La recesión norteamericana y desaceleración económica a escala mundial, impacta en Chile, tanto con formas homologables a otras regiones del planeta, como con sus particularidades formales. Naturalmente, la actual crisis, es hija de un proceso consustancial a la dinámica del capital y la hegemonía del capital financiero y especulativo. En la década de los 70 […]
La recesión norteamericana y desaceleración económica a escala mundial, impacta en Chile, tanto con formas homologables a otras regiones del planeta, como con sus particularidades formales. Naturalmente, la actual crisis, es hija de un proceso consustancial a la dinámica del capital y la hegemonía del capital financiero y especulativo.
En la década de los 70 del siglo pasado, el capitalismo resolvió aminorar el capital variable (trabajo) en beneficio de la acumulación capitalista, cuando se manifestaba una caída en el promedio internacional de las tasas de ganancia. La imposición de esa manera de acumulación se dirimió transitoriamente en la arena de la lucha de clases, con el desconocimiento de la negociación colectiva de los trabajadores y el desmantelamiento del llamado «Estado de Bienestar», y como efecto de una derrota parcial de los trabajadores y el pueblo a escala internacional durante ese período.
Lo que surge como división entre lo financiero y lo industrial, en realidad corresponde al desplazamiento de la inversión industrial hacia la inversión financiera y especulativa. La hegemonía del capital financiero fue una de las crisis del fordismo (producción en cadena de mercancía con alto empleo de trabajadores). La desregulación del dólar optimizó la ganancia financiera especulativa y obligó a las propias corporaciones industriales a crear bancos e instituciones crediticias.
En un contexto de crisis mundial de origen usamericano, pero que contamina gran parte de la Tierra -todavía inagotada y cuyas consecuencias se mantienen en la más alta incertidumbre-, la peste del hambre se expresa como radicalidad en descomposición de los fundamentos del movimiento capitalista. Los precios de los alimentos básicos (sobre todo del maíz, el arroz y el trigo), se han duplicado en los últimos 20 meses (Alejandro Nadal). Sólo en Chile, según el centro de producción de conocimientos Libertad y Desarrollo, uno de los más importantes de la burguesía a nivel local, la inflación actual ha aumentado casi un 7 % para la minoría rica, y más de un 20 % para la mayoría pobre. El aumento del precio de los alimentos determina las cifras anteriores.
Por otra parte, la economía chilena, caracterizada por su impronta primaria exportadora, ha logrado paliar de modo extraordinariamente insuficiente y no accidental los efectos de la crisis, debido casi exclusivamente al alto precio del cobre y el molibdeno. Ello ha conducido a que el Estado subsidiario reinante pueda mostrar -que no invertir en industria nacional o, por lo menos, en políticas redistributivas serias y de alto impacto social, por ejemplo- un superávit fiscal multimillonario..
Asimismo, Chile vive la concentración del capital financiero y sus instituciones, la destrucción creciente de fuerzas productivas (industria y trabajo), la fuga de capitales, y la consecución de las políticas neo capitalistas en todas las dimensiones del quehacer y relaciones del país, con pésimas consecuencias para los trabajadores y el pueblo.
Lo que viene es una crónica -siempre insuficiente y en construcción- de los hitos más relevantes, desde la madrugada de la crisis inmobiliaria usamericana hasta el último mes en curso, de lo que ha ocurrido en Chile en el actual marco de profunda inestabilidad del capital mundial. Los insumos sustantivos del presente texto fueron ofrecidos por el análisis y la ilustración de los hitos más relevantes al respecto provenientes del Director del Centro Nacional de Estudios Alternativos, CENDA, Hugo Fazio, quien fuera Presidente del Banco Central durante el Gobierno Popular de Salvador Allende.
Agosto 2007
• Se intensifican los cambios de propiedad en significativos sectores económicos, aumentando su concentración y la presencia de capitales transnacionales. Al acuerdo estratégico entre el consorcio financiero Citigroup y el grupo Luksic que fusiona el Banco de Chile y Citibanck Chile, siguió a los pocos días la adquisición por el holding holandés ING de las administradoras de fondos previsionales controladas por el Banco Santander en México, Chile, Colombia y Uruguay. Con estas adquisiciones en el país, tres AFP’s controlarán más de las tres cuartas partes de los activos previsionales. Contradictoriamente con estos hechos, el Director de Presupuesto afirmó que la Ley de Reforma Previsional en proceso de aprobación no intensifica la concentración (!).
