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Las principales fuerzas de la alianza de la izquierda explicitan las diferencias que llevaron al bloqueo

El futuro del pacto «Juntos Podemos Más»

Fuentes: El Clarín

  A mediados de enero, del año en curso, el Centro de Estudios Francisco de Bilbao, se planteó la posibilidad de realizar una ronda de entrevistas a una serie de dirigentes del pacto electoral «Juntos Podemos Más» con el fin de esclarecer posiciones, que permitieran dar luces a quienes apoyaron con su voto y trabajo […]

 
 A mediados de enero, del año en curso, el Centro de Estudios Francisco de Bilbao, se planteó la posibilidad de realizar una ronda de entrevistas a una serie de dirigentes del pacto electoral «Juntos Podemos Más» con el fin de esclarecer posiciones, que permitieran dar luces a quienes apoyaron con su voto y trabajo al desarrollo del conglomerado político de izquierda de mayor relevancia en los últimos 25 años.

El resultado de estas conversaciones, realizadas durante la primera semana de marzo, develó las contradicciones que la alianza de izquierda arrastraba desde su nacimiento y que cristalizaron la noche en que se llegó a una segunda vuelta electoral, marcando con ello una apertura a caminos distintos. Estas conversaciones se realizaron días previos a la divulgación del acuerdo logrado entre la Concertación y el Partido Comunista, lo que puede limitar las conclusiones que cada uno puede sacar.

Los diferencias de fondo

Eduardo Artes,
Presidente del PCAP, explica la situación de la siguiente forma. «Cuando nace el Podemos, se integran diversas posiciones desde los socialdemócratas, hasta marxistas leninistas como nosotros, a ello se debe sumar un número amplio de posiciones intermedias. En ese contexto iba a haber lucha orgánica, ideológica y política dentro del Podemos, las formas de resolver los problemas iban a depender de la correlación de fuerzas al interior de la alianza, nosotros planteamos que estábamos por una lucha de largo aliento, que buscaba como fin último, el socialismo.
 
En ese sentido, el Podemos era un avance, pero ese avance no fue tan fuerte para obligar a otros sectores a continuar el camino unitario y buscaron la negociación con otros sectores, de hecho el «Juntos Podemos Más» era y es una mentira, porque se trataba de una plantilla electoral que sumaba a aquellos pro-concertación que no compartiendo el programa del Podemos, decidieron establecer una alianza electoral, luego de los resultados volvieron a su rebaño y otros como el caso de Gonzalo Rovira, pactan incluso con el sector más derechista de los renegados de la concertación, uniéndose, tengo entendido, a Chile Primero».

Para este sector en palabras de Artes, resulta inaceptable acompañar el Pacto por omisión que está trabajando hoy el Partido Comunista. «Nosotros no vamos a estar en ningún pacto electoral que tenga en cuenta este pacto, aunque ceda el Partido Humanista. Nosotros no vamos a llamar a nadie a votar por la concertación, para nosotros la unidad no es por la unidad, porque hay sectores que han avanzado cada vez más en concesiones con el sistema».

En visión contrapuesta, Juan Andrés Lagos , Miembro de la Comisión de Asuntos Internacionales del Partido Comunista de Chile, sostiene:»En este periodo de la aplicación de la línea del partido (bajo el gobierno de Bachelet) las cosas han avanzado positivamente; esto se refleja en que las luchas de los trabajadores se incrementaron fuertemente. Este periodo ha sido el de mayor lucha social protagonizada por los trabajadores, eso no lo puede negar nadie, es una constatación, tomando en consideración huelgas, movilizaciones, incluso en avances, no absolutos, ni siquiera se aproximan a las demandas, pero los trabajadores saben que lograr ciertas demandas ayuda mucho a la lucha. Los administradores del modelo han apostado que en el contexto de las huelgas de los trabajadores, en vez de avanzar retrocedieran, esa es la forma legal que trataron de imponer.

Si se analiza, las luchas de los forestales, salmoneros, etc. El balance es positivo en experiencia de lucha, una izquierda que juega al maximalismo se hunde, por lo tanto nosotros queremos trabajar con los pies en la tierra, para abrir paso a una política revolucionaria y eso no es ser reformista, ni amarillo.

