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El debate ideológico, intercambio y construcción

Fuentes: Rebelión

En definitiva, hagamos de las editoriales populares un bastión de ofensiva ideológica y anticapitalismo, pongamos el catálogo a disposición de nuestros compañeros/as, apostando a cumplir con las tareas de formación, aceramiento ideológico y, cómo no, de la lucha de ideas.

por Editorial Estrella Roja

Presentación Editorial

El proyecto de Estrella Roja Ediciones comienza hace casi tres años en Talcahuano, permitiéndose crecer pronto hacia Concepción y Santiago, con la clara misión de constituir una Editorial independiente, con identidad de clase, que pudiese entregar títulos clásicos del Marxismo – Leninismo, así como experiencias de diversos procesos revolucionarios, sobre antiimperialismo, debates atingentes, del feminismo de clase, educación popular, entre otras temáticas, a un precio accesible y en un formato cómodo.

Buscamos, y siempre nos desafiamos a aquello, ser un espacio al servicio de la organización clasista y popular, y del estudio de la ideología del proletariado, la cual ha sido siempre el faro que alumbra el camino de las y los revolucionarios, y, por cierto, de todos los procesos triunfantes. De esta manera, fomentando la lucha de líneas, queremos incitar la lucha sin cuartel contra el liberalismo, el oportunismo, el revisionismo y la capitulación. No creemos en el culto vacío a los libros, pero sí pensamos que pueden constituir una valiosa herramienta para el aprendizaje, el debate colectivo y la toma de iniciativa de todos y todas quienes, como nosotros, sueñan con una sociedad sin clases, con la sociedad comunista libre de toda explotación y opresión capitalista.

En el período en que nos encontramos, de crisis integral y profunda del capitalismo monopólico, la clase trabajadora internacional sufre los vejámenes del sistema de barbarie, ejemplificado en elementos como la tendencia a la guerra, la precariedad laboral en todas sus formas, el aumento de la pobreza, el desempleo, la crisis de la salud, vivienda, educación, el aumento de la violencia de género y el trabajo sexual infantil, entre otros. Sin embargo, siguiendo la línea marxista, sabemos que el mismo capital creó su destrucción: el proletariado, que se alza también hoy en diversos recovecos del planeta, abriendo una época de alzamientos populares que nos inspiran a seguir luchando, incluso en tiempos donde la contradicción ofensiva – repliegue es parte del teatro de operaciones en el actual escenario de la lucha de clase.

Sobre el debate ideológico y el Intercambio

La historia de Chile, hasta la actualidad, ha estado plasmada por distintas corrientes y posiciones al interior de nuestra clase y pueblo. Ejemplos concretos se pueden traducir en experiencias de constitución de partidos u organizaciones (de nuestro campo) como el Partido Obrero Socialista en el norte salitrero a comienzos del siglo XX, las mutuales, las mancomunales obreras, coordinadoras, sindicatos; años después, impregnados por la revolución cubana y los procesos en Europa y Asia (no exentos de debates) el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), el Partido Comunista Revolucionario (PCR), Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), el Movimiento Juvenil Lautaro (MJL), y posterior a la llegada de la “democracia” nuevas organizaciones emergieron dando continuidad a la lucha subversiva y popular. Cada uno de estos, en sus diferentes contextos, ha adherido a una ideología para caracterizar cuestiones que van desde cómo hacer la revolución en Chile hasta identificar las clases socioeconómicas en el país: de esta manera se ha consolidado, a nivel nacional, una importante lucha de ideas.

En la actualidad, hay organizaciones que han mantenido una mediana trayectoria durante los últimos años y muchas otras que han surgido en el último tiempo, sobre todo, a partir de lo que fue la experiencia de octubre del 2019 (como lo puede ser el caso de Estrella Roja, por ejemplo), que desafió la consecuencia de muchos y muchas. En esta línea, las organizaciones de nuestro campo (ya sea de trabajadores, estudiantes, pobladores, editoriales, sociales, ambientales, etc.) deben ser capaces de encontrarse y propiciar el debate ideológico, así como el intercambio de ideas y experiencias. Desde Estrella Roja Ediciones creemos fundamental incentivar al encuentro y el debate ideológico tanto al interior del campo popular y clasista, como entre las y los revolucionarios y desde luego con las y los comunistas.