• Durante la primera semana de agosto, por tercera vez en el año, la crisis inmobiliaria usamericana golpeó a los mercados financieros y bursátiles. La mundialización de la economía condujo a que su impacto se extendiese por el planeta. El temor existente llevó a un conjunto de bancos centrales (EEUU, eurozona, Japón, Canadá, Australia) a inyectar dinero. El presidente Bush llamó a la calma, mientras la crisis inmobiliaria seguía su curso y el impacto en el mercado de los créditos hipotecarios adquiría diversas expresiones. Independientemente de la evolución final de la crisis financiera de estos días, ella es expresión de problemas estructurales, que tiene como uno de sus componentes principales los grandes desequilibrios en la economía usamericana. El efecto en Chile se manifestó, en primer término, en las decenas de miles de millones de dólares colocados en activos financieros.
• Tres sectores explican el crecimiento en el primer semestre de 2007 (11.726 millones de dólares). Dos de ellos, cobre y forestal, son rubros de exportación que gozaron de elevadas cotizaciones en los mercados internacionales. La coyuntura mundial fue determinante en la evolución de la economía chilena. Estos sectores explican un 57 % de las ganancias totales de las empresas privadas que entregan sus estados de situación trimestralmente. El tercero es el comercio al detalle, donde se refuerza la posición dominante de los consorcios Falabella y Cencosud que viven un intenso proceso de expansión en la región. La rentabilidad de la minería privada sigue siendo muy alta. Las ganancias de Minera Escondida explican, como en los trimestres anteriores, un alto porcentaje de las utilidades globales.
• El gobierno intenta divulgar la imagen de que la economía chilena se encontraría «blindada» frente a tembladerales financieros como los vividos a nivel mundial, con epicentro en USA. Pero la estructura de la economía chilena, absolutamente dependiente de unos pocos recursos primarios (cobre, madera), su alto nivel de apertura al exterior -y, por tanto, a los vaivenes positivos o negativos a nivel mundial-, la hace extraordinariamente vulnerable.
Septiembre de 2007
• Vittorio Corbo (presidente a esa fecha del Banco Central) se declaró «sorprendido» por la aceleración de la inflación. Probablemente no tuvo noticia de las heladas que afectaron muchos cultivos, ni tampoco del incremento internacional de muchos bienes básicos para el consumo de la población (pan, leche, electricidad). Los aumentos se han expresado mayoritariamente en los alimentos, afectando proporcionalmente a los más pobres de Chile. La renta imponible en sectores de la población disminuye o se estanca, mientras tanto los ingresos fiscales nominales crecen.
• Hasta fines del tercer trimestre de 2007, el proceso de fusiones y adquisiciones en Chile ha experimentado un derrotero récord. Otro tanto aconteció en el primer semestre a nivel mundial hasta que se produjo la crisis financiera global, que restó recursos para este tipo de operaciones. En el sector eléctrico, el holding CGE se transformó en la mayor distribuidora a nivel nacional, desplazando a Chilectra, luego de adquirir Emel al consorcio usamericano PPL que se retiró de América Latina. Al mismo tiempo, avanza el traspaso en el control de Endesa España, que mantiene el liderazgo en generación en Chile. Hay otros sectores que en el último período han vivido un intenso proceso de fusiones, destacando entre ellos el de la construcción.
• El mundo se encuentra en un proceso de cambios que es muy difícil de captar en toda su dimensión. No hace mucho tiempo era inimaginable, por ejemplo, que las fusiones y adquisiciones transfronterizas fuesen mayores desde países «emergentes» (China, India, Rusia, Brasil) hacia las mayores potencias económicas tradicionales que viceversa. Sin embargo, es lo que ha sucedido el 2007. El proceso tiende a acentuarse en la etapa de crisis financiera en curso cuyo epicentro, a diferencia de lo acontecido en las últimas décadas, se ubica precisamente en el «mundo industrializado». Desde luego, estos hechos también impactan en la economía chilena.