Digo esto, porque para nosotros es importante y no siempre se destaca, aunque El Mercurio lo hace, la derecha lo hace, pero no siempre se subraya el papel del Partido Comunista en estas luchas. Nadie puede negar que el Partido Comunista ha concentrado mucho esfuerzo humano en este proceso, la experiencia de Cristián Cuevas, en el tema de la lucha y la construcción social es significativa y cuando se refiere a esta construcción en el tiempo, su respuesta nos debe llamar a la reflexión, se trata de veinte años de lucha y cinco desde la confederación, esas cosas muy pocos las dicen y las registran, eso no se puede obviar.

Convergencia y pacto de omisión

Frente al tema de las alianzas con la concertación Juan Andrés Lagos explica «La otra parte menos entendida y no compartida de nuestra política es la convergencia, porque se dice que busca cambios menores, reafirma el sistema, en fin -se hace entonces política con descalificaciones odiosas- la convergencia busca lograr cambios en el sistema binominal contra la exclusión social y política, en ese sentido nosotros hemos logrado que la sociedad chilena, asuma un poco más, el hecho que en este país no hay una democracia y eso es producto de una serie de acciones que se han reflejado por ejemplo: En el parlamento social y político, nosotros tenemos que decir que el gobierno tiene un proyecto que es insuficiente, pero es un avance, porque abre una brecha.

Eso nos ha llevado incluso a pensar en acuerdos por omisión, de apoyos compartidos con la concertación, para nosotros tiene mucha importancia porque el tema de las elecciones municipales es relevante, sabemos que el escenario es atroz, pero hemos tomado la opción de participar, nos vaya bien o no porque entendemos que desde el punto de vista estratégico, no podemos entregar este terreno al sistema.

Para Marilén Cabrera , (Presidenta del Partido Humanista) el tema debe analizarse desde una perspectiva de mayor amplitud ella argumenta: «las opciones tácticas que uno y otro conglomerado tomó al interior del pacto, traen consigo errores compartidos, en términos de no hacer las cosas de mejor manera, pudiera uno pensar que hubo faltas por uno y otro lado, pero eso no invalida las opciones adoptadas por cada uno. Nosotros hemos planteado incluso, luego de la situación que aleja posiciones, que el tema de la unidad de la izquierda y el progresismo chileno es fundamental porque nosotros visualizamos los procesos latinoamericanos que se han ido gestando. La base de cada uno de esos procesos, es la unidad de la izquierda.

Hay matices obviamente, porque somos una diversidad y valoramos mucho esa condición, que permite complementar, ampliar y resolver con mayor inteligencia los problemas.

La Hegemonía entendida como homologar el proceso, genera visiones chatas de la realidad, sin embargo distintas miradas, van enriqueciendo este largo proceso y el tema es si somos capaces de poner este tema en primer lugar o nos atrincheramos en una opción más personalista.

Cuando se consulta a esta dirigente sobre la sintonía pública entre el Podemos y Tomás Hirsh, su respuesta es contundente: «Creo que Tomás encarnó muy bien el momento que le tocó asumir, encarnó los valores, las propuestas, del Juntos Podemos y como a él correspondió ejercer la labor en ese minuto de portavoz de un trabajo de muchos, tanto organizaciones políticas como ciudadanos con su individualidad, en ese trabajo logra instalarse, en el corazón de la gente, está asociación entonces de una u otra manera existe».

Una de las preguntas más complejas que rondó el ambiente, es la posibilidad del pacto por omisión, en ese momento la respuesta de la presidenta del PH era la siguiente: «Nosotros hemos estado conversando el tema, no tenemos una decisión al respecto, hemos tenido jornadas de conversación y análisis y no lo tenemos resuelto, pero lo que si creemos, que la discusión puntual se hace frente a una pregunta ¿Qué es lo más importante y necesario para el proceso de la izquierda? ¿Qué pasos se deben dar para un proceso de unidad de la izquierda? Se necesita entonces, abordar las necesidades. Se trata entonces, de elevar la discusión y no quedarnos entrampados.

