?Es un marxista arrepentido? Fui revolucionario en el siglo XX. Frenamos al fascismo y las dictaduras que, en los sesenta, dominaban el Mediterráneo: Franco en España y dictadores también en Portugal, Turquía o Grecia, donde, recuerde, la OTAN instigó el golpe de los coroneles. Moscú también apoyaba a los suyos. Porque las oligarquías aún consideraban […]
?Es un marxista arrepentido?
Fui revolucionario en el siglo XX. Frenamos al fascismo y las dictaduras que, en los sesenta, dominaban el Mediterráneo: Franco en España y dictadores también en Portugal, Turquía o Grecia, donde, recuerde, la OTAN instigó el golpe de los coroneles.
Moscú también apoyaba a los suyos. Porque las oligarquías aún consideraban las dictaduras lo mejor para la estabilidad, la suya, evidentemente. Por eso, también quisieron entonces instaurar otra dictadura en Italia, pero allí resistió el Partido Comunista mejor organizado de Occidente, el PCI, junto a una extrema izquierda combativa, Lotta Continua, de la que fui dirigente.
Ustedes no defendían la democracia. Seamos realistas: esta democracia es un teatrillo de partidos con apariencia de pluralidad. Cada gobierno traiciona cada día las promesas que nos hacen cada cuatro años. Y mandan sólo para la próxima encuesta.
No es nuevo, pero podría ser peor. Bajo esa farsa, lo que decide de verdad no son las elecciones, sino el conflicto de intereses entre fuerzas: entre las oligarquías, que controlan a los partidos políticos, y los ciudadanos, que hoy pierden sus derechos por no haber sabido organizarse y defenderse.
¿A qué se refiere? Nos ha costado años de lucha organizada ver reconocido nuestro derecho a una sanidad digna y a una enseñanza igualadora, porque la educación pública aún es el lugar donde sucede la igualdad.
Quizá si los reformamos, los salvemos. Esa es la ilusión, pero Italia siempre fue una profecía. Y los italianos hemos sido pioneros en pasar de la nación de ciudadanos al Estado empresa, que, como todo negocio, da a cada uno sólo lo que puede pagarse.
Si al menos fuera eficiente en eso… La oligarquía europea pone o quita al payaso de turno en cada gobierno: eso es todo.
¿Berlusconi ha sido el último? ¡Me niego a mentarlo! Para sustituirlo han impuesto a Monti, un comisario de la Unión Europea. Y ni siquiera se han molestado en guardar apariencias y convocar elecciones.
Sólo ha sido así en Italia y en Grecia… Y en España, cambiarán al de turno si no les hace el trabajo: pondrán a otro comisario. Quieren sanidad de primera y educación y justicia privilegiadas sólo para quienes puedan pagar y que la mayoría nos resignemos a colas y servicios mediocres o a la caridad.
¿Por qué dejó usted Lotta Continua? Fui dirigente obrero desde 1968 y, en la Fiat, hasta 1980, en que dejó de tener sentido. Entonces fui sólo un obrero hasta 1997.
¿Por qué quiso quedarse en la fábrica? ¿Quise? No he conocido a nadie que trabaje en una fábrica por elección. Yo fui uno más de los que trabajaban allí para poder comer.
Pero usted ya era un intelectual sólido. Y exdirigente de Lotta Continua. Me despidieron varias veces al enterarse. Fui obrero porque la sociedad no quería de mí más que mi fuerza de trabajo en la fábrica.
Usted ya era un espléndido traductor. Sólo porque nací en una casa llena de libros, que leí y amé. En el instituto público, aprendí griego y latín y, después, estudié hebreo por mi cuenta y así me hice traductor.
Sus traducciones son hoy celebradas. Tanto por hebreos como por católicos, y eso sí que me enorgullece.
Cíteme una traducción suya. La más conocida obliga a replantear el pecado original, porque durante siglos, en el Génesis Dios condena a Eva a parir con dolor.
Eva fue la primera pecadora bíblica. ¡Por una mala traducción! En el original, el vocablo hebreo no es con dolor, sino con esfuerzo. La prueba es que en Salmos y Proverbios aparece el mismo vocablo, pero allí sí se tradujo correctamente por esfuerzo.
¿Por qué? Por la misoginia de los traductores antiguos, que denigraron a Eva. El original no condena, sólo constata el esfuerzo de hombre y mujer por adaptarse al medio con el sudor de sus frentes para superar el estadio animal. Por eso, tras morder la manzana, Adán y Eva se sienten desnudos como ningún animal se sentirá nunca: elevan su conciencia.
Ha devuelto usted la dignidad a Eva. A todos: en mi traducción el hombre ya no se contenta con el fruto espontáneo de la tierra, como los animales, sino que progresa al hacerla fructificar con esfuerzo.
¿Cuándo dejó la fábrica? Publiqué el primer libro a los cuarenta, en 1989, y después fui obrero ocho años más.
Debió de ser duro: la fábrica y escribir. Al contrario, escribir me compensaba de haber vendido mi vida por un salario. No era para mí lo que acaba siendo para algunos escritores profesionales: era mi liberación, el tiempo salvado, recuperado, gozoso.
¿Ya no le marginan por extremista? Cuando eres revolucionario, acabas de presidente o de bandido. Ahora soy un bandido que, como escritor, admiten en su mesa.
A cambio les mejora usted el idioma. Soy escritor en italiano y no italiano. Mi lengua materna es el napolitano, pero decidí escribir en el italiano adoptado por mi padre porque me interesaba adquirir esa distancia de escritor respecto a su lengua materna.
Todos hablamos lenguas hijas del latín. Pero en Nápoles crecieron mis sentimientos: la cólera, la vergüenza, la compasión. Aprendí a hablar con las abuelas contando desgracias de los bombardeos -un acto de terrorismo- sobre civiles. Y terrorismo es hoy cualquier bombardeo aéreo.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120502/54287516184/erri-de-luca-estado-empresa-dar-pagar.html