Octubre de 2007
• El 2007, el superávit fiscal será nuevamente superior al proyectado al elaborarse el presupuesto. Lo mismo acontecerá el 2008 de mantenerse elevados los precios del cobre y el molibdeno, colocándose por arriba de sus respectivos indicadores de tendencia. El país sigue acumulando gigantescos excedentes, invertidos hasta ahora básicamente en activos financieros en el extranjero. Las diferencias entre las proyecciones oficiales y la realidad, constituyen un hecho recurrente. Por otra parte, al igual que el año anterior, el incremento en el gasto público (asociado a políticas redistributivas) fue exactamente igual al pronosticado por el ministro de Hacienda antes que se iniciara el proceso de elaboración presupuestaria.
• El fundamentalismo del Banco Central, al no intervenir en el mercado cambiario para impedir la revaluación del peso, llevó a que durante la primera semana de octubre la paridad cambiaria estuviera por debajo de los $ 500 pesos por dólar. Las consecuencias negativas para amplios sectores de la economía nacional son cada vez mayores, transformándose en uno de los factores que conducen a la desaceleración del crecimiento en el año que se produce con relación a las estimaciones oficiales del PIB. El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, se da por satisfecho con las medidas adoptadas para intentar frenar, sin éxito, el proceso revaluatorio del peso. Entre esos mecanismos se encuentra la negativa determinación para el interés del país y de los imponentes -dado el alto riesgo que acompaña a la colocación de recursos en activos financieros- de aumentar la colocación de fondos de pensiones en el exterior y mantener un gigantesco superávit fiscal, igualmente cuestionable.
• El mayor holding eléctrico chileno, Enersis y su filial Endesa Chile, pasaron a ser controladas por la empresa estatal italiana Enel y la constructora española Acciona al transformarse en los mayores accionistas de Endesa España. Los gobiernos español e italiano tuvieron una activa participación en el proceso, al igual que el alemán, operando en apoyo de la oferta efectuada por la germana E.ON. Las autoridades chilenas nada hicieron, limitándose a celebrar reuniones con los nuevos controladores. Enel vive un activo proceso de expansión mundial.
Noviembre de 2007
• El «libre mercado» es defendido por el G7 (el grupo de superpotencias que gobiernan el mundo) cuando favorece a los consorcios transnacionales pertenecientes a países industrializados. Si, a nivel mundial, en cambio, pasan a tener un papel protagónico los fondos de inversión soberanos de Estados «emergentes», a ellos les establece regulaciones. El sistema financiero global experimenta cambios profundos, como consecuencia de la acumulación de fondos por el elevado precio de los comodities (recursos naturales básicos) o el ingreso de inversión de cartera detrás de rentabilidades más altas. Las mayores preocupaciones del G7 se concentran en los fondos soberanos de China y el Medio Oriente. Esta reacción se produjo cuando esos recursos dejaron de emplearse para financiar el endeudamiento fiscal de las grandes potencias, en particular EEUU, y comenzaron a adquirir activos en diferentes esferas de bienes y servicios.
• 10 empresas (Escondida, Empresa Copec, Arauco, Banco Santander, Antar Chile, Inversiones CMPC, CMPC, Banco de Chile, Cencosud, Endesa y Enersis) explican la mayor parte de los incrementos de utilidades producidas en los primeros 9 meses de 2007. Ante todo, destacan los aumentos logrados a partir de los elevados precios obtenidos en los mercados internacionales por el cobre y la celulosa. En cambio, ejercieron una influencia negativa en muchas sociedades la revaluación del peso y el curso inflacionario de la economía. Minera Escondida encabeza una vez más el ranking del sector privado, estrechando su diferencia con Codelco.
• La palabra recesión vuelve a escucharse y la desaceleración de la economía usamericana es un hecho. El presidente de su banco central lo reconoció abiertamente. La crisis ya afecta francamente a grandes instituciones bancarias, empezando por el Citigroup, que en Chile vive un proceso de fusión con una sociedad de inversiones del grupo Luksic para controlar conjuntamente el Banco de Chile. Las pérdidas experimentadas por instituciones bancarias de países desarrollados en cifras, puede alcanzar a los 400 mil millones de dólares. Hasta la fecha, cada vez más se reconocen montos negativos superiores. La liquidez crediticia vuelve a manifestarse en toda su crudeza, golpeando los niveles de actividad económica. La crisis inmobiliaria adquiere grandes dimensiones.