Un ejemplo es el proceso vivido en Bolivia, con Evo Morales, donde el mundo social se empieza a acercar y logra llegar al poder como movimiento social. Si ellos se hubieran quedado entrampados en el cómo lo hago, sin ser capaces de subir una octava, con el objetivo de lograr superar sus posiciones personales o grupales a favor de una opción más profunda, no habrían logrado llegar donde están.

Si nuestra mirada es más intensa y global, podemos observar que los niveles de desestructuración social tanto en lo familiar como de las relaciones humanas, están más deteriorado y esto afecta también a los países.

Podemos entonces preguntarnos, si es el tiempo de los caminos propios o de entretejer, porque si no lo hacemos, ponemos en peligro incluso la especie humana.

El desafío entonces, es construir una fuerza con una capacidad de poder real, avanzando con las diferencias propias de cada país, el proceso venezolano es distinto, al boliviano, ecuatoriano y nicaragüense. Se trata de buscar un espacio donde el ser humano retome su lugar en el centro y no siga relegado a la economía, los partidos políticos, la tecnología etc.

La izquierda debía optar por Bachelet

Manuel Jaques
, (Presidente de la Izquierda Cristiana) aporta al debate una serie de elementos dignos de considerar a la hora de sustentar el apoyo de ese sector del Podemos, a la candidatura de la presidenta Bachelet.

«Los procesos políticos, en la historia son determinados en base a los comportamientos de los datos de realidad que existen, sino se apoyaba a Michel Bachelet, que era una candidata socialista, mucho más progresista que Ricardo Lagos, teniendo además ella una experiencia de vida mucho más cercana a la de miles de chilenos, del mundo extra-parlamentario, la historia de Chile, diría que la izquierda extra- parlamentaria, le negó la sal y el agua, e impidió que fuera presidenta de la república, hoy habría una culpa histórica de la izquierda, porque se nos diría que tuvimos una segunda oportunidad, con una mujer que se declaraba socialista y continuadora del legado de Allende, ese trauma habría sido difícil de resolver a futuro.

O.C. ¿Eso a pesar del contexto que vive hoy su gobierno?

M.J. En un primer momento, puestos en esa dificultad ese es el cuadro y ese es un dato que tienes que calcular porque la política es un costo de lo que puedes o no hacer, en un momento determinado. Algunos afirman que sabían lo que iba a pasar, bueno nadie es pitoniso, pero incidió también en la medida el comportamiento ciudadano, si el Juntos Podemos, hubiera llamado a votar nulo masivamente, la ciudadanía no habría hecho caso provocando un vacío con esa dirigencia, porque después de la frustración de Lagos, era la última carta de proyecto socialista, además era mujer, la primera en la historia, de hecho el voto nulo casi no existió.

El Juntos Podemos en ese cuadro, habría quedado como un conglomerado político muerto.

O.C. ¿Y la alternativa de la libertad de conciencia?

M.J. Esa alternativa nos lleva a que cada uno haga lo que quiera, es decir, una coalición sin opinión política, sin jugársela, entonces uno tiene que hacerse cargo, tiene que tener la madurez política necesaria y atreverse, eso es lo que se hizo, cuando se elaboraron los cinco puntos, que permitían nuestro apoyo en votos al gobierno de la presidenta Bachelet. Terminar con la exclusión es un imperativo ético y al final se verá si fue capaz de cumplir o no. El pueblo juzgará en relación con los hechos y si no se cumple queda planteado el derrumbe político de la concertación, en relación con la izquierda, porque no puede existir credibilidad.

Tomando en cuenta estos elementos, entonces puedo concluir que no era lo mismo apoyar o no apoyar, el Juntos Podemos ganó en certeza política.

Todo el país sabe, que el apoyo del Juntos Podemos es a partir de una exigencia moral y política, eso nos permite decir que la concertación, no ha tenido los cojones para cumplir los puntos mínimos de exigencia.

