El jefe militar del comando central del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Antonio García, afirmó ayer que declarar un alto el fuego y cese de hostilidades sin que se haya concretado el desarrollo de una negociación política del conflicto armado, sería «peligroso» para el país, la sociedad y el futuro de las conversaciones que se […]
El jefe militar del comando central del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Antonio García, afirmó ayer que declarar un alto el fuego y cese de hostilidades sin que se haya concretado el desarrollo de una negociación política del conflicto armado, sería «peligroso» para el país, la sociedad y el futuro de las conversaciones que se celebran en Cuba.
«Los ceses de fuego requieren de un proceso de paz sólido y serio. No se pueden suplantar los contenidos del proceso sin que haya profundidad en los contenidos y mucha seriedad en el procedimiento», afirmó el jefe guerrillero desde Cuba a la emisora Radio Caracol.
Sin embargo, García destacó que ese tema será analizado en esta oportunidad con el Alto Comisionado para la Paz Luis Carlos Restrepo, la sociedad civil, la Iglesia, los embajadores y demás sectores de la vida política reunidos en La Habana para continuar las negociaciones.
Además, explicó que hasta el momento las comisiones han avanzado en tres temas: «la paz como espacio para fortalecer la democracia; la paz como propuesta para sustentar a los gobiernos y la participación de la sociedad en la construcción de un verdadero proceso de paz».
Sobre el proceso electoral, Antonio García expresó su optimismo porque los candidatos se comprometan con políticas de paz, para lograr que «el futuro gobernante de Colombia tenga continuidad en la propuesta de paz que hoy emprende el actual presidente».
García también se refirió a la ley de «Justicia y Paz», asegurando que esa norma es simplemente un instrumento que pretende formalizar la impunidad y que por ello el ELN se distancia de esa ley.
Mientras, en La Habana comenzaban ayer las sesiones de la segunda ronda de conversaciones donde se prevé conformar una agenda de negociación entre las partes para concretar el proceso. En la ronda participan la Iglesia, la Comisión de Garantes, el defensor del Pueblo, sindicatos, la comisión de la sociedad civil, tres embajadores y dirigentes políticos.