El gobierno Uribe les ofreció a las FARC la posibilidad de desmilitarizar un área y efectuar un cese bilateral del fuego. Hoy, por mucho menos, Uribe sostiene que el gobierno les está «entregando el país a los terroristas»
Detrás del ataque constante del senador Álvaro Uribe al proceso de paz hay mucha hipocresía. El ex presidente critica los acercamientos del gobierno de Colombia y las FARC por «clandestinos» y sostiene que son inadmisibles los «diálogos con terroristas». Lo que no cuenta es que durante cuatro años de su administración mantuvo un canal de comunicación abierto con las FARC.
Hay pruebas irrefutables del activo contacto secreto -o clandestino en el lenguaje uribista- entre el entonces presidente Álvaro Uribe y el cabecilla de las FARC, ‘Pablo Catatumbo’.
El enlace se llama Henry Acosta Patiño y es un economista que ha sido funcionario público, presidente de fundaciones y tiene acceso privilegiado a frentes de las FARC que operan en la cordillera central de Colombia.
La historia de los contactos empezó el 23 de diciembre del año 2004 cuando se reunieron Henry Acosta Patiño y el entonces comisionado de paz Luis Carlos Restrepo en la casa de un senador. Convinieron que Acosta le manifestara a ‘Pablo Catatumbo’ el interés del gobierno nacional de sostener lo que llamaron un «cara a cara» con las FARC.
Álvaro Uribe se reunió varias veces con Henry Acosta Patiño, su enlace con ‘Catatumbo’. Para una de esas reuniones, el viernes 2 de junio de 2006, Acosta fue traído en un vuelo especial desde Pasto e ingresó a la Casa de Nariño donde estuvo treinta minutos con el entonces jefe de Estado y el doctor Luis Carlos Restrepo.
Quince días después, Álvaro Uribe fue a Cali y sacó hora y media de su apretada agenda para reunirse en privado con el hombre que hablaba con ‘Catatumbo’. Esa reunión tuvo lugar en una habitación del Hotel Intercontinental de Cali y estuvieron presentes Luis Carlos Restrepo y Julieta López, la esposa de Acosta Patiño.
Poco después de ese encuentro, Henry Acosta fue a ver a ‘Pablo Catatumbo’ para llevarle una «carta/borrador» del comisionado Restrepo en la que sostenía entre otras cosas que el gobierno quería «avanzar de manera discreta en el camino que conduzca a un acuerdo humanitario y eventualmente un proceso de paz».
Mientras el entonces presidente Uribe sostenía que «nunca más habría un despeje», su comisionado de paz escribía en el mensaje a las FARC «Creemos que las condiciones están dadas para llevar una reunión donde se aborden temas como los siguientes: condiciones para desmilitarizar una zona de encuentro; seguridad para los representantes de las FARC; seguridad para los habitantes de la zona; propuestas para un acuerdo humanitario; posición del Gobierno en torno a la extradición de miembros de las FARC en relación con un proceso de paz; viabilidad de un cese de hostilidades con reciprocidad gubernamental; punto de vista del Gobierno en torno al conflicto (¿armado?) y pasos para un proceso de paz exitoso». (Vea la carta/borrador)
Dicho de otra manera, el gobierno Uribe le ofreció a las FARC la posibilidad de desmilitarizar un área, de discutir con esa guerrilla la aplicación de la extradición si había proceso de paz, y efectuar un cese bilateral del fuego.
Lo curioso es que hoy, por mucho menos, Uribe sostiene que el gobierno le está «entregando el país a los terroristas».
Además de la propuesta de desmilitarización y diálogo, el gobierno Uribe uso recursos públicos para congraciarse con las FARC en sus zonas de influencia. Se hicieron inversiones para «favorecer comunidades campesinas de la Cordillera Central» por solicitud de Henry Acosta Patiño, quien como parte de su gestión le hizo saber a las FARC que la Presidencia de la República empezaría a tener «mayor presencia social en la zona».
Un segundo documento que Henry Acosta Patiño le llevó a ‘Catatumbo’, en octubre de 2006, es una propuesta de una misión técnica exploratoria aprobada por el gobierno Uribe, para desmilitarizar 868 kilómetros cuadrados, incluyendo Pradera y Florida en el Valle del Cauca. (Vea la propuesta de desmilitarización)
Curiosamente en un informe al comisionado Restrepo, Acosta Patiño se refiere a este documento como «Reglas de juego para el despeje».
Henry Acosta salió del juego relevado por el propio Hugo Chávez. El comisionado Restrepo en una carta a la directora del DAS María del Pilar Hurtado le dice: «con el fin de dar prioridad a la labor facilitadora que adelanta la Senadora Piedad Córdoba con el apoyo del Señor Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, el canal de comunicación que se mantenía con ‘Pablo Catatumbo’ queda suspendido». (Vea la carta a María del Pilar)
Y ahora hablan de castrochavismo.