Por segunda vez, en pocos días, la integridad territorial del Ecuador se ve afectada. Según denuncian los habitantes de la zona fronteriza norte, las Fuerzas Armadas Colombianas, ingresan a nuestro territorio para realizar operaciones contra las fuerzas guerrilleras de su país, violando flagrantemente la soberanía ecuatoriana. Se cumplen de esta manera las advertencias realizadas desde […]
Por segunda vez, en pocos días, la integridad territorial del Ecuador se ve afectada. Según denuncian los habitantes de la zona fronteriza norte, las Fuerzas Armadas Colombianas, ingresan a nuestro territorio para realizar operaciones contra las fuerzas guerrilleras de su país, violando flagrantemente la soberanía ecuatoriana.
Se cumplen de esta manera las advertencias realizadas desde hace varios años por las fuerzas sociales ecuatorianas en torno a la estrategia estadounidense para regionalizar el conflicto interno del vecino país, dentro del esquema bélico denominado Plan Colombia.
Así, el pasado miércoles 8 de septiembre un grupo de 70 hombres de las Fuerzas Armadas de Colombia ingresó de forma violenta a territorio ecuatoriano, según información difundida por el Diario El Comercio de Quito, el día viernes 10 de septiembre.
Según testimonios de varios campesinos de Buena Vista, población ecuatoriana fronteriza con Colombia, los militares extranjeros llegaron a la localidad a las 10h00 del pasado miércoles 8 de septiembre, ingresando violentamente a las fincas, revisando las pertenencias y deteniendo a cinco jóvenes con fines de investigación. «A mí me detuvieron por horas y me preguntaron si conocía dónde se encuentra la guerrilla colombiana» dijo uno de los investigados.
Por intervención de la Junta Comunal los militares colombianos liberaron a los detenidos a las 18h00 del mismo día. Según los campesinos se conoce que el ejército colombiano adecuó un campamento temporal en las playas ecuatorianas del Putumayo. «Dijeron que querían encontrarse con el ejército ecuatoriano para darle bala por ser aliado de la guerrilla» informó uno de los finqueros.
Ante la grave situación el día jueves 9 de septiembre una patrulla militar ecuatoriana perteneciente al Batallón Selva 55 Putumayo arribó, por primera vez, a las 16h00 a la localidad de Buena Vista. Dos Comandantes del Batallón, que estaban a cargo de la patrulla, escucharon los testimonios de los pobladores sobre los combates entre militares colombianos y guerrilleros la noche anterior. Recibieron también la denuncia en torno a que «el ejército colombiano respondió con un ataque aéreo desde las fincas ecuatorianas. Los helicópteros cruzaron la frontera, desde nuestras propiedades dispararon»
Ante estas denuncias el ejército ecuatoriano organizó un patrullaje por las riberas del afluente a fin de ubicar las bases de las Fuerzas Armadas Colombianas. «Vamos a incrementar los patrullajes en esta zona y no vamos a permitir que se vuelva a violar nuestra soberanía nacional» dijo el Teniente Coronel Pedro Cabezas, comandante del Batallón de Selva 55 Putumayo.
El mismo militar envió un comunicado al capitán Julio Chavarro, oficial de operación de la Base Naval Sur de Colombia en uno de cuyos párrafos se le solicita «se evite acercarse y transitar dentro de los límites ecuatorianos, con la finalidad de salvaguardar las buenas relaciones tanto del Ejército como de la población de fronteras».
Esta preocupante situación se suma a la denuncia presentada por los habitantes de los recintos ecuatorianos ribereños del río San Miguel el 4 de septiembre pasado en la que manifiestan haber sido amenazados de muerte por grupos paramilitares colombianos. Como antecedente a esta amenaza relatan la masacre del 18 de agosto en las veredas de Guadalito y la Y en Colombia. «Esta masacre estaba anunciada con anticipación y se efectuó a pocos kilómetros de nuestra frontera en una zona densamente militarizada donde opera el Batallón Plan Vial Energético Número 11 con aproximadamente 1.500 unidades y donde viven 2.000 familias. Las fuerzas militares colombianas no brindaron ninguna clase de protección y lo que hicieron fue brindarles apoyo a los asesinos».
A continuación anotan que el 20 de agosto, en el noticiero de la emisora Putumayo, perteneciente a la cadena RCN, se informa sobre el insistente rumor de «una inminente masacre en el recinto Puerto Nuevo de Ecuador que sería llevada a efecto en posteriores días por paramilitares colombianos».
En el mismo boletín, la Federación de los Recintos Ribereños del Río San Miguel, FORCOFES, recuerda que el 24 de agosto a través de Radio Sucumbíos denunciaron «la violación de nuestro espacio aéreo por parte de aeronaves militares colombianas»… «El 22 de agosto del 2004 un avión de las fuerzas militares sobrevoló adentrándose en 20 Km. la línea fronteriza hacia las 16h30 hasta las 19h45»
Por su parte el Ministro de Defensa de Ecuador, Nelson Herrera, desestimó las denuncias de la prensa y los campesinos y dijo que «No hay incursión de grupos armados… Puedo garantizar que nuestro país está cumpliendo, a través de sus fuerzas armadas, la misión de paz y tranquilidad. No existe problema alguno en nuestro país» e informó que una comisión militar viajará a Lago Agrio, capital de Sucumbíos, provincia fronteriza con Colombia, a supervisar las acciones militares.
No sería la primera vez que el gobierno del Coronel Lucio Gutiérrez guarda silencio ante la violación a la soberanía nacional y deja sin respuesta a la consecuente angustia y zozobra en la que se debaten la población que vive en la zona de frontera y los soldados ecuatorianos.