Muchos españoles huyeron cuando Franco celebró la Dictadura y se marcharon a Francia. Fueron utilizados como mano de obra en la construcción de barreras para proteger al ejército galo de los nazis, algunos se enrolaron en la Legión Extranjera, otros fueron deportados a España con la promesa de que no serían castigados, pero la mayoría […]
Muchos españoles huyeron cuando Franco celebró la Dictadura y se marcharon a Francia. Fueron utilizados como mano de obra en la construcción de barreras para proteger al ejército galo de los nazis, algunos se enrolaron en la Legión Extranjera, otros fueron deportados a España con la promesa de que no serían castigados, pero la mayoría acabó en los campos de concentración austríacos de Mauthausen y Gusen y la Historia silenció, en muchos casos, este capítulo y se olvidó de resarcir a tantos hijos que quedaron huérfanos de padre o madre. Por este motivo, Izquierda Unida y el Foro por la Memoria de Castilla-La Mancha han puesto en marcha una iniciativa para buscar a los descendientes de aquellos represaliados a fin de informarles de que pueden optar a una indemnización por parte del Gobierno francés, facilitarles el camino e intentar restituir, de paso, la memoria de aquellos años.
«El Estado Español tiene los deberes pendientes con los represaliados, mientras que el francés indemniza a los hijos de los españoles muertos en los campos de concentración», dejó caer ayer el presidente del Foro por la Memoria, Emilio Sales. Anunció el interés del colectivo y de la coalición por «tirar del hilo» de muchas historias para bucear y rescatar del olvido a los represaliados que terminaron en campos de exterminio, deportados desde el país vecino, y ayudar, de paso, a sus hijos para que soliciten las ayudas que ofrece el Ministerio de Defensa francés, que aprobó un decreto en julio de 2004, para que los descendientes, menores de 21 años en el momento de las detenciones de sus progenitores, puedan percibir una indemnización de 27.440,82 euros o una renta vitalicia de 457,35 euros mensuales.
El colectivo ha confeccionado una lista con 190 toledanos que fueron asesinados entre 1940 y 1943, la mayoría en el campo de concentración de Gusen, un apéndice del conocido Mauthausen, a partir de un listado publicado por Isabelo Herreros, de Izquierda Republicana, en la revista ‘Añil’ (que también ha contabilizado a 431 castellanomanchegos), el Centro de Estudios de Investigación Histórica de Cataluña y los nombres y apellidos y las localidades que proporcionó un exiliado francés.
Los interesados podrán formalizar la solicitud, a la que tendrán que adjuntar documentos del Registro Civil que acrediten la filiación y otros que prueben que la muerte del padre o la madre «sobrevino durante la deportación» o que la persona fue ejecutada, en la embajada francesa o ponerse en contaco con IU. Sales hizo hincapié en que es obligatorio que los descendientes tuvieran menos de 21 años en aquellas fechas y que no hayan percibido ninguna otra ayuda, ya que Alemania y Austria también han ofrecido indemnizaciones recientemente.
El plazo de presentación de solicitudes no caduca, pero el presidente del Foro por la Memoria recomienda a los descendientes interesados que adjunten todos los documentos disponibles a la hora de formalizar la petición, ya que el plazo se agota a los cuatro meses de cursar la solicitud, «y si faltan papeles o no reciben notificación, es que está denegada».
Según explicó ayer Sales, gracias a la iniciativa iniciada por el Foro de la Memoria e IU en varias regiones, Andalucía y Cataluña, por ejemplo, se han computado ya un millar de peticiones en la embajada francesa. Asimismo, recordó que Castilla-La Mancha se ha sumado recientemente a esta campaña y, provincias como Cuenca y Albacete cuentan ya con listados de fallecidos. En el caso de la primera recoge 60 conquenses exterminados en los años 40 procedentes de 45 municipios distintos.
La historia.
El objetivo del Foro por la Memoria de Castilla-La Mancha no conduce a la gestión de las indemnizaciones, pero Sales considera importante que se dé la «mayor difusión» a esta iniciativa que, a la vez, permite continuar conociendo parte de la historia que aún sigue enterrada o es desconocida para muchos familiares. Las historias y los datos todavía provocan escalofríos. 12 millones de personas murieron en los campos de concentración occidentales, se calcula que 10.000 españoles. Y más de 4.000 terminaron en los campos de exterminio de Mauthausen y Gusen, bajo las garras del ejército nazi.
Al hilo de estas ayudas, el presidente del Foro por la Memoria de la región denunció la pasividad del Gobierno en la restitución moral y económica de los represaliados «La única acción que se inició fue promover ayudas para los niños de la Guerra, tras una visita a Moscú, pero estas personas van siendo mayores y las ayudas no llegan». También IU critica la escasa implicación de la Comisión Interministerial.