El diario chileno El Mercurio estas últimas semanas ha dedicado en sus páginas una serie de artículos, publica cartas de sus lectores y editoriales sobre los mapuche. De no ser por las intrigas que lo motiva y por el contenido de corte etnocentrista de sus comentarios hasta podríamos felicitado. El reportaje del Domingo 3 de […]
El diario chileno El Mercurio estas últimas semanas ha dedicado en sus páginas una serie de artículos, publica cartas de sus lectores y editoriales sobre los mapuche. De no ser por las intrigas que lo motiva y por el contenido de corte etnocentrista de sus comentarios hasta podríamos felicitado. El reportaje del Domingo 3 de febrero de 2008 titulado «El imparable lobby mapuche en Europa en busca del autogobierno», para un conocedor de la realidad del pueblo Mapuche y ser uno de los entrevistados, no me puede resultar mas decepcionante, el comprobar que el mencionado reportaje contiene datos falsos, afirmaciones en base de conjeturas, fechas distorsionadas, traducción de vocablos mapuche erróneos, al extremo que hasta los nombres propios de los entrevistados aparecen entremezclados.
Después de más de tres meses de huelga de hambre de Patricia Troncoso, sumada a una serie de eventos trágicos, que incluye el asesinato por la policía chilena de Matias Catrileo, joven mapuche que participaba en una protesta pacifica, el Mercurio y su cadena de diarios regionales habían guardado un extraño silencio. Es por ello que hoy nos llama la atención el cambio de actitud de este diario de alta circulación en Chile, portavoz -entre otros- de la derecha, los latifundistas y empresarios que operan en el territorio ancestral de la nación mapuche.
Aquí la ética profesional se le escapó por todos lados y se puede observar que sus propósitos no era informar de manera objetiva e imparcial, sino lanzarse entre viento y marea contra quienes hoy encabezan la creación del partido Mapuche Wallmapuwen. Aquí la veracidad de los hechos no era importante y las contradicciones (que afloran por todos lados) tampoco, su motivo era desacreditar al partido mapuche, crear alarma pública y hacer reaccionar a las autoridades chilenas en contra de los dirigentes de Wallmapuwen.
Mediante acusaciones falsas y tendenciosas sobre una supuesta relación con organizaciones insurgentes del País Vasco, nos hace suponer que El Mercurio buscaba persuadir al Gobierno chileno utilizar la ley antiterrorista contra Wallmapuwen y de esta forma obstaculizar su legalización ante Servel (Servicio Electoral) impidiendo así su participación en las elecciones municipales de octubre, 2008. Si consideramos las tácticas empleadas por este diario para encarcelar a dirigentes y autoridades tradicionales del pueblo mapuche, no seria sorprendente que El Mercurio buscaba una reacción similar del Gobierno en contra de Wallmapuwen. En efecto, al acusar al partido mapuche de tener vinculaciones con la ETA es un argumento suficientemente negativo para causar en el electorado de la región de la Araucanía, el cuestionamiento sobre el compromiso democrático de dicho partido.
Es un hecho que las aclaraciones de Wallmapuwen sobre sus relaciones con partidos políticos democráticos análogos de la vieja Europa no detendrán las ambiciones del Mercurio de frustrar su afianzamiento dentro del pueblo Mapuche y sin duda continuara satanizando su imagen y así como hoy solo ve entidades terroristas en el país Vasco lo hará también en el país Mapuche que, a pesar de estar contra la corriente, seguirá persuadiendo o reclamando la utilización de la Ley Antiterrorista en contra de activistas mapuche. La utilización de esta ley de la Dictadura de Pinochet ha sido condenada por todas las organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales, después que quedara establecido ante la opinión publica que su utilización era injustificada y que su uso constituía una persecución política gubernamental contra los mapuches que luchan por la recuperación de su territorio y sus legítimos derechos tanto individuales como colectivos.
Hoy numerosos mapuche están cumpliendo largas condenas en las cárceles chilenas porque, a sus presuntos delitos, se le anexo el vocablo terrorista, tales como pertenecer a una organización de carácter ancestral de comunidades en conflictos territoriales y que por su combatividad fueron clasificadas como, asociación ilícita terrorista; a esto se suma las acusaciones de empresas forestales y latifundista que les basta acusar a un dirigente de amenaza para que esta ofensa se le denomine amenaza terrorista; La ofensa de incendio que condeno a Patricia Troncoso y otros dirigentes mapuche a diez años de prisión, acusada de causar incendio terrorista contra la empresa forestal Mininco y, la lista sigue; es decir cualquier delito común, si estos le son atribuidos al mapuche pasa a constituir una acción o delito «terrorista». Aquí la voz del acusado no es considerada, la única voz valida es la del patrón o empresario porque el estado de derecho en el territorio mapuche esta subordinado a la voluntad e intereses del winka adinerado.
Con Wallmapuwen, la derecha pierde en la Araucanía
El 19 de de mayo de 2006 un grupo de personas predominantemente mapuche y después de meses de consulta y discusión con diversos sectores sociales del pueblo mapuche, lanzaron oficialmente el partido político Mapuche Wallmapuwen, que se auto define democrático, pluralista, nacionalista y en pro de la autonomía del pueblo mapuche. Es la tercera vez, en los últimos 40 años, que dirigentes mapuches buscan crear un órgano político propio, capaz de representar los intereses del pueblo Mapuche. Sin embargo, los dos últimos intentos tanto los partidos de derecha, como la Democracia Cristiana y otros partidos se unieron bajo una misma campaña disuasiva, para evitar su formación y su afianzamiento dentro del pueblo Mapuche.