Diciembre de 2007
• La crisis bancaria iniciada a partir del derrumbe en el mercado inmobiliario norteamericano llevó a recalcular a la baja los activos en poder de instituciones que invirtieron en los documentos de alto riesgo que se emitieron, teniendo como respaldo los créditos subprime. Las pérdidas que ello comporta facilita que se produzcan cambios de propiedad en beneficio de fondos de inversión soberanos de «países emergentes» u otros actores que dispongan de recursos líquidos. Citigroup, que se asocia en Chile con el grupo Luksic para controlar conjuntamente el Banco de Chile, para enfrentar sus dificultades financieras vendió casi el 5 % de sus acciones a un fondo de inversión de Abu Dhabi. Al mismo tiempo, el Bank of America, para intentar superar las dificultades mutuas le propuso una megafusión que Citigroup desestimó.
• Para el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, el crecimiento económico de algo de más de 5 %, constituye un hecho destacable, sin considerar que Chile se expandió por debajo del promedio regional y América Latina fue la zona de países en desarrollo de menor crecimiento a nivel mundial. Ello en una situación excepcionalmente favorable debido a un precio promedio anual del cobre superior a los 3 dólares la libra por tercer año consecutivo. Las políticas aplicadas fueron un freno para aprovechar esta situación excepcional. Mientras tanto, el país se ha transformado en un acreedor neto en materia de inversiones internacionales. Recursos generados en el territorio nacional son utilizados en otros confines y ello incide poderosamente en que no se tenga una política activa en una coyuntura con todas las condiciones a favor para hacerlo.
Enero de 2008
• Si se cumple la previsión de la Reserva Federal usamericana de que el 2008 la economía de EEUU crecerá «a un ritmo sensiblemente menor a su potencial», para recuperarse recién en 2009, ingresaría a una fase recesiva. Al iniciarse el 2008, la crisis que comenzó a mediados del año pasado sigue profundizándose, demostrándose con la caída inmobiliaria -que en USA continúa elevando sus costos- y se expresa simultáneamente en algunos países europeos (España y el Reino Unido), al tiempo que las consecuencias financieras golpean fuertemente a grandes bancos usamericanos y europeos, descendiendo violentamente sus patrimonios bursátiles. La desaceleración de la economía global en el año que comienza es ya un hecho, afectando al conjunto de los países.
• Codelco deja de ser la mayor productora de cobre en el mundo. En 2007, los yacimientos controlados en el país por el consorcio angloaustraliano BHP Billiton produjeron más que la empresa estatal chilena. A nivel mundial, el consorcio anglaustraliano, de concretarse su oferta de adquirir Río Tinto, se transformaría en la número uno en producción. Constituyen hechos de la mayor gravedad, si se considera que el territorio nacional es donde se alcanza la mayor producción de metal rojo y de venta hacia los mercados internacionales. Ello sería imposible si continuara vigente la ley de nacionalización del cobre. La regresión sufrida por el país en propiedad de sus recursos naturales es gigantesca. Chile requiere una política nacional en la explotación y comercialización de su mayor riqueza, lo cual incluye una actitud activa de desarrollo de Codelco. El nuevo yacimiento Gabriela Mistral debería ser propiedad en un 100 % de la empresa estatal.
Febrero de 2008
• En enero la revaluación del peso se intensificó. Sus efectos negativos se multiplicaron. El proceso en desarrollo desde hace varios años es una de las expresiones de la crisis estructural de la economía usamericana. Su origen interno reside en la aplicación ortodoxa de la política económica que deja al «mercado» su determinación, transformándose en la coyuntura actual en un mecanismo fundamental para intentar reducir las elevadas tasas de inflación. Los graves efectos que se producen hacen esta situación insostenible. Mientras transcurra un mayor tiempo sin enfrentarlos sus consecuencias serán gravosas.
