La dirección Nacional del Partido Comunista Colombiano, en desarrollo de su política de unidad, ha venido acompañando los distintos procesos unitarios de diversa estructuración orgánica, vinculados a las luchas, marchas y movilizaciones de contenido social, regional y etnosocial, con un examen continuado de sus características, de la dimensión, cobertura y sentido de sus actos y […]
La dirección Nacional del Partido Comunista Colombiano, en desarrollo de su política de unidad, ha venido acompañando los distintos procesos unitarios de diversa estructuración orgánica, vinculados a las luchas, marchas y movilizaciones de contenido social, regional y etnosocial, con un examen continuado de sus características, de la dimensión, cobertura y sentido de sus actos y propuestas, con respeto de sus particularidades.
Acerca de las relaciones entre las luchas sociales y políticas.
Tiene alta importancia la vinculación creciente de estos movimientos en la agenda de acciones de protesta o solidaridad promovida desde la Coordinación Nacional de Movimientos Sociales y Políticos (antiguo Comosocol). Al mismo tiempo, a partir de una especial valoración de sus dinámicas y posiciones unitarias así como de las afinidades programáticas y esfuerzos de coordinación con los sectores de la izquierda, incluido el Polo Democrático Alternativo, puede inferirse que no se trata de procesos o movimientos puramente gremiales o corporativos sino que, a la dimensión socioterritorial, regional o etnosocial que los informa, añaden una visión política de temas estratégicos para el pueblo colombiano.
Los puntos que levantan confrontan el modelo neoliberal, con sus implicaciones de expoliación y desarraigo, por medio de la violencia desde el poder y el narcoparamilitarismo. Denuncian el TLC y los megaproyectos asociados a las «locomotoras» agromineras e integran a su accionar la denuncia y la movilización al respecto. Asumen la acción por la salud, la educación, el trabajo, la tierra, como parte esencial de la batalla por el rescate de derechos esenciales, arrebados por la privatización, la deslaboralización y la expropiación. Los derechos de la mujer, de los jóvenes, del estudiantado, han encontrado eco y apoyo solidario.
Hay nuevas posibilidades para avanzar en unidad.
En ese contexto se observa como rasgo transversal la común preocupación por los asuntos de la paz o la guerra, las consecuencias de esta última en las comunidades, la necesidad de sustraer la búsqueda de la paz al monopolio excluyente del presidente de la república o de las solas relaciones gobierno – guerrilla para hacer de la paz democrática una necesidad de la nación.
Movimientos como Marcha Patriótica y Congreso de los pueblos, representan iniciativas en construcción, abiertas y solidarias que reflejan corrientes profundas de la vida popular y señalan el tránsito político práctico a la acción y la lucha de masas en regiones, territorios, carreteras y en la capital de la república. Comosoc representa el compromiso militante de sectores de creyentes y laicos. La Minga nacional indígena, pueblos y cabildos independientes, han demarcado la radicalización y la voluntad de actuar de los pueblos indígenas, rebeldes a la cooptación y al influjo de las ONGs. Estas realidades unidas a los debates parlamentarios del Polo, los esfuerzos de Colombian@s por la Paz, las movilizaciones del Movice, de las organizaciones de derechos humanos y del movimiento estudiantil tienden a forjar vínculos, aún inorgánicos, con las experiencias abnegadas y combativas de las duras huelgas de corteros de caña, trabajadores de la palma, petroleros y mineros de las nuevas concesiones, parte del nuevo proletariado emergente que cualifica la lucha de clases del país.
Pasos hacia las convergencias.
En el caso de la Marcha Patriótica, la dirección del Partido Comunista Colombiano ha valorado la decisión de este proceso, de constituirse en un movimiento político concebido en un contexto unitario, orientado al fortalecimiento de las convergencias entre las distintas fuerzas del movimiento popular y ha expresado su simpatía por dicha iniciativa. El Partido Comunista Colombiano ha hecho explícita su disposición de trabajar en unidad de acción política con los movimientos sociopolíticos que surgen en las luchas del pueblo, bajo el principio de no subestimar ningún proceso que apunte a la unidad y de apoyar solidariamente aquellos procesos que lo pidan o lo consideren útil. Esta actitud se funda en el compromiso moral de no constituirse en competidor de otros procesos sino en parte del empeño colectivo para constituir una unidad política sin exclusiones hacia la izquierda y con el respeto de las entidades construidas con el esfuerzo común de muchos sectores a lo largo de muchos años. Con igual empeño el PCC refuerza su apoyo a las organizaciones sindicales, culturales, comunitarias que participan en la Coordinación Nacional de Movimientos Sociales y Políticos.
Ampliar la base política de la unidad.
El PCC diferencia los movimientos sociales y la lucha política propiamente dicha, pero entiende que tal diferencia conlleva la necesidad de fortalecer la relación entre procesos, en función de su creciente convergencia y de su mayor compromiso con la política del cambio democrático y la paz con justicia social. Por eso no menosprecia el protagonismo de nuevos sujetos de la izquierda para actuar en la lucha sociopolítica de masas. La ampliacion de las posibilidades de la movilización popular democrática para la paz con justicia social, con libertades y reformas sociales avanzadas va a depender del fortalecimiento de la izquierda, en sus posiciones más avanzadas y consecuentes. El PCC no reconoce enemigos a la izquierda.
Qué significa fortalecer el Polo.
El PCC reitera su disposición de contribuir al fortalecimiento del Polo, en tanto proceso unitario de construcción colectiva. Ello implica reformular su proyecto político transformador y su relación con las aspiraciones más profundas de los trabajadores y del pueblo en su conjunto, superar sus falencias, asumir responsablemente la crítica, ser autocríticos y corregir con consecuencia. Queremos contribuir al cambio en el Polo, al avance de la unidad del Polo pero también más allá del Polo, hacia una gran fuerza unitaria comprometida con la plena democratización del país.
Proponemos construir una agenda común de todos los procesos para la lucha y movilización social de masas unitaria; proponemos impulsar escenarios de convergencia programática; y proponemos discutir desde las condiciones de la izquierda la presencia, la actuación, la ética y las alianzas de la lucha electoral. Pensamos que el Polo debe tomar la iniciativa en estos campos.
El momento actual ha puesto en escena la necesidad de un debate estratégico sobre el papel de la izquierda, sobre los contenidos de la unidad de acción política más allá de las solas afinidades programáticas, especialmente en lo que respecta a la consecuencia y el compromiso con la transformación de la cultura política dominante, profundamente influida por el oportunismo, el clientelismo, la corrupción, y la tendencia a conciliar con los enemigos del pueblo colombiano. Esta posición exige la mayor cualificación en la batalla de ideas que reclama más estudio, elaboración, crítica, autocrítica y capacidad de rectificación.
COMITÉ EJECUTIVO CENTRAL DEL PCC