En cuanto a la visión estratégica Jacques sostiene que: «el Juntos Podemos tuvo la oportunidad y la tiene, de constituirse en el espacio que albergue en su seno, la alternativa al modelo neo-liberal, para mí con franqueza no debe ser una articulación orgánica política, lo he dicho permanentemente, el Juntos Podemos debe ser eternamente más, porque si lo entendemos como la articulación que reduce a los partidos políticos tiene un problema inicial que marca su propia muerte.
Chile, necesita una fuerza capaz de levantar una nueva construcción social, bajo una sociedad emancipada, democrática participativa, verdaderamente socialista, nosotros como Podemos tenemos propuestas, pero esto no se trata solo de medidas, para la salud, previsión, la propuesta es la convicción ideológica de la transformación, una conducta de transformación un ejercicio permanente de emancipación, todo un acuerdo, que agrupe el descontento nacional, debe ser el espacio para visibilizar a los ofendidos de Chile, los maltratados, a los ignorados, para articular a los que quieran despertar del letargo peligroso y quieran volver a reunirse para construir una sociedad diferente. La vida del Juntos Podemos no se mide en la estrechez de lo orgánico, sino en la propuesta que identifique a muchísima gente. Si eso es el Juntos Podemos bien, si es otra cosa bueno, creo que la concertación está en un proceso de crisis y el Podemos debe ser una alternativa, esta fuerza política debe operar con nuevos códigos, no solamente los de la negociación.

Cuando se le consulta a Manuel Jaques sobre las trabas para la unidad este las define del siguiente modo «El gran tema que nos divide es la auto- referencia, entendida bajo el presupuesto que mi perspectiva es la válida y debe ser respetada, la que debe ser determinante, la unidad significa una actitud humilde a favor de un bien superior, aun a costa que esto afecte tu propia propuesta, o tu posición de poder político, se trata del bien superior que es Chile, y no cómo voy yo, desgraciadamente eso está presente, somos partidos pequeños, donde todos quieren ganar posicionamiento, la mirada del nosotros requiere desprendimiento, se requiere humildad, para entender que el otro tenía razón y no yo.

Afloraron las diferencias estratégicas y es el pueblo quién perdió

Para Leandro Torchio , (Coordinador Nacional del (MPMR)) la situación se plantea desde la siguiente perspectiva: «La izquierda después de mucho tiempo había logrado una cuestión singular que aglutinaba a diversos sectores sociales e ideológicos, esa unidad fue posible debido a la tenaz oposición a los bloques de poder, fue una unidad atractiva para mucha gente que se levantaba frente a este verdadero PRI mexicano que es la concertación y la derecha, el punto que logró esa unidad, es la distancia con una nueva forma de hacer política impulsando el protagonismo popular, con un programa tenía como elementos centrales la asamblea constituyente y la nacionalización del cobre, con un representante de este proyecto, eso despertó simpatía, no reflejada en lo electoral, los mecanismos de la subjetividad, con el voto útil, más otras circunstancias atentaron contra un mejor resultado.

Eso se trunca por diferencias que no son tácticas, sino de carácter estratégico – a nuestro juicio- hay un giro lamentable, ciertamente legítimo, nosotros no somos ni aspiramos a ser censores de las acciones de otros, pero ese giro rompe las líneas acordadas y se llega a la conclusión que el capital electoral que se tenía se podía negociar, en función de algunos objetivos tácticos que los dejaran mejor plantados supuestamente. Lo que ha nosotros nos pareció inaceptable, porque abría una crisis Terminal del Podemos, como concepción inicial, generando desconfianzas difíciles de reconstruir, provocando un golpe demoledor que se explica en las miradas que tenemos cada uno frente a los gobiernos de la concertación y en especial de la señora Bachelet.

O.C. ¿Habrías apostado por otra salida menos dolorosa?

L.T. Me hubiera gustado sin lugar a dudas otro camino, pero nos encontramos en este cuadro contradictorio, donde hay un aumento del descontento social, con una concertación resquebrajada, con una derecha que no capitaliza la crisis, pero existe una ausencia de una oposición de izquierda de relevancia nacional, clara y nítida.