• Las últimas cifras de actividad económica muestran claramente la desaceleración producida en la actividad económica interna (3,7 %). Las autoridades, simplemente, tratan de ocultar sus verdaderas causas, y no plantean con franqueza que la desaceleración chilena tiene también raíces en las propias políticas económicas adoptadas y la lentitud para enfrentar o neutralizar los efectos negativos de fenómenos en desarrollo ya por un período no reducido de tiempo..
• El superávit fiscal volvió a alcanzar un monto récord (14.453 millones de dólares), gracias al precio del cobre y una concepción que limita artificialmente el nivel del gasto público, como mecanismo para enfrentar coyunturas económicas futuras negativas. El Director de Presupuesto definió este esquema como «sólido». La verdadera solidez se produce si se destinan recursos a transformar la estructura productiva del país, que sigue dependiendo mayoritariamente en un alto porcentaje de un puñado de recursos primarios, y se invierte en una cuantía superior en las personas. El gobierno, sin embargo, privilegia colocar los excedentes en activos financieros de baja rentabilidad.
• En el segundo mes de 2008 se revelaron nuevas expresiones de la crisis financiera iniciada a mediados de 2007. Su evolución introdujo nuevos términos, como el de las aseguradoras de bonos «monolíneas», o sea, instituciones con sólo ese objetivo, para posibilitar obtener financiamientos en mejores condiciones, las cuales entraron en dificultades para cumplir sus obligaciones. Al mismo tiempo, en USA, se reduce la utilización de tarjetas de créditos y aumentan sus tasas de morosidad. Otro tanto acontece con los créditos automotrices. Por otra parte, crece el temor sobre la suerte de los bonos «chatarra», o sea aquellos otorgados a empresas con índices de riesgos mayores. Todo ello debe volver a repercutir negativamente sobre los bancos y los niveles de actividad económica, agravando la recesión económica usamericana y la desaceleración global.
Marzo de 2008
• La crisis económica originada en USA; la devaluación del dólar; el incremento de las tasas de inflación; los desequilibrios energéticos; la desaceleración de la economía chilena; el alto precio de los comodities y las políticas económicas seguidas, repercutieron en los resultados empresariales de 2007. El curso recesivo de la economía usamericana iniciado en el cuarto trimestre se manifestó todavía muy parcialmente. La economía chilena no esta «blindada» como alguna vez manifestó el ministro de Hacienda. Los resultados vuelven a constatar que las ganancias se presentan en algunas pocas empresas. Entre ellas, las exportadoras de cobre y celulosa, y las sociedades comerciales, aprovechando la revaluación del peso, que reduce el costo en moneda nacional de sus importaciones. Los sectores afectados son muchos y un porcentaje muy mayoritario de las ganancias la obtienen muy pocas empresas.
• El nuevo paquete económico gubernamental no conducirá a cambiar la tendencia a la desaceleración económica (inyección presupuestaria a Innova Chile de CORFO para investigación sobre el empleo de vehículos híbridos; no pago de impuestos de timbres y estampillas para las pequeñas y medianas empresas; rebaja transitoria del impuesto específico a las gasolinas ($ 50 pesos, un noveno de dólar); reducir franquicias a construcciones de precios elevados)). No es un proyecto pro crecimiento significativo. Incluso, una de sus disposiciones -la reducción del subsidio a la construcción de la vivienda a los sectores medios- actuará de manera negativa. El beneficio a las pequeñas empresas no guarda ninguna relación con los grandes problemas que afectan como consecuencia de la revaluación del peso o las elevadas tasas de interés que deben cancelar cuando obtienen financiamiento financiero. El gasto fiscal del proyecto es inferior a un 0,3 anual del PIB, en un país de elevados excedentes fiscales.
• La promulgación de la Ley de Reforma Previsional cierra una etapa y debe abrir otra. Se produjo un leve mejoramiento de los sectores excluidos de derechos previsionales en el sistema de AFP o que los perciben en un monto muy bajo. Sin embargo, el daño previsional del resto de los trabajadores persiste y se mantiene vigente mediante mecanismos que constituyen un aporte -vía ahorro forzoso- de los imponentes a un reducido núcleo de grandes intereses económicos. El control del sistema de AFP seguirá en manos de unos pocos consorcios financieros y los recursos acumulados continuarán siendo utilizados, en un alto porcentaje, por un puñado de consorcios en Chile y en el extranjero.
