El fundador del movimiento Software Libre asegura que, además de ético, la ventaja es económica, pues en lugar de pagar licencias, se pagará soporte local, así que el dinero circulará dentro del país y no se dirigirá hacia empresas extranjeras. También habló sobre Conectar Igualdad, redes sociales y Android.
En los últimos días, el grupo Software Libre con CFK puso en el centro de la discusión al uso de programas «no privativos» en la administración pública. Por ello, RedUSERS consultó vía correo electrónico a Richard Stallman, presidente de la Fundación Software Libre, quien el viernes a las 18 dictará una conferencia pública y gratuita en la Facultad de Económicas de la UBA. Pero también le preguntamos sobre otras cuestiones que interesan a los lectores de RedUSERS, como redes sociales, celulares y la «Guerra de los Browsers».
¿De qué manera se beneficiaría la administración pública en caso de implementar software libre?
Con el software libre, los usuarios tienen el control del programa. Con el software privativo, que priva de libertad, el programa tiene el control de los usuarios. Entonces el software privativo es injusto.
Para tener el control del programa, los usuarios necesitan unas libertades esenciales: 0) la libertad de ejecutar el programa como quieras, 1) la de estudiar el código fuente, y cambiarlo para que el programa haga tu informática como quieras, 2) la de redistribuir copias exactas, 3) la de distribuir copias cambiadas. Las dos primeras proporcionan el control individual, y las otras el control colectivo. Estas libertades constituyen el criterio para un programa libre.
Las agencias públicas hacen su informática por el pueblo. Por lo tanto, tienen el deber, la responsabilidad, de mantener siempre el control de ella. Para hacerlo, hace falta que el software que usa sea libre. Tienen que hacer que la informática pública esté bajo el control del estado, con software bajo el control del estado. Es decir, software libre, que está bajo el control de cualquier usuario. Entonces, si una agencia pública usa un programa privativo, la soberanía informática del estado exige eliminarlo, cueste lo que cueste.
Dejando de lado lo económico, ¿qué cuestiones éticas suponen el uso de software libre para la administración pública?
Si migrar al software libre tiene un coste, es una inversión en la libertad y soberanía del país, y en el largo plazo reportará ahorros. Con el software libre, en lugar de pagar licencias, el usuario paga soporte en un libre mercado. Habrá proveedores locales de soporte, así el dinero circulará dentro del país en vez de vaciarse hacia empresas extranjeras.
¿No cree que existe una gran barrera educativa para que los empleados públicos utilicen software libre? ¿La capacitación no resultaría más costosa a los gobiernos?
Al corto plazo, es una inversión necesaria, como dije antes. Al largo plazo no costará nada. Cuando las escuelas cesen de enseñar programas y sistemas privativos reemplazándolos por software libre, los graduados saldrán listos para usar software libre en su trabajo.
En caso de implementarse, ¿qué distribuciones de GNU/Linux, software de oficina y otros programas le recomienda al gobierno argentino para que utilice?
Las distros GNU/Linux que recomendamos son los que no contienen ningún código privativo. La lista está disponible en gnu.org/distros. En cuanto a los paquetes de ofimática, el que conozco es LibreOffice. Hay otros, pero no los conozco.
Las computadoras del plan educativo Conectar Igualdad tienen doble booteo Windows-Ubuntu, pero los chicos siguen prefiriendo Windows, ¿cómo se podría modificar esa tendencia?
¿Por qué prefieren Windows? Por la inercia social. Pero de hecho no se trata de su preferencia. Esas computadoras vienen con software privativo para la comunicación entre el maestro y los alumnos, que corre sólo sobre Windows. Cuando los maestros les exigen usar ese programa, les exigen usar Windows.
Un alumno en Neuquén me dijo: «Reprimen a los que borran Windows». Las escuelas deben enseñar los buenos hábitos, no los malos. Para corregir este problema, hay que entregar esas máquinas sin Windows y sin software privativo. Ubuntu es una versión del sistema GNU/Linux que continiene también programas privativos. No es totalmente ético, pero es mucho menos malo que Windows.
En la Argentina todavía se usa el voto «en papel» y existen pruebas pilotos del voto electrónico en algunas provincias. Usted se mostró en contra de esta iniciativa, ¿estaría a favor de su implementación si se utilizara software libre? ¿por qué?
No debemos confiarnos de computadoras para votar, por más que el software sea libre o privativo. Las elecciones son un caso especial porque no se debe confiar de ninguna entidad: ni de la agencia electoral, ni del fabricante de las máquinas. El sistema electoral tiene que ser diseñado para que cada entidad involucrada sea vigilada por otras.
Con computadoras, siempre hay alguien que está en la posición de falsificar los resultados. Si el software es privativo, su desarrollador tiene el control de él y puede falsificar los resultados de la elección. Si es libre, la agencia electoral tiene el control y puede falsificar los resultados.
Con el avance de smartphones y tablets, se echa en falta un sistema operativo 100% libre, así que la comunidad se está volcando más a Android, que también tiene componentes propietarios, ¿La Fundación Software Libre tiene algún proyecto al respecto? ¿qué recomienda a los usuarios?
No decimos «propietarios» sino «privativos». Si un programa no es libre, priva a sus usuarios de su libertad, entonces es privativo. El problema de Android es que no es un sistema completo; siempre hacen falta drivers privativos. Reemplazarlos exige un trabajo de ingeniería inversa.
La FSF fomenta esos proyectos de ingeniería inversa, tal como indicamos en fsf.org. Esto incluye iniciativas para crear distribuciones Android y aplicaciones libres, porque Android tiene muy poco de GNU. (Para más información, visite http://www.gnu.org/philosophy/android-and-users-freedom.html).
¿Cuál es la posición de la FSF ante la avalancha de redes sociales como Facebook, Twitter y Google+?
No son todas iguales. Facebook y Google+ exigen que los usuarios se identifiquen, eso es peligroso para la libertad de expresión. Hay que rechazar cualquier sistema de comunicación que tenga esa regla.
Mi sospecha es que sea difícil usar Facebook o Google+ sin ejecutar software privativo (por lo menos, en Javascript) pero no lo sé. Twitter es mejor: cuando se trata de mensajes públicos, se puede usar. En cuanto a los mensajes privados, es mejor no confiarlos a ninguna empresa.
En el ámbito de los navegadores web, Chrome está ganando cada vez más terreno, quitándole lugar a Firefox, la alternativa «más libre» que existía, ¿cuál es su postura al respecto?
Chrome es software privativo, por lo tanto no debe usarse. Tiene una puerta trasera universal, por la cual Google puede imponer cambios de software sin pedir permiso al dueño de la máquina.