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Entrevista al primer comandante del ELN, Nicolás Rodríguez Bautista

«El compromiso con la causa de los explotados nos hace invencibles»

Fuentes: Sistema Informativo Patria Libre (SINPAL)

SINPAL. Comandante Nicolás, durante los hechos de Anorí, ¿Usted donde se encontraba? Comandante Nicolás Rodríguez B. Me encontraba en las regiones de San Vicente de Chucurí. El 24 de enero de ese año, había caído en un lamentable accidente de explosivos el comandante Luís José Solano Sepúlveda y ante ese doloroso suceso, yo asumí el […]


SINPAL. Comandante Nicolás, durante los hechos de Anorí, ¿Usted donde se encontraba?
Comandante Nicolás Rodríguez B. Me encontraba en las regiones de San Vicente de Chucurí. El 24 de enero de ese año, había caído en un lamentable accidente de explosivos el comandante Luís José Solano Sepúlveda y ante ese doloroso suceso, yo asumí el mando de una columna guerrillera de 25 hombres que él comandaba.
 
¿Qué hacía la columna guerrillera de los hermanos Vázquez en una zona desconocida para el ELN?
Manuel Vázquez además de ser un destacado intelectual y jefe guerrillero, era un estratega militar, su presencia en esa zona de Anorí era de paso, pues su propósito era cruzar los ríos Porce, Nechí y Cauca así como la carretera Medellín- la Costa y ubicarse en las regiones del Nudo de Paramillo sobre la Cordillera Occidental, pues desde entonces estaba el plan de asentarnos sobre las tres cordilleras, como después lo logramos cubriendo así posiciones estratégicas.
 
¿Nos puede narrar los hechos de la Operación de Anorí, de 1973?
Anorí fue una severa derrota militar para el ELN, allí fue prácticamente diezmada una columna de 90 guerrilleros, que equivalía a una tercera parte de la fuerza guerrillera rural del ELN. Estaba comandada por Manuel y Antonio Vázquez. Manuel era el cuadro más prominente del ELN. Eran los meses de septiembre y octubre del año 1973. La columna guerrillera había logrado importantes victorias militares en 1972 y los primeros meses del año 73, con la toma simultánea de Remedios, Santa Isabel y Otú, en el nordeste de Antioquia.
 
El ejército enemigo estaba desplegado en los municipios de Segovia, Amalfi, Zaragoza, Bagre, Caucasia, Yarumal y Anorí con más de 30 mil hombres y toda el área fue escenario de cercos militares, siendo el de Anorí donde más nos golpearon. Otras fuerzas guerrilleras estaban fuera de la llamada Operación Anorí.
 
Empezando el mes de septiembre, la columna guerrillera comandada por los hermanos Manuel y Antonio entró a la región de Anorí, entre los corregimientos de Charcón y Madre Seca, quedando en medio de los ríos Porce y Nechí, de aguas muy caudalosas y no navegables, que requieren ser cruzados por pasos obligados usados por los pobladores, con más razón en estos meses de crudo invierno.
 
Ya en la región, se deserta un guerrillero que es capturado por el ejército y traiciona, llevando información detallada de la columna guerrillera a la inteligencia enemiga. De inmediato el ejército controló los escasos pasos de los ríos y bloqueó la circulación de la población y la entrada de comestibles a la parte interna donde estaba la guerrilla. Así comenzaron sucesivos y desventajosos combates, que a mediados de octubre habían diezmado la tropa guerrillera, la cual oscilaba entre los dos ríos tratando vanamente de cruzarlos, impedidos por el control enemigo.
 
Mientras corrían los dias, el ejército estrechaba el cerco, al tiempo que evacuó de la región a numerosos pobladores para quitarle el apoyo a la guerrilla. A mediados de octubre y con el apoyo de los escasos campesinos que quedaban, los comandantes Manuel y Antonio Vázquez se encontraron, sus dos grupos no sumaban más de 8 combatientes, con quienes se mantuvieron resistiendo los desventajosos combates casi a diario.
 