El hecho que el Podemos no siguiera en su apuesta es un triunfo del modelo, lamentablemente florecieron distintas estrategias, que en un momento de coyuntura mayor develaron sus posiciones políticas, donde obviamente perdimos todos, nosotros pensamos que como rodriguistas, humanistas, comunistas etc., hemos perdido, es el pueblo chileno quien perdió, porque le regalamos un momento precioso al modelo. En el gobierno de la señora Bachelet, hay un número impresionante de detenidos por movilizaciones sociales.

La justicia de clase, donde los carabineros actúan como red protectora de los patrones y donde lo demás es un mero cosmético, la ausencia de un discurso aglutinador es un retroceso. El tema de la discusión hoy en día es en qué momento estamos, ¿Será posible superarlo en el marco de las próximas elecciones? Nosotros como rodriguistas, pensamos que no es posible, porque la única forma de hacerlo es en el contexto de la ingeniería política, con las mismas formas, nosotros creemos que en otro momento pos-elecciones donde vamos a tener que recomponer lazos de amistad, porque tenemos una visión distinta en torno a la concertación, todos somos de oposición, pero los grados de esta marcan la diferencia.

La estrategia para nosotros debe apuntar a una cuestión principal que es desarrollar y crear el poder popular, han logrado nuestros concejales y alcaldes transferir cuotas de poder al pueblo, facilitando herramientas, para que se levanten.

La unidad entonces tan necesaria, seguramente no surgirá con los mismos actores, aparecerán nuevos, es inconcebible en esta construcción la concepción única de frente político, necesitamos renovar las dirigencias, con personas que vengan con otro espíritu que pongan en el centro el protagonismo popular, se trata de repensar el tema de la representación, donde salgamos de la lógica de la oferta electoral, porque hemos estado reproduciendo esa lógica que es de la elite, en cualquiera de sus formas, porque la izquierda también tiene sus asientos reservados, donde los trabajadores y pobladores se sienten lejos, de esos los que los defienden.

Lo que nosotros sostenemos es que de esas formas tenemos que tomar una distancia, no tenemos nada que hacer con la concertación. Ahí recién seremos capaces de levantar algo nuevo, que puede tener un nombre como izquierda popular y de seguro va a llegar un momento en que tengamos que aunar posiciones, respetando las diferencias legítimas.

Conclusiones

Las conversaciones resultaron largas y difíciles de poder expresarlas en toda su magnitud en un artículo, de lo expuesto, más algunos antecedentes que no se citan por razón de espacio se puede aseverar.

1. Que la construcción del Podemos es parte un largo proceso unitario que tuvo su punto de tope la noche de la segunda vuelta y que lo que resulte de aquí en adelante, en ningún caso contará con los mismos actores, en ese sentido la decisión del Partido Comunista de abrir un pacto por omisión con la concertación, es un antecedente dentro de otros que despejará el futuro del pacto de izquierda.

2. Existe una pérdida de confianza, por parte de diversos actores, algunos se han sentido atacados injustamente, generando con ello distancias al parecer insalvables.

3. Se constatan las diferencias estratégicas de los diferentes conglomerados, donde las posibilidades de aunarse nuevamente, se ven complicadas.

4. Todos los sectores concordaron en la necesidad de transparentar las posiciones, porque estirar la situación carece de sentido.

5. Todos los sectores, entienden la unidad como un valor, aunque algunos la supeditan a momentos históricos, capacidades u otras variables.

6. En su mayoría los sectores concuerdan con que no basta una alianza política, es necesaria la construcción de un movimiento político amplio, distinto capaz de generar dinámicas nuevas.

7. Todos los sectores, incluso los que sostienen que ha habido avances, reconocen la falta de un referente unitario de la izquierda.

8. Todos los sectores reconocen la importancia de extender puentes de diálogo, sin escabullir el debate franco, en ese sentido la labor del Centro de Estudios como articulador de discursos, es reconocida.

9. Todos los sectores, asumen el vacío que significa no contar con un Centro de Estudios unitario de la izquierda que permita abordar ciertos temas y profundizarlos.