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El ejército tortura, roba y maltrata a campesinos del Sur de Bolívar

Fuentes: Agencia Prensa Rural

El pasado 7 de agosto, en la vereda Alto Cañabraval, del municipio de San Pablo, Sur de Bolívar, tropas de la Quinta Brigada del ejército oficial detuvieron arbitrariamente a ocho personas, entre ellas a tres menores de edad. Según informó la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra, las personas detenidas son: María Fidelina López, […]

El pasado 7 de agosto, en la vereda Alto Cañabraval, del municipio de San Pablo, Sur de Bolívar, tropas de la Quinta Brigada del ejército oficial detuvieron arbitrariamente a ocho personas, entre ellas a tres menores de edad.

Según informó la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra, las personas detenidas son: María Fidelina López, de 20 años, Alexánder Bastidas, de 19 años, Yurani Bastidas, de 14 años, Ledys Bastidas, de 35 años, Mariela Bastidas, de 3 años, Hernando Arango, de 15 años, Arnulfo Pinzón, de 22 años, y Arnulfo Hernández, de 26 años, todos campesinos habitantes de esta zona del Magdalena Medio.

Al joven Alexánder Bastidas lo maltrataron, insultaron y golpearon con un machete, hasta causarle cortaduras en su piel. Así mismo, a Ledys Bastidas y su hija Mariela, fueron maltratadas por los soldados. Los militares también robaron radios y rompieron las bombas de fumigar potreros. Al día siguiente, martes 8 de agosto, dichos campesinos fueron puestos en libertad.

Por su parte, en la vereda Muribá, del municipio de Cantagallo, el señor Luis Alfredo Ramos, de 30 años de edad, fue capturado por soldados el mismo día 7 de agosto, sobre las 6 de la tarde, siendo maltratado física y verbalmente. El militar encargado de dar la orden fue el teniente Mahecha, de la Quinta Brigada del Ejército Nacional, quien sospechosamente se identificó como miembro del «Bloque Magdalena Medio». El señor Luis Alfredo fue puesto en libertad el 9 de agosto.

Todos estos maltratos se realizan en medio de la militarización que se adelanta en el valle del río Cimitarra y el Sur de Bolívar, por lo que los campesinos temen nuevos atropellos de las tropas, quienes vienen realizando actos de pillaje, hurtos y daños sobre los bienes y la integridad de los campesinos.