Recomiendo:
4

El Ejército homenajea a dos militares franquistas bautizando con su nombre un salón de actos

Fuentes: Cuarto poder

La sala principal de actos de la Escuela de Técnicas Aeronáuticas del Ejército del Aire ha sido denominada “Capitán Barreiro y Teniente Ríos”.

Julio Ríos Angüeso fue uno de los militares que participó en la planificación del golpe de Estado. Barreiro se declaró inválido para servir a la Segunda República, pero tras el golpe de Estado apoyó el levantamiento franquista.

La sala principal de actos de la Escuela de Técnicas Aeronáuticas (ESTAER) del Ejército del Aire, centro docente militar situado en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, donde se forman sus oficiales ingenieros e intendentes, ha sido denominada “Capitán Barreiro y Teniente Ríos” en homenaje a estos dos militares. Se trata del capitán Manuel Barreiro Álvarez y el teniente Julio Ríos Angüeso, ambos oficiales que fueron abiertamente partidarios del golpe de Estado franquista de 1936.

En concreto, Julio Ríos Angüeso fue uno de los militares que participó en la planificación del golpe contra el Gobierno constitucional de la Segunda República. Lo más insultante es que su participación en el levantamiento franquista se destaca en el texto de la semblanza del militar que se ha colgado en las paredes de la sala de esta escuela del Ejército del Aire. En ella, se le destaca como mérito que se retire del Ejército cuando está bajo la autoridad de la República salida de las urnas y se incorpore para participar en el golpe franquista: “Con el advenimiento de la República, en 1931, se retiró del Ejército. Entre los meses de marzo y mayo de 1936 participa en la preparación del Alzamiento. El 17 de julio de 1936, es recluido en la Dirección General de Seguridad como desafecto a la República y posteriormente en la Legación de Noruega como refugiado político, hasta marzo de 1937 que se acoge a la embajada de Chile. Reintegrado en el recién creado Ejército del Aire y ascendido a teniente coronel, fue nombrado jefe de las Fuerzas Aéreas del Atlántico hasta su nombramiento como jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas de Marruecos”. Su lealtad al franquismo le llevó a alcanzar el grado de general de división en 1952.

La semblanza presenta, además, la Segunda República como un régimen represor que le persigue por desafecto, cuando su delito de conspiración y traición militar era evidente. En realidad, según consta en la documentación de la Real Academia de Historia, Ríos dedicó los primeros meses de 1936, mientras se encontraba en retiro, a entrevistarse en Tetúan con los jefes marroquíes de la Mehal-la y las Mehaznías, obteniendo su adhesión al levantamiento que se preparaba. Esas unidades armadas formarían la denominada Guardia Mora de Franco, que tan “eficaz servicio” hicieron en las masacres protagonizadas por el ejército sublevado. 

Por su parte el capitán Barreiro, al estallar la Guerra Civil, se encontraba internado en situación de invalidez en el sanatorio Hispano Americano, en la sierra de Guadarrama. Su invalidez para servir a la Segunda República no tardó en convertirse tras el golpe de Estado en voluntariedad de lucha para apoyar el levantamiento franquista, y se refugió en una embajada a través de la cual pudo pasar a Francia, entrando desde allí en la zona fascista, donde ofreció sus servicios

Con el homenaje a estos dos militares, el Ejército del Aire pone como ejemplo a los alumnos de su Escuela de Técnicas Aeronáuticas a dos oficiales que renegaron de sus obligaciones con su patria cuando estaba gobernada por la democracia republicana y que se incorporaron a la conspiración y al golpismo cuando se gestó el levantamiento militar franquista que llevaría a España a la guerra civil y a la dictadura.

El necesario homenaje al General Emilio Herrera 

Diversos exalumnos de esta escuela han expresado a cuartopoder su indignación por esa situación y solicitan al hasta hoy coronel director de la ESTAER, Agustín Quesada García -o a su sustituto, porque es inminente su relevo- que se cambie el nombre de la sala y proponen dedicarla al General Emilio Herrera Linares, quien se considera el más importante ingeniero aeronáutico militar de la historia de España y desgraciadamente silenciado por el franquismo.

Según su propuesta se trataría de “honrar al mejor ingeniero aeronáutico militar que ha dado España, padre del traje espacial, de múltiples estudios sobre cosmología, relatividad, aeronáutica o física atómica, con fuerte convencimiento antifranquista que se exilió en 1939 y fue entre 1960 y 1962 presidente del Gobierno de la República Española en el Exilio”. Condenado durante décadas al ostracismo por su oposición a la dictadura franquista, recientemente se le ha rendido homenaje con un documental emitido en RTVE así como en la serie El Ministerio del Tiempo. De igual manera, el astronauta y actual ministro de Ciencia Pedro Duque lo rememoró: “Herrera fue un hombre excepcional, que se implicaba con fuerza y empuje en los proyectos que emprendía. Su historia me es muy cercana por mi formación y trayectoria».

Malamente se puede tener un ejército democrático si en sus salones se homenajea precisamente a los que participaron en la represión a los militares democráticos que la sociedad científica y civil reconoce. 

Fuente: https://www.cuartopoder.es/espana/2020/07/06/el-ejercito-homenajea-a-dos-militares-franquistas-bautizando-con-su-nombre-un-salon-de-actos/