• En el primer trimestre de 2008 la cotización internacional del cobre volvió a experimentar un nivel récord, sobrepasando en algún momento los 4 dólares por libra. Este curso alcista forma parte del ascenso general registrado en los precios de los comodities. Al mismo tiempo, se experimenta una intensa volatilidad de los precios. La demanda vinculada a las actividades productivas está fuertemente influida por los procesos de industrialización en varios países asiáticos, empezando por China. A ello se suma el crecimiento de las actividades especulativas, que ante la inestabilidad financiera, actúan cada vez más extensamente en los mercados de comodities. Los excedentes obtenidos se convierten en superávit fiscal o en ganancias excesivas de consorcios privados.
Abril de 2008
• Sostener, como hizo el ministro Velasco, que los riesgos de Chile frente a la crisis económica y mundial, tendría efectos «limitados y acotados» constituye pura fraseología analgésica, sin ningún fundamento riguroso que lo respalde. Los impactos mayores o menores tienen mucho que ver con el curso de los acontecimientos en el plano global y, en particular, con las repercusiones que tenga la crisis en desarrollo, en los precios de los comodities, ante todo en el cobre, fundamental para la economía chilena. La gravedad de la afirmación del ministro de Hacienda proviene de que, al subestimarse las probables implicancias, no se actúa de manera activa para amortiguar sus efectos, que ya no son pocos. Basta sólo pensar en la revaluación del peso -cuyo origen externo es la crisis del dólar- para dimensionar sus fuertes repercusiones en Chile.
• El alza sostenida de los alimentos, finalmente reventó como otro acuciante gran problema mundial, que se agrega a la profunda crisis financiera, a la recesión norteamericana y a la desaceleración económica global. Fueron necesarios numerosos estallidos sociales para que se transformase en noticia de los grandes medios de comunicación y se convirtiese en tema central en las reuniones económicas internacionales. El mundo se enfrenta, en pleno siglo XXI, a un escenario de hambre masiva en diferentes regiones. El incremento en las cotizaciones de alimentos hizo crecer inmediatamente los índices de pobreza y acentuó la regresividad en la distribución de los ingresos. El alza en el precio del arroz, en particular, se convirtió en un gran problema político, al constituir el alimento principal de miles de millones de personas.
Mayo de 2008
• El gobierno busca enfrentar la forma más presentable de ceder parte de la propiedad Gabriela Mistral, el nuevo yacimiento de Codelco. El Estado, en la actual coyuntura tiene abundantes recursos financieros. Codelco tiene, además, plena capacidad técnica para hacerlo. ¿A título de qué, entonces, vender a una empresa china parte de la riqueza que va a proporcionar? Argumentar su privatización por la gran importancia que tiene el país asiático para la economía chilena, es indefendible. Las relaciones económicas sanas se construyen en base al mutuo beneficio y nunca debe hacerse renunciando a derechos soberanos. Se precisa urgentemente de un viraje en relación a la gran minería cuprífera que implique la potencialización de Codelco, terminando con las prácticas laborales de subcontratación que mantiene violando la ley, y reteniendo para el país las ganancias excesivas de la minería privada.
• El directorio de empresas CMPC -una de las empresas en Chile controlados por el poderosísimo grupo Matte- decidió no invertir 30 millones de dólares en una planta papelera en el país, sino que hacerlo en Perú, argumentando «los altos costos energéticos y de mano de obra» en Chile, más sus temores en relación a la «presión de los trabajadores» por demandas laborales. A lo anterior se agrega el cierre de la planta productiva de Cerámicas Cordillera (para sólo dedicarse a la comercialización de productos asociados) y el traslado de la textil Zalaquett, que optó también por redituarse en Perú. El capital no tiene patria; sólo intereses. La burguesía, cuyos capitales transnacionalizados, persevera en la destrucción de fuerzas productivas, genera mayor desempleo y precarización del trabajo. Chile, hace tiempo, es parte dependiente del ritmo y conducción del capital mundializado, y de sus fundamentos fundados en la ganancia superlativa en el menor plazo posible. Y la crisis en Chile, recién asoma sus dientes.
Andrés Figueroa Cornejo es miembro del Polo de Trabajadores por el Socialismo.