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El Ejército de Liberación Nacional de Colombia, E.L.N, esperanza de un pueblo

Fuentes: Rebelión

ADOLFO LEÓN GUERRERO fue un dirigente petrolero, formado sindicalmente por la UNION SINDICAL OBRERA- USO – durante la década de 1970 y desempeñó su trabajo de militancia política, sindical y popular en las regiones petroleras de Barrancabermeja y Tibú y continuó su labor proselitista , siendo jubilado de Ecopetrol, en la ciudad de Cúcuta. Bajo […]

ADOLFO LEÓN GUERRERO fue un dirigente petrolero, formado sindicalmente por la UNION SINDICAL OBRERA- USO – durante la década de 1970 y desempeñó su trabajo de militancia política, sindical y popular en las regiones petroleras de Barrancabermeja y Tibú y continuó su labor proselitista , siendo jubilado de Ecopetrol, en la ciudad de Cúcuta.

Bajo la conducción que el sindicalismo es «correa de transmisión» de poder popular, contribuyó a la formación y activismo político de dirigentes sindicales y de la USO. Su capacidad política y organizativa se demostró en el logro del apoyo popular al Paro Nacional de 1977, que sentó hito en la historia de movilización y lucha popular en la capital del Departamento de Norte de Santander. Diez años después se materializó con creces la lucha organizativa del sindicalismo petrolero de base, en el grandioso PARO DEL NOR-ORIENTE colombiano, con la movilización de más de diez mil campesinos centrados en las ciudades de Barrancabermeja, Cúcuta y Ocaña.

El corazón rebelde del compañero Adolfo León Guerrero no soportó tanto trajín político y revolucionario falleciendo, alrededor de su apreciada familia, en el Barrio Atalaya de Cúcuta, hace veinticinco años.

Hoy, ante la decisión de una búsqueda denodada, por una salida conversada, civilizada y política al conflicto armado colombiano con las insurgencias en Colombia, asumo como seudónimo para expresar mis opiniones políticas el de «compañero Adolfo León Guerrero». No porque haya asumido la clandestinidad; como por el consecuente simbolismo que la lucha por la Verdad y la perseverancia en los intereses populares, en momentos en que las élites del poder oligárquico imperante en Colombia, no definen la erradicación total del instrumento contrainsurgente del paramilitarismo en Colombia y arrecian los asesinatos selectivos contra los luchadores populares. ! Solo el pueblo y sus medios de lucha- entre ellas las armas- salvan al pueblo, del fascismo imperante en Colombia!

Necesario recuento histórico

El Norte de Santander es un Departamento colombiano, situado en zona fronteriza con Venezuela. En el opera parte del Frente Oriental, del Ejército de Liberación Nacional- E.L.N, con presencia en todos los cuarenta municipios del Norte de Santander. La fundación del E.L.N, se dio el 4 de julio de 1964 y su aparición pública con la toma del municipio de Simacota, en el Departamento de Santander, el 7 enero de 1965. El Comandante Fabio Vásquez Castaño, montado en el caballo «Palomo», lee el Manifiesto de Simacota, proclama insurgente en la que se identifica con el movimiento comunero de José Antonio Galán en 1781 y cuna del fraile dominico Ciriaco de Archila, quien buscaba la independencia absoluta del imperio español y redactó el «Manifiesto Comunero». De influencia e inspiración en la Revolución Cubana, forjado con jóvenes del Partido Comunista y las Juventudes del Movimiento Revolucionario Liberal (MRL), ha mantenido su inspiración en la Teología de la Liberación y ante el embate neo-liberal, luego de la guerra fría, mantiene su línea revolucionaria, abrevando en las fuentes del marxismo – leninismo. No es una guerrilla comunista; pero sí socialista y revolucionaria erigida contra el sistema capitalista salvaje.


Salvo guardadas proporciones, no interesa hacerle el juego a la mediática dictatorial delos medios de comunicación en Colombia, origen y causantes en la degradación del conflicto armado interno colombiano, en aspectos en cuanto seria el número – en miles -de insurgentes con que cuenta el Ejército de Liberación Nacional- E.L.N. Su presencia es nacional. Arraigados, generacionalmente, en muchas regiones de Colombia, tras cincuenta años de lucha armada. Imaginémonos que en cualquier iglesia, sindicato, colegio, universidad, oficina pública, unidad productiva nacional, en el torrente humano de las grandes ciudades, puede haber un miembro, en clandestinidad, del Ejército de Liberación Nacional de Colombia.