Mao Tse-Tung decía que hay distintos tipos de conocimientos como lo es el caso del conocimiento sensorial y/o el conocimiento lógico o racional. Sin embargo, uno de los conocimientos más auténticos está en el conocer mediante la práctica, es decir, en el hacer o, de manera más coloquial, estando con los pies en el barro y donde las papas queman. A esto, cada organización puede aportar al debate ideológico desde su conocimiento en la práctica y su quehacer cotidiano. Debemos ser capaces de intercambiar experiencias y de avanzar en la construcción de un proyecto revolucionario que apunte a la transformación de nuestras vidas y, por, sobre todo, la del proletariado y el pueblo. En nuestro caso de editorial, no sólo buscamos comprender las leyes del mundo, sino (como Marx nos enseñaba) aplicar el conocimiento de esas leyes para transformarlo radicalmente.

El debate ideológico también es importante ya que permite vislumbrar y reflejar las contradicciones (no antagónicas) que pueden existir entre diferentes posturas. Para ello, no hay que ver las contradicciones como una cuestión negativa (a menos que sean antagónicas, como la contradicción en la sociedad capitalista entre burguesía y proletariado) sino como una esencia que les propia a la dialéctica y al movimiento de las cosas. Dichas oposiciones y lucha de ideas deben darse entre organizaciones hermanas en miras de buscar constantemente nuestro horizonte y desarrollar aún más nuestras tareas. Hacerles el quite a estos procesos de formación y debate significa actuar de manera oportunista, cegada y cómoda, valores totalmente contrarios a una verdadera intención proletaria y revolucionaria.

El tratamiento de dichas diferencias, por ejemplo, se puede dar en instancias de discusión donde el intercambio de ideas permita constituir un método democrático que nos permita educarnos colectivamente. Como se ha visto, lo planteado anteriormente se puede pensar entre organizaciones, pero el trabajo fundamental en el debate ideológico e intercambio de ideas está arraigado en el conjunto de las masas más empobrecidas. El debate ideológico e intercambio debe ser para y con las masas, pero también hay que tener la salvedad de que este no es de una manera autoritaria ni seguidista, sino más bien debe tener un componente esencialmente educativo y persuasivo. Con las masas lo queremos todo y sin ellas nada.

Esto también nos lleva a combatir otro mal que a veces impide el debate ideológico y el intercambio de experiencia como lo es el sectarismo. Lenin nos mencionaba que “Si quieres ayudar a las ‘masas’ y ganarte la simpatía y el apoyo de las ‘masas’, no debes temer las dificultades o pinchazos, artimañas, insultos y persecuciones de los ‘líderes’ (…) sino que debes trabajar absolutamente dondequiera que se encuentren las masas. Debes ser capaz de cualquier sacrificio, de superar los mayores obstáculos, para continuar la agitación y propaganda de forma sistemática, perseverante, persistente y paciente en aquellas instituciones, sociedades y asociaciones -incluso las más reaccionarias- en las que se encuentran las masas proletarias o semiproletarias”. Muchas veces ha habido organizaciones que rehúyen al debate con las masas o al debate con otras organizaciones, lo que deviene en muchas ocasiones en posiciones sectarias frente a nuestro pueblo o, incluso, frente a organizaciones del campo popular y clasista.

En simples palabras, el debate ideológico y el intercambio de experiencias e ideas es fundamental en nuestro trabajo junto al pueblo. Hoy la sociedad capitalista presenta una serie de crisis y complejidades que las y los revolucionarios debemos ser capaces de afrontar para su transformación. Tan sólo la unidad de los y las revolucionarias permitirá trazar a paso firme nuestro camino de victoria y poder.

Si buscamos la construcción de un movimiento popular sólido, con dirección Marxista-Leninista, con llegada desde y para las masas, es fundamental abordar las tareas que se desprenden de la confrontación directa con la ideología capitalista y quienes la sustentan. Y es aquí donde entra el rol de las Editoriales independientes y populares, que, desde la autogestión y la selección consciente de un catálogo integral, se disponen a servir al pueblo, complementando las labores tácticas y estratégicas, ofreciendo estudio, formación y discusión.

En definitiva, hagamos de las editoriales populares un bastión de ofensiva ideológica y anticapitalismo, pongamos el catálogo a disposición de nuestros compañeros/as, apostando a cumplir con las tareas de formación, aceramiento ideológico y, cómo no, de la lucha de ideas.

 ¡Nos formamos para la victoria y el poder!