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Entrevista a Pedro Vivanco, dirigente mapuche, que acaba de solicitar asilo en Argentina

«El Estado chileno persigue al pueblo mapuche»

Fuentes: Azkintuwe

Acusado de robo con fuerza por dueños de fundos, Pedro Vivanco cayó detenido en marzo de 2003. Sometido a juicio y condenado a 5 años de cárcel, aprovechó una breve libertad bajo fianza para desaparecer del mapa. Este lunes apareció en Neuquén, solicitándo refugio político al Estado argentino. » Yo estuve dos meses preso y […]

Acusado de robo con fuerza por dueños de fundos, Pedro Vivanco cayó detenido en marzo de 2003. Sometido a juicio y condenado a 5 años de cárcel, aprovechó una breve libertad bajo fianza para desaparecer del mapa. Este lunes apareció en Neuquén, solicitándo refugio político al Estado argentino. » Yo estuve dos meses preso y prometí que pasara lo que pasara no iba a volver a la cárcel», nos dice. Lo vemos más que decidido a cumplir su promesa.

Pedro Vivanco Rebolledo es un joven líder mapuche-pewenche. Nacido y criado en la cordillera, el año 2001 fue elegido lonko de la comunidad Butalelbum y lideró la recuperación del Fundo Cochico, en la comuna de Alto Bio Bio, Octava Región de Chile. Cerca de 200 familias participaron de un proceso de movilización inédito en la zona y que contó además con el respaldo de comunidades de Trapa Trapa y Cauñicu. Partieron con fuerza el año 2001 y tres años más tarde, miles de hectáreas usurpadas en décadas pasadas habian vuelto a manos pewenches.

Pero la lucha tuvo sus costos. A la violenta respuesta represiva del estado se sumó pronto la acción implacable de los tribunales de justicia. Una tras otra se fueron sumando las denuncias de los colonos que habitaban las tierras usurpadas a las comunidades. Reales o ficticias, lo claro es que desembocaron en una feroz caceria de dirigentes. Acusado de robo con fuerza, Vivanco cayó detenido en marzo de 2003. Sometido a juicio y condenado a 5 años de cárcel, aprovechó una breve libertad bajo fianza para desaparecer del mapa.

Este lunes Pedro Vivanco apareció de manera sorpresiva en Neuquen, para solicitar refugio político al Estado argentino. Lo hizo acompañado de los abogados Valeria Neculqueo y Fernando Dalmazzo, este último de la Pastoral de Migraciones del Obispado de Neuquén, organismo que le ha prestado valioso apoyo y asesoría. Para conocer su historia, el proceso de lucha que encabezó en su comunidad y las razones que lo hicieron cruzar hacia Puelmapu, lo entrevistamos en Neuquen.

– Peñi Pedro, hablenos de su comunidad ¿en qué condiciones vive su gente?

Nosotros somos 200 familias en Butalelbum. Nuestra gente en los tres meses de verano puede trabajar para sobrevivir y guardar un poco de alimento. Luego viene el invierno y se pone frejado, porque llueve y neva mucho. Por eso se necesitan tierras para hacer empastadas y poder guardar forraje, alimento para nuestros animales, hay mucha necesidad en nuestra gente en la cordillera.

– ¿Qué cargos a ocupado usted en su comunidad?

A partir del año 1997 y hasta el año 2000 fui Presidente de la Agrupación Pewenche Pewen Menuco Chenque, organización que cuenta con personería jurídica. En tal función desarrollé numerosas actividades relacionadas con el mejoramiento de las condiciones de vida de mi gente, la Comunidad Butalelbum. Entre todos los trabajos que allí realicé puedo mencionar trabajos de organización social, gestión de proyectos del gobierno destinados para mejorar el ingreso familiar, proyectos productivos, tales como construcción de galpones, organización de huertos familiares, entre otros.

– ¿En qué año fue elegido usted Presidente de su comunidad?

Yo fui elegido Presidente el año 2001 y hasta el año 2005. En esa condición fui parte activa de la recuperación de tierras pertenecientes a nuestra comunidad en el Fundo Cochico, tierras que eran ocupadas ancestralmente por nuestra gente y en las que he nacido yo y toda mi familia. La necesidad nos llevó a movilizarnos. Nosotros como familias teníamos grandes necesidades de tierras, nuestra actividad era la ganadería, ese es el medio de vida de nuestra comunidad, pero no teniamos tierras suficientes. Es por eso que a fines de ese año se llevó a cabo la ocupación del fundo.

– ¿A usted le correspondió liderar esa recuperación?

Yo era presidente, lonko como se dice y asumí esa responsabilidad. El año 2001 decidimos entrar a recuperación porque ya no teniamos espacio para vivir. El gobierno decia que en invierno nos entregaba forraje y publicaban eso en los diarios, como grande cosa, pero nosotros no necesitábamos forraje, porque a veces no teníamos ni plata para comprarlo. Nosotros necesitábamos territorio para invernadas y veranadas, eso le deciamos al gobierno, pero nunca tuvimos respuesta. Por eso entramos al fundo, porque nos aburrimos de esperar y además estábamos recuperando lo nuestro, lo que había sido de nuestros padres y abuelos.