El 17 en la mañana, en la vereda llamada El Astillero, el comandante Manuel de manera premonitoria le ordenó a la compañera, que llamaban La Mona, que tomara un camino con dirección a la cabecera municipal de Anorí, pues era necesario que ella quedara viva como testimonio fiel de los últimos y dolorosos pasajes que vivían los compañeros antes de inmolarse. Le dijo: «Usted debe quedar viva y llevarle el informe a la conducción del ELN de estos dolorosos acontecimientos; nosotros, los conductores de la columna guerrillera debemos cumplir hasta las últimas consecuencias con nuestro compromiso, pues de este cerco no saldremos vivos».
 
La compañera cumplió la misión, yo hablé con ella en 1977 y me informó con lujo de detalles los heroicos momentos, de aquellos compañeros y compañeras que cumplieron fielmente la consigna elena de ‘Ni un paso atrás Liberación o Muerte’.
 
Aun cuando el cerco militar fue muy fuerte, de allí logró salir una escuadra guerrillera, de cuyos integrantes varios regresaron de nuevo a continuar la lucha, con ellos recogimos buena parte de los testimonios.
 
Cabe destacar que en Anorí se puso a prueba la valentía y el tesón de la mujer elena, varias compañeras cayeron combatiendo y al lado de los comandantes Manuel y Antonio, cayó la compañera Lucía que hizo gala de su firmeza y lealtad.
 
El Gobierno desplegó una fuerte propaganda sobre el aniquilamiento del ELN. ¿Cómo lograron sobreponerse ante esta situación?
Colombia es tierra fértil para los revolucionarios, que levantados en armas, luchan contra una oligarquía que usa el terrorismo de Estado como parte de la guerra sucia con la que le responde a las justas luchas del pueblo. El ELN desde su origen, ha preparado a sus miembros para continuar la lucha aún en las más duras condiciones, es decir, ha sabido sembrar en ellos conciencia revolucionaria, compromiso indeclinable y si bien han resultado algunos traidores, como ocurre en todas las luchas, otros, que somos la mayoría de la fuerza, seguimos adelante abrazando los principios y manteniendo vivos los ideales de lucha.
 
Muy pegado a esto el ELN siempre ha buscado y encontrado el apoyo popular para la lucha, eso es lo que explica que no hayamos fracasado luego de la dolorosa caída del comandante y sacerdote guerrillero Camilo Torres, que luego hayamos superado la derrota de Anorí, y que hoy, cuando los estrategas enemigos hacen cálculos de nuestras supuestas sin-salidas, tengan que resignarse y aceptar que de nuevo se equivocan, cada vez que anuncian la desaparición del ELN.
 
¿Qué significó la muerte de los hermanos Vá squez Castaño para el ELN y el pueblo colombiano?
En casi todas las gestas libertarias, existen momentos muy duros para los luchadores, quizá el caso más conocido en la historia americana es el relacionado con las sucesivas derrotas del Libertador Simón Bolívar, de allí aprendemos que mientras tengamos la razón y estemos con el pueblo, seremos invencibles, así nuestra existencia como individuos sea solo una parte del sacrificio necesario. Anorí fue esa dura prueba, que hizo del ELN una fuerza acrisolada en las dificultades y que simboliza la valentía y firmeza en el compromiso de mandos y combatientes.
 
¿Cuál es la mejor manera para mantener la memoria de los mártires de Anorí?
La obligación de los que estamos vivos, no sólo es recordar a los que han caído, sino tenerlos presentes en nuestro andar diario, con mucha más razón en el caso de quienes fueron nuestros maestros, como es el caso de los comandantes Manuel y Antonio Vásquez. Cuando digo tenerlos presentes, es porque sus enseñanzas y su ejemplo no es solo en su conducta heroica en Anorí, sino en cada momento de su vida revolucionaria y guerrillera.
 
Ellos fueron constructores infatigables de esta fuerza guerrillera y su acción y pensamiento es parte integral de lo que debe ser un guerrillero del ELN, hoy y mañana, en lealtad, firmeza, relación y organización del pueblo, disciplina revolucionaria y compromiso infinito a la causa de los explotados y oprimidos, que es en últimas, nuestra razón de ser como mujeres y hombres insurgentes.