El 25 de noviembre de 2007 los dirigentes de Wallmapuwen presentaron ante Servel (Servicio Electoral) toda la documentación que exige la ley para la inscripción del partido en el Registro de Partidos Políticos. La imposibilidad del Mercurio de prevenir su formación, ahora trata dilatar su legalización y es por ello que hoy se lanza contra Wallmapuwen, porque ve la amenaza potencial que este partido representa para los intereses de la derecha en la Araucanía, porque su lanzamiento despertará, el interés en el pueblo Mapuche para participar en la contienda electoral. Tradicionalmente la derecha se ha inmiscuido en el pueblo mapuche para manipularlo con falsas promesas, con soluciones de parche, con pequeños favores personales a prominentes miembros de comunidades para mantenerlo inmóvil y dependientes. En consecuencia el pesimismo mapuche para participar en la política nacional es endémica y mas que justificada, especialmente si consideramos la falta de un monitoreo o información sobre la actuación de los legisladores de la Araucanía en el parlamento chileno, donde sus posiciones son decisivas en la suerte de legislaciones que se aprueban y que afecta la vida del pueblo Mapuche.
En la actualidad, la falta de progreso en la solución política de los conflictos territoriales en el Wallmapu, obliga al mapuche a tener que recurrir a los tribunales de justicia en la que siempre pierden, la falta de iniciativas o gestión parlamentaria ante el ejecutivo sobre este y otros problemas ha creado en los mapuches una profunda frustración con la gestión de todos los partidos políticos tradicionales, porque saben que en la practica votar por uno u otro partido no significa cambio ni solución a sus problemas, situación que se puede ver claramente en el actual Gobierno de los partidos de la Concertación, que aunque se definen «democráticos» utilizan la constitución y las leyes represivas de la dictadura del general Pinochet contra los mapuche y en lo que se refiera a la política o agenda indígena pareciera estar dictada por la Derecha.
Como lo señale en uno de mis artículos anteriores sobre esta materia los mapuches no deberían seguir eligiendo como sus representantes a individuos pertenecientes a una «minoría acomodada, prepotente y racista que se creen dueños del Wallmapu y que por años abusan del poder, la confianza y la buena voluntad del mapuche», individuos que desconocen nuestra historia, cultura, luchas y aspiraciones y por consecuencia no les importa el futuro de nuestro Pueblo.
Son estos mismos individuos que hoy, frente a la violación de los derechos humanos del pueblo Mapuche callan y lejos de simpatizar o ir en ayuda con los que son victimas de la represión policial, los allanamientos arbitrarios, los asesinatos, el abuso de poder de los jueces y fiscales que utilizando una ley represiva introducida durante la dictadura militar, les viola a los acusados todos sus derechos a un debido proceso. Son los mismo que niegan el carácter político de la lucha mapuche y por lo tanto el estatus de presos políticos de los mapuches encarcelados, son los que invocan el respeto del «Estado de Derecho» que solo funciona para los latifundistas, las empresas y las compañías forestales pero no para el mapuche y el winka pobre.
El Mercurio no solo miente, también se mofa de la cultura mapuche y a pesar de enfrentar una ola de críticas y clarificaciones que incluye el Embajador de España en Santiago, no pide disculpa. El Mercurio da amplia cobertura a «personajes» que niegan la existencia del pueblo mapuche, y presenta a los que llama «embajadores» mapuche de Europa como revoltosos que protestan solo por protestar, y que «su lucha por los derechos del pueblo mapuche comienza con el retorno de la democracia en Chile». El Mercurio maliciosamente se olvida mencionar que la causa del exilio de los mapuche que hoy viven en Europa, incluyendo los entrevistados, fue haber estado involucrados en el proceso democrático de recuperación de tierras durante el gobierno de la Unidad Popular, proceso que el gobierno de facto de Pinochet revirtió sancionando con la prisión todos aquellos que participaron en dicho proceso, esto sin mencionar los mapuche asesinados, torturados y desparecidos.
Víctor Naguil, responsable de relaciones políticas e internacionales de Wallmapuwen, desmintió categóricamente las «revelaciones» del Mercurio sobre las relaciones con la ETA del país Vasco y el supuesto financiamiento recibido de España de «millones de euros». Refiriéndose a la campaña comunicacional del Mercurio, señalo «Esta serie de publicaciones no son más que una ofensiva de la derecha» y agrego, «No dudamos que este diario, que nunca se enteró de las violaciones de los derechos humanos bajo la dictadura, de la corrupción del dictador y sus cómplices, que durante años habló de «presuntos» desaparecidos, nos seguirá gratificando, con la «seriedad» que lo caracteriza, con nuevas «revelaciones».»
El Mercurio no encuentra argumentos para atacar a los entrevistados mapuche residentes en Europa, cayendo tan bajo, al extremo que trata de ridiculizarlos por estar contra la «globalización» y al mismo tiempo mantener «sitios Web en varios idiomas», como si el dar ha conocer la realidad mapuche a la comunidad internacional (en sus propios idiomas) sea antagónico con la lucha mapuche por la recuperación de sus tierras, la defensa del medio ambiente y la biodiversidad, depredada por empresas forestales, mineras o de otra índole que operan en el territorio ancestral de la nación Mapuche.
En resumen a la falta de un trabajo de investigación serio, el Mercurio lanza al mundo un artículo tendencioso pero, en línea con su rol histórico anti-mapuche (nada nuevo): damos gracias a Ngenechen y al Internet que quienes hoy desean informarse del pueblo Mapuche no tengan que recurrir al «Mercurio».
Vocablos Mapuche:
Wallmapu = Territorio ancestral de la nación Mapuche
Wallmapuwen = Compatriotas del País Mapuche
Winka = chileno, extranjero
Ngenechen = Dios mapuche