– ¿Quiénes habitaban en esas tierras? ¿colonos winkas?

Colonos, gente winka a quien el gobierno chileno entregó tierras en la zona sin preguntarle a los pewenche, en el gobierno militar y antes incluso. Los colonos pasaban a ser como dueños ilegales, los Ruiz Alarcón, los Castillo, los Acuña, por eso decidimos entrar con nuestras familias. Pero apenas entramos ellos hicieron las denuncias por robo de animales, por daños, por usurpación de tierras. Fíjese, si la tierra habia sido de nuestros abuelos, veranadas que teníamos y nos acusaban ahora de estar usurpando. No nos movilizamos solos, tambien de Malla Malla, de Cauñicú, la gente comenzó a moverse para recuperar su tierra. Es por esta razón que me persiguen judicialmente.

– ¿De qué delito lo acusaron en específico?

Nos acusaron a mi y al peñi Roberto Carlos Manquepi de usurpación de tierras y de robo con fuerza. Esto viene de nuestro rol como dirigentes de la comunidad. Nosotros con la finalidad de evitar conflictos y para llegar a un acuerdo para el paso de los animales para la veranada de Cochico, fuimos un dia al sector para acordar con los colonos. Sucedió entonces un hecho de delito común, un robo, del que después fuimos acusados injustamente.

– Usted fue detenido y estuvo encarcelado un par de meses por esta causa.

Asi es. Yo fui detenido el 20 de marzo de 2003. Días después fue detenido el peñi Manquepi. Estuvimos dos meses presos con el peñi y salimos bajo fianza. El 2006 el juzgado de Santa Bárbara nos condenó a 5 años y un dia por robo con fuerza en propiedad privada de un inquilino del fundo. Esta sentencia fue ratificada por la Corte de Apelaciones el mismo año y, finalmente, el 20 de enero de 2008 la Corte Suprema confirmó esto.

– ¿En qué momento decide usted pasar a la clandestinidad y venirse a Puelmapu?

Fue cuando falló la instancia de la Corte Suprema. Lo conversamos en mi comunidad y veiamos que era dificil la situación. En mi familia lo comenté, cuando salió el fallo de la Corte de Apelaciones y me dijeron que no me entregara. Yo estaba con libertad bajo fianza y me decian que no querian verme preso por segunda vez. Me decian que me fuera, que no me entregara, porque asi no podria ayudar a mi gente, encerrado en Los Ángeles, es mala esa vida de preso, uno no sirve para nada, no es vida la cárcel.

– No estaba dispuesto a perder su libertad…

Yo estuve dos meses preso y prometí que pasara lo que pasara no iba a volver a la cárcel, porque la libertad es lo más sagrado que tenemos los mapuches. Nosotros no nacimos para estar encerrados, uno nace en la cordillera, tiene las montañas, va para donde quiere, es libre en su tierra y esa es la vida que llevaba con mi gente. No nacimos para estar encerrados, eso hablamos con mi señora y me apoyó, me dijo: «ándate nomás, ya estaremos juntos de nuevo». Así me dijo ella.

– Imaginamos que no fue fácil.

Me costó tomar la decisión. Mis padres, mi hermano y mi señora no sabían que yo me vendría para Puelmapu, sabían solo que yo iba a viajar. Me costó mucho, me dolió alejarme de mi familia. Fijese que yo tengo una niña de 11 años y un chiquitito de cuatro años. Nosotros para salir adelante, por ejemplo, mi señora estudiaba y yo me quedaba muchas veces con mi chiquitito, lo cuidaba, él estaba muy apegado conmigo, me costó tomar la decisión por mi chiquitito…

Lo más duro fue eso, igual uno acá va conociendo nuevos amigos, peñi, winka, y a veces uno comparte con ellos, se divierte un rato, pero igual tiene esa pena por dentro. Por ahi uno comparte y en el momento lo vive bien, pero luego uno vuelve a su casa y se acuerda de la familia, da pena andar así. Yo nunca pensé pasar por esto.

– ¿Qué espera usted de la justicia argentina?

Yo tengo esperanza de que acepten mi petición, que fallen a favor mio. Es una causa política, en Chile existe persecución política contra nosotros. Allá se han negado a ratificar el Convenio 169, aca existe esa ley y los peñi tienen más herramientas para hablar, es otra situación. Yo he visto las noticias y aca se ve más libertad, existe más democracia. Allá en Chile yo pienso que tienen el puro discurso de democracia, pero las leyes siguen siendo de la dictadura. Ya llevamos cuatro gobiernos de democracia que dicen y con Lagos volvieron a aplicar la ley de Pinochet. A los peñi de Quepuca, de Ralco Lepoy los persiguieron con Ley Antiterrorista cuando se opusieron a Endesa, por ejemplo. Eso es lo que yo veo pasa en Chile.