Sin pretender resumir su proyecto político, diremos que su proclama y guía de acción es antiimperialista y anti oligárquica. Propende por una auténtica revolución agraria; la protección de la industria nacional y el límite a la expoliación depredadora de los intereses de las multinacionales en Colombia. Centra un Plan de sistema de Salud Pública, bajo la dirección estatal y contra el saqueo de la inversión privada. Prioriza la rectoría de la Educación Pública y popular, bajo la creación de una Academia Nacional de Ciencias. Defensor destacado de las riquezas naturales del país, centrando su accionar en la defensa del petróleo; recurso este del que primordialmente ha sustentado el sostenimiento de su lucha armada y de dedicación en su conocimiento, hasta el punto de ser consultados sus estudios y proyecciones energéticas y sustitutivas en el entorno petrolero mundial. Siente, en conciencia propia, los efectos colaterales de la guerra, en el daño ecológico causado por el desarrollo de la guerra misma y en torno a la defensa y al desangre de la salida de los recursos naturales, para beneficiar intereses foráneos. Curtida y experimentada organización político-militar, en la defensa y permanencia de la minería artesanal, como potencial al paso de su industrialización, en la medida que sus propuestas materialicen en la construcción de una economía popular. Son sus cuadros políticos y guerrilleros luchadores incansables por remover los obstáculos que han impedido, al grueso del pueblo colombiano, la participación política; en un país que se jacta de «democracia». Defensor férreo de la abstención beligerante y activa; hasta tanto el sistema podrido político y electorero colombiano, sucumba. Crítico implacable contra la dispersión política del pueblo colombiano; centrando las calamidades en el desatino de la conducción de nuestro pueblo en el sistema electoral imperante, contario al ejercicio de una democracia directa y participativa y bajo el lema camilista (del sacerdote guerrillero Camilo Torres Restrepo) «el que escruta elige». Luchador incansable por el disfrute y la felicidad de los colombianos en una sociedad inclusiva, con respeto a la dignidad humana, la elección de género, la defensa de los derechos humanos y la imposición de las reglas de la guerra bajo la egida del Derecho Internacional Humanitario.

El Ejército de Liberación Nacional- E.L.N, ha demostrado su vocación de paz en Colombia. Hoy propugna por la salida política al conflicto armado interno. Cree en el compromiso con el Estado colombiano y la comunidad internacional para el fin del conflicto armado. Cree en la dejación de las armas y el silenciamiento de los fusiles. Por convicción histórica, no cree en la entrega de las armas, hasta tanto no se implementen y se apliquen los Acuerdos logrados; aceptando que ello se daría dentro de un marco constitucional imperante; por lo que no cree en ratificación alguna, como sí en el cumplimento certero y cabal con en el gobierno oligárquico y pro imperialista de turno, con el que suscriba los Acuerdos Definitivos; de conformidad con los efectos internacionales de sendos Representantes Plenipotenciarios de Ambas y Altas Partes Contratantes: la insurgencia del Ejército de Liberación Nacional- E.L.N y el Gobierno colombiano. Con ese escenario se sienta, de igual a igual, con su contraparte, como una guerrilla no derrotada.

Con la brújula de la movilización popular y la lucha de las masas, aportaremos- en esta líneas- a la claridad política del pueblo colombiano; sobrentendiendo que la terminación del conflicto armado y militar NO ES LA PAZ. Que continúa el conflicto político, económico, social, ecológico. Que la paz se conquista como sinónimo de equidad y Justicia Social.

El Ejército de Liberación Nacional- E.L.N, sustenta su brújula o ruta política en la construcción de una Colombia Nueva con el logro de una ASAMBLEA NACIONAL, bajo la dirección rectora del constituyente primario; es decir, el pueblo colombiano.

Datos y mapas del presente artículo, tomados de la Internet.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.