderberg.
  • Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, y Robert B. Zoellick, del Banco Mundial.
  • Jame Steinberg, vicesecretario de Estado de Estados Unidos, número 2 de Hilary Clinton.
  • El director general de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy.
  • El primer ministro y el ministro de Economía de Finlandia, Jykri Katainen
  • La ministra de Economía de Francia, Christine Lagarde.
  • El ex secretario general de la OTAN, Jaap Hoop Scheffer.
  • Paul Wolfowitz, ex director del Banco Mundial y una de las figuras más destacadas del sistema previo el colapso financiero internacional.
  • Representantes de varias entidades financieras: el presidente de ING, el gobernador del Banco de Italia, etc.
  • Keith B. Alexander, director de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

Y hay más:

  • Josette Sheeran, directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentación de Naciones Unidas
  • Otros líderes políticos, como la del partido social demócrata de Portugal, Manuela Leite o miembros del Gobierno de Grecia, Suecia o Finlandia.
  • Los presidentes o directores de medios de comunicación como la radio francesa Europe 1, el periódico Le Nouvel Observateur, los diarios económicos The Economist y The Financial Times, o del Washington Post. Todos prometen cada año «discreción».

Con tan solo buscar Grupo Bilderberg en Google nos asaltan cientos de teorías conspiranoicas, inflamadas por el secretismo. Que Van Rompuy fue elegido presidente de la Unión Europea tras una cena con los organizadores del Club, que varios de los presidentes de EEUU y Reino Unido han tenido el beneplácito previo del grupo, etc. El enviado especial de The Guardian a Sitges escribía ayer mismo en tono jocoso:

El año pasado, el Bilderberg tuvo lugar en Vouliagmeni, en la costa al sur de Atenas. Asistieron el ministro de Economía, el de Asuntos Exteriores y el gobernador del Banco Nacional de Grecia. Pocos meses después, Grecia estaba en bancarrota y Atenas en llamas. Así que… ¡buena suerte, Madrid!

Pero más allá de las especulaciones, el hecho es incontestable: el Club Bilderberg no es un órgano internacional constituido por nadie. Su poder no emerge de las urnas, ni de acuerdos transnacionales, ni de un mísero convenio. Es fácil preguntarse de qué hablarán a puerta cerrada en el Club que no puedan decir públicamente. Y, sobre todo, qué dejarán de decirse o hacer en público porque tienen oportunidad de hacerlo en privado.

Las pocas veces que los organizadores hablan a través de terceras personas, dicen que los invitados no acuden al evento representando a sus países, organismos o empresas. Que van a título privado. Sin embargo, la agenda de discusiones que trasciende cada año siempre abarca desde la macroeconomía hasta la estrategia de Defensa, pasando por el futuro de la energía.

Ni siquiera en su mismo orígen el Bilderberg era un club para destensar a poderosos estresados. Nació un mes de mayo de 1954 en el Hotel Bilderberg -efectivamente, de ahí el nombre-, cerca de Arnhem, en Holanda y se describe como un movimiento estratégico de Estados Unidos para aliviar el sentimiento antiamericano. El listado oficioso u oficial de asistentes puede consultarse en esta web.

Fuente: http://periodismohumano.com/sociedad/club-bilderberg-la-mayor-concentracion-de-poder-se-reune-en-privado-en-espana.html